Los cerebros de los niños se 'iluminan' ante el sonido de la voz de mamá

Mary Elizabeth Dallas

LUNES, 16 de mayo de 2016 (HealthDay News) -- La voz de una madre quizá no solo tranquilice a su hijo, sugiere una investigación reciente.

 

Cuando las madres hablaban, varias áreas de los cerebros de sus hijos se activaban, informaron unos investigadores. Éstas incluían regiones involucradas en el procesamiento de las emociones y las recompensas, las funciones sociales, el reconocimiento facial y la detección de lo que tiene una relevancia personal.

Pero esa reacción neurológica aumentada se reservó solo para mamá, no para otras mujeres, hallaron los investigadores.

"Muchos de nuestros procesos sociales, lingüísticos y emocionales se aprenden al escuchar la voz de nuestras madres", señaló en un comunicado de prensa de la Universidad de Stanford el autor del estudio, Daniel Abrams, profesor de psiquiatría y ciencias conductuales en la universidad.

"Pero se sabe sorprendentemente poco sobre cómo el cerebro se organiza alrededor de esta fuente de sonido tan importante. No sabíamos que la voz de una madre tendría un acceso tan rápido a tantos sistemas cerebrales distintos", añadió Abrams.

Estudios anteriores han mostrado que los niños prefieren la voz de su madre, pero los mecanismos subyacentes de esa preferencia no estaban claros.

"En realidad, nadie había observado los circuitos cerebrales que podrían estar implicados", explicó el autor principal del estudio, Vinod Menon, profesor de psiquiatría y ciencias conductuales de la Stanford. "Queríamos saber si solo se trataba de áreas auditivas y selectivas de la voz que responden de forma distinta, o si era más amplio en términos de la participación, la reactividad emocional y la detección de estímulos destacados".

Para responder a esas preguntas, los investigadores analizaron escáneres cerebrales de niños que escuchaban las voces de sus madres.

En el estudio participaron 24 niños de 7 a 12 años de edad que eran criados por sus madres biológicas. Todos los niños tenían un coeficiente intelectual (CI) de al menos 80, y ninguno tenía trastornos del desarrollo, anotaron los investigadores.

Los padres de los niños respondieron a preguntas sobre las habilidades de comunicación de sus hijos, lo que incluía su capacidad de interactuar y relacionarse con los demás.

Se grabó a las madres de los niños mientras decían tres palabras sin sentido.

"En este rango de edad, en que la mayoría de los niños tienen unas habilidades lingüísticas buenas, no queríamos usar palabas que tuvieran significado, porque eso habría activado un conjunto de circuitos cerebrales completamente distintos", explicó Menon.

Dos madres cuyos hijos no participaron en el estudio, y que no conocían a ninguno de los participantes, también fueron grabadas mientras decían las tres palabras sin sentido.

A medida que los niños escuchaban las grabaciones de sus madres y de las mujeres desconocidas, se realizaron IRM de sus cerebros.

Los investigadores encontraron que los niños podían identificar a su propia madre con una precisión del 97 por ciento, incluso tras escuchar una grabación que duraba menos de 1 segundo.

Varias regiones del cerebro de los niños se activaban más con el sonido de la voz de su madre que con la voz de la desconocida, reveló el estudio.

"La extensión de las regiones activadas fue realmente sorprendente", dijo Menon.

Las partes del cerebro afectadas incluyeron áreas que tienen que ver con:

la audición,
las emociones,
el procesamiento de las recompensas,
el procesamiento de la información sobre uno mismo,
y la percepción y el procesamiento de la vista de los rostros.
"Sabemos que escuchar la voz de la madre puede ser una importante fuente de consuelo emocional para los niños", dijo Abrams. "Aquí, mostramos el circuito biológico subyacente".

Los niños con unas conexiones más potentes entre esas regiones cerebrales cuando escucharon la voz de su madre también tenían las capacidades de comunicación social más potentes, señalaron los investigadores.

"Esto constituye una importante nueva plantilla para investigar los déficits de comunicación social en niños con trastornos como el autismo", planteó Menon.

"La voz es una de las pistas más importantes en la comunicación social", dijo Menon. "Es emocionante ver que el eco de la voz de la madre perdura en tantos sistemas cerebrales".

El estudio aparece en la edición del 16 de mayo de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTE: Stanford University School of Medicine, news release, May 16, 2016

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