La realización de 20 minutos de ejercicio diario reduce la enfermedad cardiovascular en mayores de 70 años

Ashley Lyles

7 de marzo de 2022 En un estudio de cohortes con un seguimiento de 20 años, los patrones más activos de actividad física se asociaron con tasas reducidas de mortalidad general y enfermedad cardiovascular, sobre todo en edades no tan avanzadas en la vejez.[1]

En esta población de personas mayores de 65 años, los investigadores encontraron que la actividad física en general se asoció con menores tasas de incidencia de enfermedad cardiovascular, particularmente entre los hombres, y la asociación fue más fuerte en personas de 70 a 75 años de edad, en lugar de los grupos de mayor edad.

También observaron las "trayectorias", o cambios en la actividad a lo largo del tiempo, y encontraron que una trayectoria de actividad alta y estable se asoció con un riesgo significativamente menor de resultados cardiovasculares en los hombres que en aquellos con una trayectoria baja estable. Para las mujeres, realizar más actividad física se asoció consistentemente con resultados más bajos de enfermedad cardiovascular, aunque no de manera estadísticamente significativa, excepto por la mortalidad general, que sí alcanzó valores significativos.

Cabe destacar que la mayor reducción del riesgo cardiovascular se reportó en personas que hacían más de 20 minutos de ejercicio físico al día, y fue más pronunciada en personas de 70 años.

La actividad física también se asoció con una menor incidencia de insuficiencia cardiaca y enfermedad coronaria en las personas mayores, especialmente iniciando la vejez, informaron el Dr. Claudio Barbiellini Amidei, University of Padua, Italia, y sus colaboradores.

Los datos sugieren que la actividad física es más efectiva para prevenir la aparición de enfermedad cardiovascular cuando se implementa más temprano en la vida que tarde, señaló el Dr. Amidei en un correo electrónico.

"Los hallazgos de nuestro estudio sugieren que la actividad física en la vejez tiene un efecto protector sobre la salud cardiovascular. La recomendación de la Organización Mundial de la Salud para adultos y adultos mayores es practicar al menos 20 minutos de actividad física de moderada a vigorosa por día. Creo que es un objetivo realista, y los formuladores de políticas deben crear conciencia sobre la importancia de lograr este objetivo en todas las edades, incluyendo la vejez", dijo el Dr. Amidei.

El estudio fue publicado en versión electrónica el 14 de febrero en Heart.[1]
Investigaciones anteriores han demostrado que el mayor beneficio de la actividad física alta, en comparación con la baja, comienza alrededor de los 60 años, y eso se debe a que las personas más jóvenes tienen un riesgo mucho menor, comentó el Dr. Carl "Chip" Lavie, director médico de rehabilitación y prevención cardiaca en Ochsner Clinical School de la University of Queensland School of Medicine, en Nueva Orleans, Estados Unidos, que no participó en el estudio."A edades bastante avanzadas, por ejemplo, a partir de los 80 años, el ejercicio de resistencia o el entrenamiento con pesas y el entrenamiento del equilibrio pueden ser incluso más importantes que el entrenamiento aeróbico", añadió.

"Trayectorias" de actividad
Los beneficios de la actividad física sobre el riesgo cardiovascular están bien establecidos, señalaron los investigadores. Está menos claro el papel que juegan las trayectorias de actividad física a lo largo del tiempo, aunque la investigación hasta la fecha sugiere que disminuye el riesgo con el aumento de la actividad desde la mediana edad hasta la vejez temprana, escribieron.

Para el análisis actual, los investigadores evaluaron a 3.099 participantes italianos. La edad promedio fue de 75 años y los datos de referencia se recopilaron entre 1995 y 1997.

Se realizaron visitas de seguimiento después de cuatro años y nuevamente después de siete años. Utilizando registros médicos hospitalarios y datos de mortalidad, los investigadores pudieron recopilar datos de seguimiento hasta 2018. Los registros hospitalarios, las encuestas y las evaluaciones clínicas les ayudaron a identificar enfermedades cardiovasculares incidentales y prevalentes, como ictus, enfermedad coronaria e insuficiencia cardiaca.

Los patrones de actividad física de los participantes se clasificaron como estable-alto, bajo-en aumento, alto-en disminución y estable-bajo. La exposición se evaluó a los 70, 75, 80 y 85 años.
"En nuestros análisis, nos enfocamos en la actividad física de moderada a vigorosa, y estos incluyen una amplia gama de ejercicios, como caminar muy rápido, jugar tenis, trotar, pero también otras actividades, como la jardinería o las tareas del hogar", señaló el Dr. Amidei.

Los patrones de actividad física baja y estable se relacionaron con un riesgo significativamente mayor de resultados cardiovasculares en los hombres que los patrones de actividad física alta y estable (hazard ratio [HR]: 0,48; intervalo de confianza de 95% [IC 95%]: 0,27 a 0,86; p para la tendencia = 0,002).

No se encontró una relación significativa entre la actividad física y el ictus, señalaron los investigadores.

"Los beneficios de la actividad física parecen disminuir a partir de los 75 años y parecen más importantes en los hombres. Esto puede deberse, en parte, al mayor riesgo de enfermedad cardiovascular en los hombres. Las mujeres suelen tener un retraso de 13 a 15 años con respecto a los hombres en cuanto a enfermedad cardiovascular, pero comienzan a ponerse al día en la vejez", anotó el Dr. Lavie.

Las limitaciones del estudio incluyen la falta de información sobre la actividad física durante la mediana edad, el número limitado de eventos de ictus, los relativamente pocos participantes mayores de 85 años y el posible sesgo de recuerdo, señalaron los investigadores.

Otra limitación fue que los datos de actividad física se basaron en encuestas de pacientes recopiladas con tres años de diferencia y no involucraron el uso de un acelerómetro, agregaron los investigadores.

"Se requieren estudios observacionales futuros para confirmar nuestros hallazgos y se justifica realizar estudios fisiopatológicos para examinar los mecanismos biológicos subyacentes. Es probable que la actividad física sea beneficiosa a cualquier edad, pero para resumir nuestros hallazgos, podríamos decir que cuando se trata de estar físicamente activo, cuanto antes, mejor", concluyó el Dr. Amidei.