Con los ejercicios de esta técnica la musculatura se elonga y se vuelve a relajar, hasta lograr mantener las medidas correspondientes a la postura ideal y a la alineación corporal correcta, que debe ser equidistante del centro de gravedad.

A la vez que se consigue corregir las malas posturas, fruto de posiciones incorrectas, inconscientemente adoptadas a lo largo de la vida, también se obtiene una mejoría en la conciencia física del propio cuerpo.   

El método exige concentración, autocontrol y precisión, que comporta un gran parecido con otros programas de “control mental”. La mente debe controlar la ejecución correcta de todos los ejercicios, no hay que mantener una tensión continua y los movimientos deben realizarse con la mayor dosis de relajación posible. 

La respiración muy profunda debe fluir de manera natural y todos los sentidos deben ser conscientes y acompañar a los movimientos del organismo, proporcionándole una sensación de armonía plena.

Todos los ejercicios del método Pilates se pueden realizar sin necesidad de costosos aparatos ni accesorios especiales, a cualquier hora del día y en cualquier lugar, actuando sobre una alfombra o tapiz que proporcione suficiente apoyo y protección a la columna vertebral y teniendo en cuenta que, si la superficie es demasiado blanda, se puede perder la estabilidad y el equilibrio.

Se debe iniciar el programa con ejercicios de calentamiento para que la musculatura adquiera su tono previamente a desarrollar el programa principal y se estabilice el cuerpo desde dentro hacia fuera, para ello son recomendables la respiración torácica, la inclinación lateral, inclinación hacia delante y el cien, finalizando siempre con ejercicios de relajación. Sigue...