EJERCICIO FÍSICO Y ANTIOXIDANTES

Durante el ejercicio, el consumo de oxígeno puede aumentar hasta en 10 veces y esto incrementa la producción de oxidantes, más sus posibles consecuencias degenerativas, que inciden en la fatiga muscular durante y después del ejercicio.

La respuesta inflamatoria  que se produce tras el ejercicio físico también está asociada con el estrés oxidativo, al menos durante las 24 horas posteriores y la respuesta del sistema inmunitario al deterioro causado por el ejercicio alcanza su máximo entre el segundo y el séptimo día después del ejercicio. 

El ejercicio físico produce estrés oxidativo, favorece la aparición de radicales libres y una disminución de los antioxidantes originados por el organismo. Esto puede ocasionar lesiones en el músculo y en otros tejidos del cuerpo. Sin embargo otros estudios defienden, aseguran y demuestran que una práctica moderada de ejercicio físico, en ambiente natural rico en oxígeno, estimula el aumento de las defensas y de los antioxidantes endógenos.

Los leucocitos neutrófilos producen radicales libres para reponer el tejido dañado y también aumentan los niveles de antioxidantes para frenar los procesos de recuperación. Parece coherente pensar que el ejercicio físico fortalece los mecanismos antioxidantes del organismo y en particular el sistema del glutatión, para hacer frente al aumento del estrés oxidativo. Este efecto protector puede explicar cómo las personas que realizan ejercicio físico de manera regular y sin excesos disfrutan de mejor salud.

En conclusión podemos afirmar que una práctica exagerada del ejercicio físico, que no contemple una adecuada recuperación va a lesionar al organismo, mientras que una práctica moderada lo va a favorecer. Sigue...

EL ANTIOXIDANTE GLUTATIÓN
ESTRÉS OXIDATIVO Y ENFERMEDAD

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