Se vincula una mala forma física en la mediana edad con el riesgo de muerte precoz

MIÉRCOLES, 30 de abril de 2014 (HealthDay News) -- Las personas de mediana edad
a quienes les va mal en unas pruebas sencillas de capacidad física podrían estar
en un mayor riesgo de muerte precoz, según un estudio reciente.

Otro estudio halló que la actividad física de intensidad leve todos los días
podría reducir las probabilidades de discapacidad en los adultos con, o en
riesgo de contraer, artritis de la rodilla.
Ambos estudios aparecen en línea el 29 de abril en la revista bmj.com.
En el primer estudio, los investigadores observaron datos de más de 5,000
personas de 53 años en Inglaterra que se sometieron a pruebas de su fuerza de
agarre de la mano, con qué rapidez podían ponerse de pie estando sentados en una
silla, y su equilibrio mientras estaban de pie.
Se dio seguimiento a los participantes hasta los 66 años de edad. En ese
periodo, 88 murieron de cáncer, 47 de enfermedades cardiacas y 42 de otras
causas. A los que les fue peor en las pruebas de capacidad física a los 53 años
tenían el riesgo más alto de morir en los próximos 13 años, según un comunicado
de prensa de la revista.
Los investigadores también hallaron que las personas que no pudieron completar
ninguna de las pruebas de capacidad física a los 53 años tenían doce veces más
probabilidades de morir durante el periodo de seguimiento que las que
completaron las tres pruebas.
Los hallazgos sugieren que esas simples pruebas de capacidad física podrían
usarse para identificar a las personas de mediana edad que son menos propensas a
lograr una "vida larga y sana", concluyeron la Dra. Rachel Cooper, de la Unidad
para la Salud durante Toda la Vida y el Envejecimiento del Consejo de
Investigación Médica del Colegio Universitario de Londres, y sus colaboradores.
El segundo estudio, de investigadores de EE. UU., incluyó a casi 1,700 personas
de 49 a 83 años de edad que tenían, o estaban en riesgo alto de, osteoartritis
de la rodilla. Al inicio del estudio, todos los participantes podían realizar
las actividades diarias normales, como vestirse, bañarse, preparar las comidas o
ir de compras al supermercado.
Durante los dos años de seguimiento, los que hacían actividad física ligera eran
menos propensos a volverse discapacitados debido a la osteoartritis de la
rodilla.
"Nuestros hallazgos proveen ánimo a los adultos que quizá no sean candidatos a
aumentar la intensidad de la actividad física debido a las limitaciones de
salud. Un mayor tiempo de actividad física diaria podría reducir el riesgo de
discapacidad, aunque la intensidad de la actividad adicional no se aumente",
concluyeron los investigadores.
Un editorial que acompaña a ambos estudios en la revista anotó que "se ha
prestado poca atención a la pregunta sobre qué cantidad de actividad física se
necesita para plantear una diferencia", escribió la Dra. Elizabeth Badley, de la
Universidad de Toronto.
La falta de actividad física en las personas con osteoartritis de rodilla
aumenta su riesgo de discapacidad y de disminución en la capacidad física, y
"una capacidad física reducida a su vez afecta la esperanza de vida", escribió.
El mensaje subyacente de ambos estudios es que "incluso un poco ayuda, al menos
respecto a la actividad física", concluyó Badley.
Aunque los estudios vincularon la actividad y la capacidad física en la mediana
edad con el riesgo futuro de muerte y discapacidad por la artritis, no
establecieron relaciones causales.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: bmj.com, news release, April 29, 2014
HealthDay