¿ENGORDAMOS POR COMER DEMASIADO?

Los humanos han utilizado su instinto de supervivencia, durante toda su historia,  basados en las enseñanzas de sus mayores y en su propia experiencia, sin sufrir problemas de sobrepeso ni tener que someterse a una actividad física extra para mantenerse en forma. 

Ahora nos están haciendo creer que padeceremos obesidad si no reprimimos nuestro deseo instintivo de comer y no nos “hostigamos” en el gimnasio.  

¿Pertenecemos acaso a la única especie animal que, para no engordar, necesita seguir unos comportamientos artificiosos, en vez de seguir sus instintos primitivos?

¿Quién les restringe al bisonte, al águila o al león la cantidad de comida, que deben ingerir o quién les obliga a trabajar en el gimnasio para que no acumulen grasa?

A nadie se le ocurre restringirle al bebé las cantidades de leche materna ni someterle a una actividad física extra en evitación del sobrepeso, porque el alimento proporcionado por la madre es un compuesto equilibrado, diseñado específicamente por la naturaleza y, por lo tanto óptimo para el lactante. La experiencia nos confirma que, sirviéndose el lactante de este alimento a voluntad y sin restricciones, no se provocan desequilibrios hormonales ni acumulación de grasas y le aportan todos los nutrientes que precisa el bebé para su perfecto desarrollo. Sigue...

¿CUÁNDO DEBEMOS COMER?
¿QUÉ CANTIDADES DEBEMOS COMER?

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