LA PRODUCCIÓN DE INSULINA

La insulina una vez fabricada por el páncreas, queda almacenada en este en forma de gránulos, dispuestos a verterse rápidamente en el torrente sanguíneo, a demanda de los receptores bucales del sabor dulce y sobre todo ante el aumento de los niveles de glucosa en la sangre (glucemia), proveniente de los hidratos de carbono ingeridos en la comida o del vertido directo desde los depósitos de glucógeno, almacenados en el organismo.

La insulina es necesaria e imprescindible en cantidades suficientes para llevar la glucosa hasta el interior de las células, en cuyas mitocóndrias se produce la combustión con el oxígeno de la sangre para producir la energía vital que las sustenta.

Todas y cada una de las células de nuestro cuerpo, excepto las neuronas, disponen de unos 20.000 receptores específicos para la insulina y esta deberá salir de los vasos sanguíneos, superando la barrera reticuloendotelial, llegar hasta los receptores, penetrar en el  interior de la célula y activarla para que reciba la glucosa, sabiendo que cualquier situación restrictiva en este proceso puede producir inanición o hambre celular, reduciendo su vitalidad y provocando desde un envejecimiento prematuro hasta una muerte precoz por inanición.

Las neuronas, que sin embargo son las máximas consumidoras de glucosa, no precisan de la acción de la insulina para alimentarse y lo hacen directamente de la glucosa y del oxígeno que lleve la sangre circulante. Sigue...

FUNCIONES DE LA INSULINA
HABLEMOS DE LA INSULINA

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