El consumo temprano de cigarrillos electrónicos empuja a adolescentes y niños a ser fumadores tradicionales en el futuro

Pilar Pérez.

 31/07/2023 La OMS alerta del impacto de las nuevas formas del tabaco y pide su regularización. España está entre los países en los que los expertos demandan más políticas de salud pública.

El 71% de la población mundial está en cierto modo protegido con algún tipo de medida antitabaco. Esto supone cinco veces más que en 2007, como recoge un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En total, unos 5.600 millones de personas tienen algún tipo de medida de salud pública que actúa a modo de escudo.

Este informe de la organización sobre la epidemia mundial de tabaquismo, realizado en colaboración con Bloomberg Philanthropies, se centra en proteger al público del consumo pasivo, destacando que casi el 40% de los países ahora tiene espacios públicos interiores completamente libres de humo.

Uno de los problemas más acuciantes hoy son las nuevas formas de fumar. Productos que se disfrazan como sustitutivos de los cigarrillos tradicionales, que contienen nicotina, que es la sustancia más adictiva del tabaco, y llegan a impactar directamente en quienes más los consumen: los jóvenes menores de 20 años.

El informe de la OMS alerta de que el consumo temprano de cigarrillos electrónicos puede empujar a los adolescentes y a los niños a ser fumadores tradicionales en el futuro. La regulación de estos productos es mucho mayor en los países desarrollados. El 85 % de los mismos han puesto en marcha medidas para limitar su uso (en España es una asignatura pendiente) que en los países en vías de desarrollo, donde sólo el 40 % de los países cuentan con normas de este tipo.

La OMS se muestra especialmente preocupada por el hecho de que las empresas que comercializan los cigarrillos electrónicos estén empleando tácticas para alcanzar a los consumidores más jóvenes e incluso a los niños. Por ello, pide que se tomen más medidas para impedir el uso de aromatizantes y saborizantes en los cigarrillos electrónicos, algo que sólo había sido llevado a cabo por cuatro Estados hasta el año 2022.

Por otro lado, 22 países han prohibido hasta ahora la venta de cigarrillos electrónicos, vapeadores, y cigarrillos electrónicos desechables (puffs) con nicotina, entre ellos México, Venezuela, Brasil, Argentina y Uruguay.

El informe califica el progreso de los países en el control del tabaco y muestra que dos países más, Mauricio y Países Bajos, han alcanzado el nivel de mejores prácticas en todas las medidas MPOWER, una hazaña que solo Brasil y Turkia habían logrado hasta ahora.

"Estos datos muestran que, de forma lenta pero segura, cada vez más personas están siendo protegidas de los daños del tabaco por las políticas de mejores prácticas basadas en la evidencia de la OMS", expone Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.

Ocho países están a solo una política de MPower de unirse a los líderes en el control del tabaco: Etiopía, Irán, Irlanda, Jordania, Madagascar, México, Nueva Zelanda y España.

Nuestro país tiene pendiente trasponer la Directiva 2022/2100 que regula varios aspectos del tabaco calentado y que acaba con algunas excepciones de las que disfrutaban estos productos. Para ello, estaba previsto que el último Consejo de Ministros antes de las elecciones generales cumpliera el plazo marcado por Europa y diera luz verde al real decreto pertinente que modifica una normativa anterior (Real Decreto 579/2017).

Los expertos llevan tiempo exigiendo una actualización del el Plan Integral de Tabaquismo. Se trata de una guía de actuación para "que está ya aceptado por todas las sociedades científicas (45). Solo hay que pasarlo a la Comisión de Salud Pública y al Consejo Interterritorial. Es un plan para 2021-2025 y ya estamos en 2023", lamentaba hace unos días en este medio Andrés Zamorano, Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT).

