El estrés de los padres incide en el desarollo neuronal del feto

Javier Granda Revilla.

Barcelona  24/04/2017 Bryan Kolb, profesor en la Universidad de Lethbridge, en Canadá. (Jaume Cosialls), pionero en la investigación en neurociencia, ha participado en la jornada sobre Neuropsicología y Escuela que ha organizado el Instituto Guttmann. Profesor en la Universidad de Lethbridge, en Canadá, es autor del manual de referencia Fundamentos de neuropsicología humana.

 

"Comencé a estudiar el cerebro en 1966 y ahora sabemos que mucho de lo que creíamos cierto entonces era erróneo. Estamos viviendo una revolución en la comprensión de la complejidad cerebral, sobre cómo funciona y en el desarrollo cerebral y en los factores que lo controlan, un aspecto en el que estoy especialmente interesado", ha explicado.

"Me intrigan mucho los efectos de las experiencias que tienen los padres antes de concebir y cómo éstas cambian el curso del desarrollo cerebral de hijos y nietos, sobre todo en los mecanismos epigenéticos. Esta creo que será la próxima revolución: entender su influencia. Y técnicas de imagen no invasivas que nos permitan ver funcionar el cerebro, como los diferentes tipos de resonancia magnética, nos ayudarán mucho en la investigación", ha añadido.

El entorno tiene un peso significativo en el desarrollo no sólo del cerebro, sino de todo el cuerpo ya que contribuye a cambiar patrones de expresión génica
Sus trabajos se realizan en ratas, ya que la organización básica del cerebro es similar a humanos, "con la obvia excepción del lenguaje, pero los humanos tampoco lo tienen hasta los 18-24 meses. Podemos, por ejemplo, ver el efecto de drogas como la nicotina en el desarrollo del cerebro, cómo este cambia y responde a experiencias posteriores en la vida".

El efecto del estrés es otro de sus ámbitos de interés. "De nuevo, la fase pre-concepción es determinante: si tu padre o tu madre -especialmente tu padre- tenían estrés entonces, se altera el curso del desarrollo cerebral. Y lo mismo sucede con el estrés gestacional y posnatal: hemos observado que las neuronas se ven afectadas en función de cuándo se produce este estrés. Y, en cuanto a la influencia en el comportamiento, no se ve hasta la adolescencia, como en el caso de violencia o abusos", ha detallado.

Peso del entorno
El papel del entorno también tiene un peso significativo, "ya que contribuye a cambiar patrones de expresión génica no solo en el cerebro, sino en todo el cuerpo. Pero el entorno puede tener tanto un efecto beneficioso (como las caricias y abrazos de los padres) como perjudicial. Así lo constatamos en la tormenta de hielo que sacudió Canadá en 1989 y que destruyó las redes de electricidad. Dejó a gran parte de la población de Quebec sin luz durante seis semanas y las temperaturas rondaban los 20 grados bajo cero. Al ver los efectos en los chicos que ahora tienen 16-17 años, hemos comprobado cómo afectó a su comportamiento, su inteligencia y a su cognición: las experiencias horribles que sufrieron las mujeres cuando estaban embarazadas se transfirieron al feto".