Los corredores podrían vivir más

LUNES, 4 de junio (HealthDay News) 

Aparentemente, los corredores viven más, sugiere una investigación reciente, pero los investigadores también hallan que correr demasiado a una intensidad alta podría resultar nocivo para el corazón.

Probablemente haya un punto crítico, concluyeron los autores de otro nuevo
estudio que observó la salud cardiovascular de los atletas de resistencia, en
que el corazón ya no se beneficia, y podría incluso sufrir daños.
 
El primer estudio, de investigadores de la Universidad de Carolina del Sur y del
Sistema de Salud Ochsner, en Nueva Orleáns, fue presentado el sábado en una
reunión del Colegio Americano de Medicina del Deporte (American College of
Sports Medicine), en San Francisco. Analizó la relación entre correr y las
muertes relacionadas con el sistema cardiovascular en casi 53,000 adultos. Las
investigaciones presentadas en reuniones médicas se deben considerar como
preliminares hasta que se publiquen en una revista médica revisada por
profesionales.
 
Los participantes tenían entre veinte y cien años de edad, y se habían sometido
a un examen médico entre 1971 y 2003. Todos estaban libres de enfermedad
cardiaca, cáncer y diabetes al inicio del estudio.
 
Los investigadores obtuvieron información de cuestionarios en que los
participantes reportaron sus actividades de ocio, lo que incluía sus hábitos de
correr. Alrededor de 27 por ciento afirmaron que corrían.
 
Los científicos usaron datos del Índice Nacional de Muertes y hallaron que los
corredores tenían una tasa de mortalidad alrededor de veinte por ciento más baja
que los no corredores, señaló el investigador líder, el Dr. Chip Lavie, director
médico de rehabilitación y prevención cardiacas del Instituto Cardiaco y
Vascular John Ochsner, en Nueva Orleáns.
 
Correr reducía el riesgo de mortalidad cuando una persona no superaba los 32 KM
(20 millas) por semana, no corría a más de 8 a 11 KM (5 a 7 millas) por hora, ni
corría más de dos a cinco veces por semana, reportaron los autores.
 
"Aunque unas dosis más altas [de correr] no se asociaban con peores resultados
en comparación con los no corredores, los que tenían dosis más altas de
distancia, frecuencia y velocidad parecían perder la ventaja de supervivencia
obtenida a dosis más bajas de correr", anotó Lavie.
 
Otro estudio, publicado en la edición de junio de la revista Mayo Clinic
Proceedings, revisó la literatura científica sobre el efecto del entrenamiento
extremo en resistencia (como el que realizan los maratonistas, los triatletas,
los ciclistas profesionales y los corredores de ultramaratones), y halló que
puede llevar a daño cardiaco a largo plazo.
 
"Probablemente lo mejor que una persona pueda hacer para su salud a largo plazo
es ejercicio diario", aseguró el Dr. James O'Keefe, autor líder del segundo
estudio y profesor de medicina de la Universidad de Missouri y del Hospital
Saint Luke en Kansas City, Missouri. "Pero si entrena más de lo que el sistema
cardiovascular está diseñado para manejar, puede forzar el corazón y provocar
daño".
 
Apuntó que ciertos biomarcadores cardiovasculares se elevaron durante el
entrenamiento extremo en algunos atletas.
 
"Aunque vuelven a la normalidad en una semana, en el transcurso de meses y años,
las elevaciones podrían llevar a daño cardiaco y a una mayor susceptibilidad a
ciertos tipos de arritmias", señaló O'Keefe.
 
También anotó que en un estudio reciente, doce por ciento de los maratonistas
aparentemente sanos mostraban "cicatrices irregulares del miocardio".
 
Correr ultramaratones y el ciclismo profesional también se han relacionado con
un aumento de hasta cinco veces en la fibrilación auricular, una arritmia
cardiaca, reportaron los investigadores. También hay ciertas sugerencias de que
el ejercicio excesivo a largo plazo podría relacionarse con calcificación de la
arteria coronaria y endurecimiento de las paredes de las arterias grandes, pero
se amerita más investigación, añadieron.
 
