Nuevas evidencias refuerzan el papel que desempeña la flora intestinal para mantener el equilibrio del sistema inmunitario

Karla Islas Pieck

23 de octubre de 2017 BARCELONA, ESP. La microbiota intestinal es capaz de regular la respuesta inmunitaria del organismo frente a la enfermedad inflamatoria intestinal, según resultados de un estudio dirigido por el Dr. Pere Santamaria, investigador de la Calgary University, en Canadá, y del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS), en Barcelona, España.[1]

 

El trabajo, publicado en versión electrónica del 19 de octubre en Cell, pone de manifiesto la existencia de una proteína que expresa la microbiota en el momento que debuta la colitis ulcerosa en un paciente y que es la responsable de reclutar glóbulos blancos como estrategia contra la inflamación. Además, los científicos han podido comprobar que estas células inmunitarias, cuya función es proteger al intestino de la colitis, a su vez participan en el desarrollo de otra enfermedad autoinmune la diabetes de tipo 1.
"Estos hallazgos ponen de manifiesto la capacidad de la microbiota intestinal para mantener el equilibrio del sistema inmune de una manera muy especifica", según explica el Dr. Santamaria a Medscape en Español.
La microbiota

La flora intestinal está compuesta por aproximadamente un billón de bacterias por gramo de materia fecal. Entre sus funciones más conocidas destaca la de proporcionar al organismo los nutrientes esenciales para su correcto funcionamiento.
Además, las bacterias que la componen contribuyen a la digestión de diversos tipos de productos alimenticios y están implicadas en el funcionamiento normal del sistema inmunitario.
"Sabemos que cuando el equilibrio en la microbiota se desajusta, pueden aparecer algunas enfermedades autoinmunes. Pero no se sabe a ciencia cierta por qué aumenta la susceptibilidad a estas patologías", en palabras del investigador.
En el artículo se describe por primera vez un mecanismo que podría explicar esta relación. Los investigadores informan que las bacterias de la flora intestinal pueden regular los linfocitos T CD8+ (involucrados en los procesos de autoinmunidad) debido a la presencia de una proteína expresada por un componente de la microbiota, se trata de una integrasa que está expresada en algunas cepas de Bacteroides muy prevalentes en la flora intestinal.
"Cuando se desencadena la colitis, algunas de estas bacterias penetran a través de la pared epitelial que se ha destruido y eso induce el reclutamiento de linfocitos T CD8+ que reconocen específicamente a los péptidos que provienen de esta proteína. Posterior al reconocimiento por parte de las células presentadoras del antígeno, las células que fagocitan a las bacterias que penetran a través de la barrera epitelial se activan y matan a la célula presentadora de antígeno de forma que ya no puede causar inflamación", describe el Dr. Santamaria.
A su juicio, se trata de un mecanismo de defensa del organismo en el que "cada vez que hay una señal que podría desencadenar esta patología, se pone en marcha un mecanismo orientado a evitarlo".
Seguramente existen otras proteínas similares en la microbiota que protegen contra otras enfermedades. Dr. Pere Santamaria

Abanico de posibilidades

Una de las principales conclusiones del estudio es que la proteína que reconocen los linfocitos T CD8+, proveniente de la microbiota, guarda una similitud muy importante con una proteína del organismo humano que está expresada en la célula beta del páncreas. De hecho, en los pacientes con diabetes de tipo 1, las células T CD8+ matan a las células del páncreas "porque reconocen a una proteína que está expresada ahí. Pero da la casualidad de que estas células existen en el cuerpo con el objetivo de protegernos de la colitis".
Este descubrimiento pone sobre la mesa que "hay proteínas en la flora intestinal que son prácticamente idénticas, en varios fragmentos, a otras de nuestro propio cuerpo. Esto seguramente es el primer ejemplo, pero seguro que hay muchos casos más", concluye el investigador.
Para el Dr. Santamaria, estos hallazgos abren la puerta a nuevas líneas de investigación, ya que "seguramente existen otras proteínas similares en la microbiota que protegen contra otras enfermedades".
Además, este grupo de investigación ya está buscando la manera de emplear estos conocimientos para desarrollar tratamientos, intentando redirigir la respuesta del sistema inmunitario por medio de tecnología de nanomedicina.