Por qué no se debería fumar nunca en los coches: “La concentración de cancerígenos donde van los niños pone los pelos de punta”

30 agosto, 2023 Por qué no se debería fumar nunca en los coches: “La concentración de cancerígenos donde van los niños pone los pelos de punta”

Fumar mata. Al fumador y a los que tiene alrededor. Arrasa la salud de todo lo que encuentra a su paso. El consumo de tabaco azuza la aparición de hasta 16 tipos de cáncer y, en concreto, está detrás del 80% de los tumores de pulmón, además de ser factor de riesgo para otras dolencias cardiovasculares o neumológicas. Pero no daña solo al que da la calada al cigarrillo, sino también a los que están al lado: la comunidad científica ha constatado que los no fumadores que están expuestos de forma cotidiana al humo del tabaco tienen hasta un 20% más de riesgo de cáncer de pulmón y un 25% más de peligro de infarto. Las directrices globales de salud pública llevan años poniendo coto al cigarrillo con espacios libres de humo (escuelas, hospitales, el interior de restaurantes y discotecas…), pero hay un lugar que aún se resiste a entrar en ese saco: el coche privado. Y no será por los riesgos. Un estudio reciente encontró una alta concentración de nicotina y nitrosaminas, que son los cancerígenos del tabaco, en el aire y la superficie de los vehículos de los fumadores. La exposición es corta —lo que dure el viaje—, pero más intensa y afecta a todos los ocupantes, advierten los expertos.

El poder dañino del hábito tabáquico no se para en la calada ni entiende de fumadores activos o pasivos, advierte Esteve Fernández, jefe de la Unidad de Control de Tabaco del Instituto Catalán de Oncología (ICO). “La exposición pasiva es mala para la salud. Lo sabemos desde los años noventa”, apunta. Por ejemplo, aumenta el riesgo de cáncer de pulmón, de infarto o de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), así como también agudiza los cuadros de asma. En niños, incrementa el riesgo de otitis agudas de repetición, asma e infecciones de las vías respiratorias. “Y también hay un efecto del tabaquismo pasivo en embarazadas y fetos: la gestante expuesta pasivamente tiene más riesgo de que el bebé nazca con bajo peso y tenga un grado de maduración pulmonar inferior”, agrega Fernández.