Los entrenadores influyen mucho en la respuesta de los niños

(HealthDay News) -- "¡Entrenador, elíjame a mí! Hoy estoy listo para jugar", dicen en inglés las letras de una canción clásica sobre el béisbol.

Un nuevo estudio sugiere que los entrenadores que hacen caso a esos ruegos, dan a los niños la oportunidad de jugar y evitan enfrentar a los niños entre sí podrían terminar con jugadores más motivados que se mantienen fieles al juego.

"Lo principal es crear un clima en que los jugadores no se comparan a sí mismos con los demás", señaló el autor del estudio Jean Cote, director de la Facultad de kinesiología y estudios de la salud de la Universidad de la Reina en Kingston, Canadá.

En lugar de compararse con sus compañeros de equipo, se debe animar a los niños a luchar por mejorar sus propias habilidades, lo que se conoce como "competencia de referencia propia", dijo Cote.

Cote y colegas pidieron a 510 niños canadienses de 9 a 19 años que completaran varios cuestionarios sobre sus experiencias deportivas. Todos participaban en equipos deportivos escolares o en programas comunitarios que no eran de élite, que incluían béisbol, básquetbol, curling, baile, fútbol americano, hockey, lacrosse, remo, fútbol, softbol, natación sincronizada, vóleibol y ringette, un deporte que se juega sobre hielo en el que se usan palos para controlar un anillo de goma.

El estudio halló que varios factores se asociaban con una experiencia positiva, entre ellas cuando los niños sentían que eran parte de un equipo; cuando los entrenadores mantenían el enfoque en el desarrollo de las habilidades personales independientemente de cómo se comparaba el niño con los demás del equipo; y cuando los entrenadores y pares animaban a cada jugador a hacerlo lo mejor posible y buscar metas desafiantes, pero alcanzables.

Las experiencias negativas se asociaban más firmemente con un enfoque en demostrar una capacidad superior a la de los demás y comparar el rendimiento propio con el de otros.

Estos hallazgos sugieren que el entrenador gruñón de cara roja y voz alta, pero cariñoso, estereotipado por las películas de Hollywood no son el mejor tipo de entrenador para los niños.

Cote aseguró que el mejor entrenador es en que intenta incluir a todos, fijar metas según el nivel de habilidad de cada niño y hacer que el ejercicio sea ameno. Los padres deben intentar ver si los niños sonríen durante las prácticas o juegos. ¿Parecen divertirse? Si no es así, los padres tal vez deban ver si pueden cambiar de entrenador.

Los resultados del estudio se publicarán en la edición de septiembre de la revista The Sports Psychologist.

Los beneficios de un ambiente positivo de entrenamiento se pueden ver tanto dentro como fuera del campo de juego, aseguró Cote. Investigaciones anteriores han relacionado la participación en deportes con mejores calificaciones y una mayor inscripción en la universidad.

"En realidad hay tres cualidades distintas de una actividad que son necesarias para influir sobre el desarrollo personal: el esfuerzo, la concentración y el disfrute", explicó Cole. "Por ejemplo, ver televisión conlleva disfrute pero ni mucho esfuerzo ni concentración, así que probablemente no sea la mejor actividad para el desarrollo personal. Pero en los deportes, los niños que se esfuerzan y concentran mucho por lo general también disfrutan".

Señaló que cuando los niños disfrutan de un deporte seguirán motivados. Y tanto padres como niños deben ignorar la presión por comenzar a especializarse en un deporte a una edad temprana.

"Los niños que son los mejores a los 12 o los 13 pueden terminar abandonando un deporte si comienzan a jugarlo todo el año", advirtió Cote. "Un niño puede ser muy hábil, pero si se desmotiva, no importa qué tan hábil sea. Es mejor ir poco a poco a una edad temprana, aumentando gradualmente la cantidad de práctica hasta los 14 o 15. El equilibrio es todo".

Y aunque los padres tal vez tengan sueños secretos de becas universitarias o incluso una carrera profesional, a los niños les interesa divertirse, comentó el Dr. Eric Small, especialista en medicina deportiva pediátrica de Mount Kisco, Nueva York.

Y por supuesto, divertirse significa asegurar que todos los niños tengan muchas oportunidades de patear, tirar y correr, en lugar de simplemente dejar que los mejores jugadores acaparen el tiempo de juego.

"La mayoría de niños dicen que ganar también es importante, pero casi todos preferirían estar en el equipo que pierde y juega que sentados en la banca del equipo ganador", señaló Small. "El tiempo de juego es importante para la diversión y la adquisición de habilidades. Además, a los equipos que se divierten tiende a irles mejor de cualquier forma".


Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

FUENTES: Jean Cote, Ph.D., professor and director, School of Kinesiology and Health Studies, Queen's University, Kingston, Ontario, Canada; Eric Small, M.D., pedatric sports medicine specialist, Mount Kisco, N.Y.; September 2011 The Sports Psychologist