Los organismos disponen de una compleja red de proteínas (metabolitos y enzimas) antioxidantes, que trabajan en equipo para prevenir el daño oxidativo en los componentes vitales de la célula.
Disponemos de antioxidantes naturales que se pueden sintetizar en el cuerpo u obtenerse a partir de la comida, algunos como el glutatión o la ubiquinona se ubican dentro de las células y otros como el ácido úrico están distribuidos por todo el organismo.
El glutatión en su forma reducida es el principal antioxidante de las células, que protege de los radicales libres y de otros contaminantes, como las radiaciones y los derivados de la combustión de los cigarrillos. Se sabe que en el envejecimiento hay una disminución de los niveles de glutatión, al igual que en enfermedades como las cataratas, Alzheimer, Parkinson, etc. y se sospecha que el glutatión actúa también en la eliminación de cancerígenos y optimiza las funciones inmunitarias, frente a los tumores.
Con el aumento de los niveles de glutatión, disminuye la oxidación de los ácidos grasos y se retrasa la arteriosclerosis, causa subyacente en la mayoría de los problemas cardiovasculares.
Algunos precursores del glutatión se están utilizando en el tratamiento del asma, la bronquitis crónica, el enfisema, la fibrosis y otras enfermedades pulmonares.
También se cree que el glutatión protege frente a la inflamación en la gastritis, úlceras estomacales, pancreatitis, inflamación intestinal, úlceras de colon y enfermedad de Crohn.
Como el hígado es el principal reservorio del glutatión y se constata su deficiencia en la hepatitis alcohólica y en los casos de hepatitis viral, A, B y C, se suele intentar elevar los niveles de glutatión para restablecer las funciones hepáticas. También es una terapia en auge el elevar el glutatión en las personas sometidas a diálisis, que sufren de anemia y soportan altos niveles de oxidación por el estrés.
El glutatión actúa en el desarrollo del feto y la placenta neutralizando los contaminantes antes de que afecten al desarrollo del niño y se han relacionado algunas complicaciones en el embarazo con niveles bajos de glutatión.
Hacer del glutatión un complemento alimentario no ha sido viable, porque no se absorbe bien por vía oral, por ello se utilizan precursores de glutatión ricos en cisteína como la N-acetilcisteína (NAC), y la proteína de suero, que han demostrado el aumento del glutatión dentro de la célula.