Para ayudar a crear un panorama más claro sobre cómo el ejercicio afecta al
corazón, O'Keefe explicó que "nosotros bombeamos alrededor de casi cinco litros
(cinco cuartos de galón) de sangre alrededor de nuestros cuerpos por minuto. Si
ejercitamos mucho, eso puede subir a hasta casi 24 litros (25 cuartos de galón)
por minuto. Se demanda mucho del corazón. Aunque el corazón es un órgano
extremadamente resistente y se puede entrenar para que haga cosas increíbles,
creemos que a largo plazo es más sano que las personas hagan ejercicio
moderado".
 
"Más allá de 30 a 60 minutos al día, se alcanza un punto en que el rendimiento
disminuye", apuntó.
 
Si desea hacer ejercicio de alta intensidad, aconsejó intentar ceñirse a
entrenamiento a intervalos, o sea acelerones más cortos, en lugar de intensidad
prolongada.
 
El Dr. James Eichelberger, maratonista y cardiólogo, así como profesor asociado
de medicina en la división de cardiología de la Facultad de Medicina y
Odontología de la Universidad de Rochester, en Nueva York, dijo que aunque es
verdad que los atletas que se entrenan extremadamente pueden desarrollar cambios
leves en los volúmenes de las cámaras del corazón e incluso un pequeño escape de
biomarcadores cardiacos al torrente sanguíneo, "la mayoría de esos cambios se
normalizan poco después de que dejan de hacer ejercicio extremo. Los efectos
negativos a largo plazo no están claros, y probablemente no anulen los
beneficios a largo plazo bien conocidos".
 
Su consejo es "ser constante y evitar los extremos si hace ejercicio
exclusivamente para la salud". En otras palabras "no sea un guerrero de fin de
semana".
 
Eichelberger se mostró inseguro al sugerir directrices de distancia semanales.
"No estoy seguro de que realmente haya una distancia correcta que aplique a todo
el mundo. Me siento muy escéptico ante la idea de que correr menos de 32 KM (20
millas) a la semana sea bueno, y correr más de 32 KM sea malo. Es probable que
en realidad varíe dependiendo de muchos factores distintos, como la edad del
paciente, si está en buena forma o no, y otras comorbilidades, entre otros
factores", planteó.
 
También anotó que el corazón no es la única parte del cuerpo que se ve afectada
por el entrenamiento extremo en resistencia, ya que también representa una carga
para el sistema musculoesquelético.
 
Lavie, uno de los autores del segundo estudio además del primero, dijo que el
estudio sobre atletas de resistencia muestra que el ejercicio intenso prolongado
conlleva riesgos.
 
"Sabemos que la gente desea correr maratones y triatlones, y hacerlo
ocasionalmente probablemente no sea malo", dijo Lavie. "Pero desde el punto de
vista de la salud, sería mejor no hacer ejercicio de resistencia durante mucho
tiempo con mucha frecuencia".
 
"Varíelo. Haga algo de yoga, o entrenamiento en fuerza", añadió O'Keefe.
 
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: James O'Keefe, M.D., professor, medicine, University of Missouri, and
Saint Luke's Hospital, Kansas City, and chief, preventive cardiology,
Mid-America Heart Institute, Kansas City, Mo.; Chip Lavie, M.D., professor,
medicine, and medical director, cardiac rehabilitation and prevention, John
Ochsner Heart and Vascular Institute, New Orleans; James Eichelberger, M.D.,
associate professor, medicine, cardiology division, University of Rochester
School of Medicine and Dentistry, Rochester, N.Y.; June 2, 2012, presentation,
American College of Sports Medicine annual meeting, San Francisco; June 2012
Mayo Clinic Proceedings

HealthDay