Esguinces de tobillo

Jill era jugadora de hockey sobre hierba y ya estaba habituada a torcerse el tobillo. Siempre había podido levantarse y reincorporarse al juego. Pero un día pisó el pie de otra jugadora y se torció el tobillo más fuerte que nunca. Le dolía mucho y le costaba andar y apoyarse en él.

 

Después del partido, fue al médico para que le examinara el tobillo. Lo tenía amoratado e hinchado y lo notaba inestable cuando intentaba apoyarse en él para andar. El médico le dijo que se había hecho un esguince de tobillo de grado II e iba a tener que dejar de jugar de 4 a 6 semanas.

¿Qué es un esguince de tobillo?

Un esguince de tobillo es una lesión muy habitual en los adolescentes, sean o no deportistas. Sucede cuando los ligamentos que sustentan el tobillo se distienden en exceso o se desgarran. Puedes torcerte el tobillo por meter el pie en un hoyo, resbalar cuesta abajo o, simplemente, por apoyar mal el pie.

Algunos esguinces de tobillo son lesiones de poca importancia que se curan con poco tratamiento. No obstante, otros pueden ser más graves. Los tres grados de esguince de tobillo, basados en la medida en que están afectados los ligamentos, son los siguientes:

Grado I. Se trata de un esguince leve donde los ligamentos se distienden ligeramente. Una persona con un esguince de grado I tendrá el tobillo algo dolorido y es posible que lo note un poco hinchado.
Grado II. Se trata de un esguince moderado donde los ligamentos se desgarran parcialmente, de modo que la articulación del tobillo se nota demasiado laxa. El tobillo duele y es posible que permanezca hinchado un tiempo. Puede costar bastante apoyar el peso en el pie afectado.
Grado III. Es el tipo de esguince más grave y ocurre cuando se produce una rotura total de un ligamento del tobillo. La articulación del tobillo duele mucho y está bastante hinchada. La persona notará el tobillo laxo e inestable y, al principio, es probable que no pueda apoyarse en absoluto sobre el pie afectado.
¿Cómo sé si me he hecho un esguince?

Si el tobillo te duele tanto después de la lesión que necesitas llamar al médico, es probable que el personal de enfermería te haga preguntas por teléfono sobre cómo te has lesionando y qué es lo que notas. Es posible que te indique cómo tratártelo tú mismo.

Si el médico quiere que vayas a visitarlo, te explorará el tobillo para determinar qué ligamentos te has lesionado. Esto conlleva mover el tobillo de distintos modos para comprobar su estabilidad y determinar el grado del esguince. Es posible que el médico también te mande una radiografía para comprobar si hay algún hueso roto.

En contadas ocasiones los esguinces de tobillo se asocian a lesiones graves de ligamentos o articulares; en tales casos, el médico es posible que solicite una resonancia magnética para evaluar la lesión en más detalle.

¿Cuáles son las causas del esguince de tobillo?

Casi todos los esguinces de tobillo suceden cuando las personas giran o cambian de dirección con demasiada brusquedad o cuando se tuercen el pie, lesionándose los ligamentos que conectan los huesos del tobillo con los de la pierna. Los esguinces de tobillo no solo ocurren cuando se practican deportes duros: puedes hacerte uno al pisar mal o al tropezar en las escaleras.

El tipo de esguince de tobillo más frecuente se denomina inversión de tobillo o esguince del ligamento lateral externo. En este tipo de esguince, el tobillo se tuerce de tal forma que la planta del pie apunta hacia dentro. Esto distiende y posiblemente daña los ligamentos de la parte externa del tobillo.

Cuando te tuerces el tobillo en la dirección opuesta, es decir, cuando la planta del pie te apunta hacia afuera, esto recibe el nombre de esguince del ligamento interno. En este tipo de esguince se lesionan los ligamentos de la parte interna del tobillo. Los esguinces del ligamento interno son bastante poco frecuentes.

Si te haces esguinces repetidamente en el mismo tobillo o sientes dolor durante más de cuatro semanas, quizá padezcas un esguince crónico. Este tipo de esguince de larga duración puede resentirse o agravarse con actividades donde hay muchos movimientos y giros de pies, como correr, bailar o practicar deporte.

¿Pueden prevenirse los esguinces de tobillo?

Los esguinces de tobillo son imposibles de prevenir. Pero todos podemos tomar precauciones para disminuir las probabilidades de que nos ocurran.

La mejor manera de prevenir los esguinces de tobillo reside en mantener los tobillos flexibles y la musculatura de las piernas fuerte. Tu entrenador, médico o profesor de educación física puede proporcionarte una serie de ejercicios fáciles de realizar que puedes hacer en casa para desarrollar la musculatura (que protege los ligamentos) y aumentar la flexibilidad.

