La actividad física reduce la producción de insulina y contribuye al envejecimiento saludable

05/01/2023 La actividad física podría afectar positivamente a la regulación de la insulina y contribuir al envejecimiento saludable y la longevidad.

La insulina es una hormona esencial para los seres humanos y muchos otros seres vivos. Su función más conocida es regular el metabolismo del azúcar. Cómo hace este trabajo es bien entendido. Hasta ahora, se sabe poco acerca del control de la actividad de las células productoras de insulina y, en consecuencia, de la secreción de esta hormona.

En este contexto, un equipo del Biocenter de Julius-Maximilians-Universität (JMU) Würzburg en Bavaria (Alemania) ha publicado un estudio en la revista científica ´Current Biology´. El grupo del Dr. Jan Ache utilizó la mosca de la fruta Drosophila melanogaster como objeto de estudio. Se da la circunstancia de esta mosca también segregó insulina después de ingerir alimento. Sin embargo, en la mosca, la hormona no proviene del páncreas como en los humanos, sino que es liberada por las células nerviosas del cerebro.

Efectos de la reducción de insulina

El grupo de JMU descubrió que la actividad física de la mosca tiene un fuerte efecto en sus células productoras de insulina. En este sentido, la reducción de la actividad de la insulina podría contribuir al envejecimiento saludable y la longevidad.

Por primera vez, los investigadores midieron electrofisiológicamente la actividad de estas células en Drosophila que caminan y vuelan. "Nuestro trabajo muestra un posible vínculo que explica cómo la actividad física podría afectar positivamente la regulación de la insulina a través de las vías de señalización neuronal", según expuso el Dr. Sander Liessem, primer autor del trabajo

El resultado fue que, al comenzar a caminar o volar, las células productoras de insulina de Drosophila se inhibieron inmediatamente. Cuando la mosca dejó de moverse, la actividad de las células volvió a aumentar rápidamente y se dispara por encima de los niveles normales.

"Presumimos que la baja actividad de las células productoras de insulina durante la marcha y el vuelo contribuye a la provisión de azúcares para satisfacer la mayor demanda de energía", indicó el Dr. Liessem. "Sospechamos que el aumento de la actividad después del ejercicio ayuda a reponer las reservas de energía de la mosca, por ejemplo, en los músculos", agregó.

El equipo de JMU también pudo demostrar que la inhibición rápida y dependiente del comportamiento de las células productoras de insulina está controlada activamente por vías neuronales. "Es en gran medida independiente de los cambios en la concentración de azúcar en la sangre de la mosca", explicó la coautora, la Dra. Martina Held.

"Aunque la liberación de insulina en las moscas de la fruta está mediada por células diferentes a las de los humanos, la molécula de insulina y su función apenas han cambiado en el curso de la evolución", según el investigador Jan Ache. Y es que en los últimos 20 años, utilizando Drosophila como organismo modelo, ya se han respondido muchas preguntas fundamentales que también podrían contribuir a una mejor comprensión de los defectos metabólicos en humanos y las enfermedades asociadas, como la diabetes o la obesidad.

El objetivo a largo plazo de este equipo de investigación es dar respuesta a ciertas cuestiones, entre ellas, ¿cómo controla el cerebro el caminar y otros comportamientos, y cómo asegura el sistema nervioso que el balance de energía se regule en consecuencia?