Pedro Pastor, miembro del Consejo Nacional de la Asociación Española Contra el Cáncer y presidente de la asociación en Cáceres, expone las necesidades que salen de la laguna legislativa que las nuevas formas de fumar aprovechan para llegar a nuevos públicos: los más jóvenes. "Publicitar que el tabaco calentado o los vapers generan un humo más saludable, resulta muy peligroso para nuestra sociedad. Para nuestros hijos y para nuestros nietos. Ya hay evidencia científica que demuestra que los vapeadores no son inocuos para la salud. Son adictivos".

Medidas contra el tabaquismo, una asignatura pendiente
En este ámbito aún queda mucho por hacer porque 44 países carecen de ninguna de las medidas que se establece desde la OMS y 53 todavía no tienen han prohibido por completo fumar en los centros de salud. Mientras tanto, solo alrededor de la mitad de los países hay espacios libres de humo en los centros de trabajo y hostelería.

"La OMS insta a todos los países a que apliquen todas las medidas MPower a nivel de mejores prácticas para luchar contra la epidemia de tabaquismo, que mata a 8,7 millones de personas en todo el mundo, y a hacer retroceder a las industrias tabacalera y de nicotina, que ejercen presión contra estas medidas de salud pública", explica Ruediger Krech, director de Promoción de la Salud de la OMS.

Alrededor de 1,3 millones de personas mueren cada año a causa del consumo pasivo. Todos los fallecimientos son prevenibles. Los fumadores pasivos corren el riesgo de morir de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, enfermedades respiratorias, diabetes tipo 2 y cáncer.

Este informe demuestra que todos los países, independientemente del nivel de ingresos, pueden reducir la demanda de tabaco y ahorrar a la economía miles de millones de dólares en costes de atención sanitaria y productividad.

Desde Países Bajos, Maarten van Ooijen, su secretario de Estado de Salud, Bienestar y Deportes, explica que "las organizaciones de la sociedad civil, los expertos en salud y los profesionales médicos son grandes fuerzas impulsoras detrás de todo lo que estamos logrando con respecto al control del tabaco en nuestro país. Aunque estamos avanzando en la reducción de la prevalencia y en la mejora de nuestra política de control del tabaco". Además, subraya que seguirán "luchando por una generación libre de humo para 2040".

Los espacios públicos sin humo son solo una de las políticas del conjunto de medidas eficaces de control del tabaco, MPower, para ayudar a los países a aplicar el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT de la OMS) y frenar la epidemia de tabaquismo.

Los ambientes sin humo ayudan a las personas a respirar aire limpio, protegen al público del consumo pasivo, motivan a las personas a dejar el hábito, desnormalizan el tabaquismo y ayudan a evitar que los jóvenes comiencen a fumar o usar cigarrillos electrónicos.

"Si bien las tasas de tabaquismo han disminuido, el tabaco sigue siendo la principal causa de muerte prevenible en el mundo, en gran parte debido a las incesantes campañas de marketing de la industria tabacalera", insiste Michael R. Bloomberg, embajador mundial de la OMS para Enfermedades No Transmisibles y Lesiones y fundador de Bloomberg Philanthropies.

¿Cuáles son las estrategias que exige la OMS en sus políticas antitabaco?
Se trata de una serie de intervenciones que pone el esfuerzo en aplicar las medidas de reducción más eficaces fijadas en el CMCT de la OMS que han demostrado reducir el consumo de tabaco. Las medidas se conocen colectivamente como MPower.

Se ha demostrado que estas políticas salvan vidas y reducen los costes del gasto sanitario evitado. Son seis las estrategias de control del tabaco en consonancia con el CMCT de la OMS para:

- Monitorear el consumo de tabaco y las políticas de prevención.

- Proteger a las personas del humo del tabaco.

- Ofrecer ayuda para dejar de consumir tabaco.

- Advierta a las personas sobre los peligros del tabaco.

- Hacer cumplir las prohibiciones de publicidad, promoción y patrocinio del tabaco.

- Aumentar los impuestos sobre el tabaco.