El trasplante fecal también podría beneficiar en el síndrome de colon irritable

05 de febrero de 2018 La prestigiosa revista The Lancet ha publicado los resultados de un estudio aleatorizado y controlado por placebo en el que 90 pacientes con síndrome de colon irritable (IBS) recibieron un trasplante de heces frescas o congeladas de donantes sanos.

El objetivo primario de reducción de 75 puntos en la escala de síntomas a los 3 meses fue alcanzado por el 65 y el 42% de los pacientes en el grupo de tratamiento activo y placebo, respectivamente. A los 12 meses el beneficio persistió en el 56 y en el 36% de los respectivos grupos, si bien en este caso la diferencia no fue significativa.

Peter Holger Johnsen, investigador en el Hospital Universitario del Norte de Noruega y director del estudio, afirma que los cambios observados en los pacientes no son atribuibles a comorbilidades psiquiátricas, el uso de antibióticos o loperamida, o a la dieta FODMAP, caracterizada por un bajo contenido en sacáridos fermentables y polioles. Tampoco se observaron diferencias en función de que el material fecal fuera fresco o congelado. El trasplante mostró ser seguro, si bien un paciente en el grupo de tratamiento activo sufrió mareos inmediatamente después del trasplante y fue mantenido en observación varias horas. Sólo dos pacientes en este grupo reportaron dolor gastrointestinal asociado a la terapia.

Johnsen indica que los resultados son consistentes con el concepto de que la patofisiología del IBS está estrechamente vinculada con una perturbación de la microbiota intestinal.