Pacientes con daño cerebral demandan una visión integral del tratamiento rehabilitador

28-05-2021 También reclaman una visión integral del tratamiento rehabilitador, así como la inclusión del ámbito social en la atención primaria. La pandemia del covid-19 ha puesto de relieve de manera clara la afectación biopsicosocial que el daño cerebral infringe en los pacientes con consecuencias cognitivas, físicas y emocionales que afectan de forma directa en la calidad de vida y la autonomía y socialización de los enfermos.

Esta problemática ha sido discutida por expertos en el campo durante la "Mesa Redonda virtual Gestión post-covid en los Servicios de Rehabilitación y Neurología: abordaje de la espasticidad y la distonía cervical", organizada por la Societat Catalana de Gestió Sanitaria (SCGS), la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), con el aval de la Societat Catalana de Medicina Fisica i Rehabilitació y la Societat Catalana de Neurologia, con la colaboración de Ipsen.

Según Lourdes Andreu, coordinadora de TRACE (Associació Catalana de Traumàtics Cranioencefàlics i Dany Cerebral), "desde el punto de vista de los pacientes, el daño cerebral requiere del planteamiento de una visión integral del tratamiento rehabilitador, inclusión del ámbito social en la atención sanitaria, así como de un gestor de casos que coordine de forma eficiente el área funcional, emocional y la inclusión social". La irrupción del covid-19 ha conllevado una repercusión directa importante en la rehabilitación de estos pacientes, "creando una aún mayor desestabilización familiar y económica, desinformación y problemas de salud mental", asegura la coordinadora.

Coordinación entre profesionales: clave para un óptimo desarrollo

Pere Vallribera, secretario general de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), insiste en la importancia de mantener una buena cooperación entre equipos: "La atención sanitaria de estas personas requiere más que nunca la coordinación entre profesionales sanitarios y directivos de la salud y gestores, con una asistencia integrada y multidisciplinar, en la que los recursos se dirijan a mejorar la calidad de vida de los pacientes desde una perspectiva global". En palabras de Ramon Cunillera, presidente de la SCGS, "desde el punto de vista de la gestión sanitaria, es fundamental analizar qué atención y servicios sanitarios pueden discontinuarse durante una pandemia como el covid-19 u otra y cuáles no, para intentar establecer los procesos necesarios para ello".

Durante la primera ola de la pandemia, muchos pacientes con espasticidad y distonía cervical vieron interrumpido su tratamiento con toxina botulínica, dado que éste debe recibirse en el medio hospitalario, "por lo que sufrieron un agravamiento de los síntomas y una mayor limitación en sus actividades", explica Yaroslau Compta, presidente de la Societat Catalana de Neurologia. "Estudios realizados en Alemania ponen de manifiesto que el 93% de los pacientes con distonía que interrumpieron el tratamiento padecieron un empeoramiento de los espasmos musculares, el 82% empeoramiento de la calidad de vida y el 66% puso de manifiesto la importancia del tratamiento con toxina botulínica cuando se reiniciaron las consultas y, con ello, el tratamiento".

La crisis sanitaria ocasionada por el covid-19 ha impulsado la utilización de la telemedicina. Pero ésta no es efectiva y eficiente de la misma forma dependiendo del tipo de patología y paciente. En palabras de Miguel Ángel González-Viejo, presidente de la Societat Catalana de Medicina Fisica i Rehabilitació, "hasta ahora no hay suficiente información ni jurisprudencia de lo que significa la Lex Artis en relación con la práctica telemática de la medicina. De hecho, ni la Ley 41/2002 de Autonomía del Paciente, ni la Ley 55/2003 reguladora del Estatuto Marco, ni la Ley 44/2003 de Ordenación de Profesiones Sanitarias, hacen referencia a la modalidad de medicina a distancia". "En el momento actual, -añade-, disponemos del conocimiento y cualificación en la aplicación de las técnicas terapéuticas, pero no disponemos de las herramientas y equipos correspondientes para el ejercicio de la telemedicina para evaluar la espasticidad y su repercusión en dos aspectos básicos de la rehabilitación: discapacidad y función".