Un estilo de vida saludable puede contrarrestar parcialmente el componente genético del riesgo coronario

21 de diciembre de 2016 BOSTON, EEUU. La adherencia a un estilo de vida saludable puede reducir considerablemente el riesgo de enfermedad arterial coronaria a pesar de haber un riesgo genético elevado para eventos coronarios, según los resultados de un nuevo estudio[1].

 

"Por lo menos para un ataque cardiaco, el ADN no es el determinante", dijo el Dr. Sekar Kathiresan (Massachusetts General Hospital, Harvard Medical School, EEUU) a Medscape. "Inclusive si uno está en un riesgo genético elevado, uno tiene la habilidad de controlar una parte de ese riesgo al adherirse a un estilo de vida saludable".

"Si uno tiene un riesgo genético elevado y un estilo de vida poco favorable, en este estudio, el riesgo a 10 años de tener un ataque al corazón es de cerca de 11%", explicó el Dr. Kathiresan . "Pero si tienes un riesgo genético elevado y un estilo de vida favorable, el riesgo a 10 años es de solo 5%, lo que sugiere que uno podría reducir más de un 50% su riesgo genético al adherirse a un estilo de vida saludable".

Kathiresan y colaboradores cuantificaron el riesgo genético para enfermedad coronaria en cerca de 60,000 participantes en tres cohortes prospectivas ( Atherosclerosis Risk in Communities , Women's Genome Health Study y Malmö Diet and Cancer Study ) y una cohorte transversal ( BioImage Study ).

También desarrollaron la puntuación del estilo de vida basada en cuatro factores: tabaquismo ausente, no obesidad, regularidad de ejercicio, y dieta saludable. Los participantes que tuvieran tres o más de estos factores fueron considerados con un estilo de vida favorable, los participantes con dos factores fueron considerados con un estilo de vida intermedio y los participantes con uno o sin factores fueron considerados como estilo de vida no favorable.

"De su evaluación inicial, sacamos la puntuación de estos 60,000 participantes en tres categorías de riesgo genético: riesgo genético elevado, riesgo genético intermedio y riesgo genético bajo. De forma paralela también se les calculó a estos individuos la puntuación del estilo de vida en: estilo de vida favorable, estilo de vida intermedio y estilo de vida no favorable, explicó Kathiresan.

Los resultados, publicados el 15 de diciembre de 2016 en The New England Journal of Medicine, con el autor principal, el Dr. Amit V. Khera (Massachusetts General Hospital, Harvard Medical School, Estados Unidos).

Los investigadores encontraron que el riesgo relativo de un evento coronario incidental, fue 91% más alto en aquellos participantes con el riesgo genético mas elevado que en aquellos con el riesgo genético mas bajo (hazard ratio, HR: 1,91; IC 95%: 1,75 – 2,09).

Sin embargo, también encontraron que cada uno de los factores del estilo de vida, se asoció con una disminución del riesgo de eventos coronarios: tabaquismo ausente (HR: 0,56; IC 95%: 0,47 – 0,66), no presentar obesidad (HR: 0,66; IC 95%: 0,58 – 0,76), actividad física regular (HR: 0,88; IC 95%: 0,80 – 0,97), y dieta saludable (HR: 0,91; IC 95%: 0,83 – 0,99).

Los investigadores encontraron que los factores del estilo de vida eran fuertes predictores de eventos coronarios en cada categoría de riesgo genético. Un estilo de vida favorable, comparado con no favorable fue asociado a una disminución del 45% del riesgo relativo dentro de los participantes con un riesgo genético bajo, igualmente se observó una disminución del 47% del riesgo relativo dentro de los participantes con un riesgo genético intermedio, y una disminución del 46% del riesgo relativo dentro de los participantes con un riesgo genético elevado.

"Muchos de los pacientes que acuden a consulta tienen una historia familiar fuerte [de ataque al corazón], sienten que están condenados a tener este problema, que ellos no tienen control. Considero que nuestros datos dan seguridad de que aun si tienes un riesgo familiar alto, cada uno tiene el control sobre su salud", puntualizó el Dr. Kathiresan. "Es un buen mensaje de salud pública, decir que el estilo de vida es importante, aun en personas con riesgo genético elevado".

El también planteó la pregunta al revés: "Si en un momento dado heredas buenos genes, ¿puede un mal estilo de vida contrarrestar eso? Nosotros encontramos que sí. La tasa de incidencia de ataque al corazón con buenos genes y mal estilo de vida fue también cerca del 5%".

"Lo nuevo aquí", resumió, "es una mirada a la interrelación entre el estilo de vida y la genética. Lo diferente de nuestro estudio es que vimos la interacción entre ambos".