OBJETIVIDAD SIN PREJUICIOS

Para ser más objetivos es necesario relacionarse con los demás sin juicios previos, respetándolos al igual que nos respetamos a nosotros mismos sin prejuzgarnos.

En síntesis hemos de tratar de vivir según nuestros propios valores, observando con objetividad nuestros sentimientos y emociones, siendo capaces de expresarlos, sin dañar ni culpar a nadie, ni siquiera a nosotros mismos, buscando y valorando positivamente todo aquello que nos haga sentirnos a gusto en nuestra piel.  

La observación de nuestro proceder y del de los demás es clave para el adiestramiento interior, para ejercitar la verdadera personalidad y para controlar las emociones. 

Si nos dejamos llevar por la fantasía y permitimos que la mente divague inmersa en ensoñaciones inconsistentes, estaremos inermes en manos del azar, sin que las riendas de nuestro destino tengan quien las controle.

A veces las personas infravaloramos nuestras capacidades y otras sobrevaloramos nuestras posibilidades, pasando de la euforia al pesimismo y de la seguridad plena a la vacilación. Cuando la circunstancias nos son favorables sobrevaloramos nuestras capacidades, pero cuando son desfavorables subestimamos nuestras posibilidades de luchar en la vida.

Las dificultades, la pereza, la insatisfacción, los problemas económicos o profesionales, los conflictos de relación con las personas que tratamos a diario, etc., nos pueden estar indicando la necesidad de replantearnos nuestro propio camino, permitirnos efectuar un buen análisis y decidir, hasta cuándo estamos dispuestos a soportarlo o si debemos tratar de cambiarlo. Sigue...

EL ENTUSIASMO ES PODER
AUTOENGAÑO vs. OBJETIVIDAD

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