He aquí varias maneras de protegerte de los esguinces de tobillo:

Haz siempre ejercicios de precalentamiento y utiliza técnicas de elongación recomendadas para los tobillos antes de practicar deporte, hacer ejercicio o cualquier otra actividad física.

Fíjate en dónde pisas cuando camines o corras por un terreno irregular o con hoyos.

No te pases de la raya. El cansancio o la fatiga aumentan las probabilidades de lesionarse. Cuando te notes cansado, baja el ritmo, interrumpe la actividad o fíjate más en dónde pisas.

Si te has hecho un esguince de tobillo, asegúrate de tenerlo bien curado antes de empezar a practicar una actividad física vigorosa.

Si eres propenso a los esguinces de tobillo, también ayuda utilizar tobilleras o zapatos de caña alta.

Cómprate zapatos de calidad que sean de tu número y llévalos bien atados. Hablando de zapatos, una de las principales causas de los esguinces de tobillo que se hacen las mujeres es llevar zapatos de tacón.

¿Cómo se trata un esguince de tobillo?

El tratamiento de los esguinces de tobillo depende de su grado. Casi todos los esguinces se curan en un período de tiempo de 4 a 6 semanas si la persona afectada se protege bien el tobillo y sigue las instrucciones del médico.

Si te has hecho un esguince de tobillo, algunas de las cosas que puedes hacer para favorecer su recuperación son:

Hacer lo que te DICE el médico lo antes posible después del esguince:

Descanso. Limita el tiempo que andas e intenta no apoyarte en el tobillo si el médico te lo recomienda.
hIelo. Durante las primeras 48 horas posteriores al esguince, utiliza una bolsa de hielo o una compresa fría para reducir la inflamación. Deberías empezar lo antes posible después de hacerte el esguince y repetirlo cada 3 o 4 horas (de 20 a 30 minutos seguidos) hasta que la inflamación haya desaparecido.
Compresión. Es posible que el médico te inmovilice el tobillo con una férula inflable o un vendaje elástico. Sigue atentamente las instrucciones y no te lo quites hasta que te lo indique el médico.
Elevación. Cuando estés sentado o tumbado, ten la pierna en alto.
Tomar medicamentos antiinflamatorios. El ibuprofeno y otros antiinflamatorios no esteroides (AINE) alivian el dolor y reducen la infamación del tobillo.

Evitar actividades que fuerzan el tobillo. No practiques deportes que exigen correr, cambiar bruscamente de dirección o parar en seco hasta que el médico te lo autorice. No hagas caminatas, corras ni practiques ejercicio en superficies irregulares hasta que el tobillo esté bien curado.

Hacer elongación y ejercicios para desarrollar la musculatura. Cuando el dolor y la inflamación hayan remitido, pregunta al médico qué ejercicios puedes hacer para aumentar la fuerza y la flexibilidad de tu tobillo. Dependiendo de la gravedad del esguince, es posible que el médico te recomiende sesiones de rehabilitación para favorecer su curación.

Esguinces más graves

Con un esguince de grado II, es conveniente llevar un vendaje elástico o una férula inflable (una tobillera acolchada de plástico). Con un esguince de grado III, hay que inmovilizar el tobillo con una férula rígida u otro soporte ortopédico duro.

Incluso los ligamentos del tobillo que se han roto por completo a menudo se curan solos si se inmovilizan como es debido. No obstante, en contadas ocasiones, un esguince de tobillo puede requerir cirugía.

Por lo general, los médicos prueban la inmovilización y otros tratamientos antes de recomendar una intervención. Pero, si tu médico decide que operar es la mejor opción, es posible que empiece haciéndote una artroscopia. Esta técnica consiste en insertar una pequeña cámara en la articulación por una diminuta incisión. Permite que el médico vea la articulación por dentro para determinar qué sucede (por ejemplo, si parte del ligamento ha quedado atrapado en la articulación o si esta contiene fragmentos de hueso) y tratarlo en caso necesario.

En contadas ocasiones, los médicos recomendarán la cirugía para reconstruir un ligamento roto. No obstante, es improbable que la mayoría de adolescentes necesiten este tipo de intervenciones para un esguince de tobillo. Probablemente, tu cuerpo se curará solo siempre y cuando no lo fuerces demasiado antes de tiempo.

Con los esguinces, la clave está en no pasarse de la raya. Sigue los consejos del médico y no te fuerces ni te sientas presionado para reanudar un deporte u otra actividad física demasiado pronto. Por lo general, los esguinces se curan bien, pero necesitan tiempo para hacerlo.

Revisado por: Kate M. Cronan, MD