La meditación es equivalente a la medicación de primera línea para la ansiedad

Pauline Anderson

24 de noviembre de 2022 La reducción del estrés a partir de una terapia basada en atención plena es tan efectiva para reducir la ansiedad como el antidepresivo de primera línea escitalopram, según muestra una nueva investigación.[1]

"Animaría a los médicos a poner en la lista la práctica de la meditación como una posible opción de tratamiento para los pacientes a los que se les diagnostican trastornos de ansiedad. Los médicos deberían sentirse cómodos recomendando clases de meditación grupales en persona", dijo a Medscape Noticias Médicas la investigadora del estudio, Dra. Elizabeth A. Hoge, directora del Programa de Investigación de Trastornos de Ansiedad del Georgetown University Medical Center, en Washington, D. C., Estados Unidos.

Los hallazgos se publicaron en versión electrónica el 9 de noviembre en JAMA Psychiatry.

Se recomienda el cribado
Los trastornos de ansiedad, como la ansiedad generalizada, la ansiedad social, el trastorno de pánico y la agorafobia, son el tipo de trastornos mentales más frecuentees y afectan aproximadamente a 301 millones de personas en todo el mundo. Debido a su alta prevalencia, la Comisión de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF) recomienda el cribado para detectar trastornos de ansiedad.

Los tratamientos efectivos para los trastornos de ansiedad incluyen medicamentos y terapia cognitivo-conductual. Sin embargo, no todos los pacientes tienen acceso a estas intervenciones, responden a ellas o se sienten cómodos buscando atención en un entorno psiquiátrico.

La meditación con atención plena, que ha ganado popularidad en los últimos años, puede ayudar a las personas que experimentan pensamientos intrusivos y ansiosos. "Al practicar la meditación consciente, las personas aprenden a no sentirse abrumadas por esos pensamientos", dijo la Dra. Hoge.

El estudio incluyó a 276 pacientes adultos con un trastorno de ansiedad, en su mayoría ansiedad generalizada o ansiedad social. La edad promedio de la población de estudio fue de 33 años; 75% era de género mujer, 59% era caucásico, 15% era negro y 20% era de ascendencia asiática.

Los investigadores asignaron al azar a 136 pacientes para la terapia de reducción del estrés basada en la atención plena y a 140 para recibir el inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina escitalopram, fármaco de primera línea para tratar los trastornos de ansiedad.

La intervención de la terapia de reducción del estrés basada en la atención plena incluyó una clase semanal de 2,5 horas y una clase de fin de semana de un día completo. Los participantes también completaron sesiones diarias de meditación guiada de 45 minutos en casa. Aprendieron ejercicios de meditación de atención plena, incluida la conciencia de la respiración, la exploración del cuerpo y el movimiento consciente.

Los del grupo de escitalopram inicialmente recibieron 10 mg del fármaco vía oral cada 24 horas. Si se toleraba bien, la dosis se aumentó a 20 mg diarios en la semana 2.

El criterio de valoración principal fue la puntuación en la escala de Impresión Global Clínica de la Gravedad (CGI-S) para la ansiedad, evaluada por médicos enmascarados a la asignación del tratamiento. Este instrumento mide la gravedad general de los síntomas en una escala del 1 (nada enfermo) al 7 (la mayoría extremadamente enfermo) y se puede utilizar para evaluar diferentes tipos de trastornos de ansiedad, observó la Dra. Hoge.Entre los 208 participantes que completaron el estudio, la puntuación para la ansiedad media inicial fue de 4,44 para la terapia de reducción del estrés basada en la atención plena y de 4,51 para escitalopram. En la semana 8, la puntuación del grupo de terapia de reducción del estrés basada en la atención plena mejoró una media de 1,35 puntos, y la puntuación del grupo escitalopram mejoró 1,43 puntos (diferencia de -0,07; intervalo de confianza [IC] de 95%: -0,38 a 0,23; p = 0,65).

El extremo inferior del intervalo de confianza (-0,38) fue menor que el margen de no inferioridad preespecificado de -0,495, lo que indica la no inferioridad de la terapia de reducción del estrés basada en la atención plena en comparación con escitalopram.

Resultados notables
"Lo notable fue que el tratamiento funcionó muy bien, como siempre lo hace, pero la meditación también funcionó muy bien; vimos una disminución de los síntomas de alrededor de 30% en ambos grupos", informó la Dra. Hoge. "Eso nos ayuda a saber que la meditación, y en particular la meditación consciente, podría ser útil como tratamiento de primera línea para pacientes con trastornos de ansiedad".

Los criterios de valoración informados por el paciente mediante la Escala General de Gravedad e Interferencia de Ansiedad (OASIS) tampoco mostraron diferencias significativas entre los grupos. "Es importante tener las autonotificaciones porque eso nos da dos formas de ver la información", apuntó la Dra. Hoge.

Como anécdota, los participantes notaron que la meditación los ayudó con sus relaciones personales y a ser "más amables con ellos mismos", compartió la Dra. Hoge. "En la meditación, hay una enseñanza implícita de aceptar y no juzgar tus propios pensamientos, y eso enseña a las personas a ser más compasivas".

Un poco más de 78% de los pacientes en el grupo de escitalopram tuvo al menos un evento adverso relacionado con el tratamiento: trastornos del sueño, náuseas, fatiga y dolor de cabeza, en comparación con 15,4% en el grupo de la terapia de reducción del estrés basada en la atención plena.

El efecto adverso más común en el grupo de meditación fue la ansiedad, lo cual es "contradictorio" pero representa "una ansiedad momentánea", observó la Dra. Hoge. "A las personas que están meditando les surgen sentimientos a los que tal vez no les prestaron atención antes. Esto les da la oportunidad de procesar esas emociones".

La fatiga fue el siguiente efecto adverso más común para los meditadores, lo que "tiene sentido", ya que están guardando sus teléfonos y no están siendo estimulados, dijo la Dra. Hoge.

La intervención de la terapia de reducción del estrés basada en la atención plena se realizó en persona, lo que limita la extrapolación a aplicaciones o programas de atención plena administrados a través de internet. La Dra. Hoge cree que las aplicaciones probablemente serían menos efectivas porque no tienen el componente cara a cara, los instructores disponibles para consultas o los compañeros participantes que contribuyen con el apoyo del grupo.

Pero las clases en línea podrían funcionar si "exactamente la misma clase", incluidos todos sus componentes, se realizara en línea, dijo.

La terapia de reducción del estrés basada en la atención plena está disponible en todas las principales ciudades de Estados Unidos, no requiere encontrar un terapeuta y está disponible fuera de un entorno de salud mental, por ejemplo, en centros de yoga y algunos lugares de trabajo. Cualquiera puede aprender, aunque requiere tiempo y compromiso, señaló la Dra. Hoge.

Una intervención probada en el tiempo
Al comentar para Medscape Noticias Médicas, el Dr. Gregory Scott Brown, psiquiatra, docente afiliado de la University of Texas Dell Medical School y autor de The Self-Healing Mind: An Essential Five-Step Practice for Overcoming Anxiety and Depression and Revitalizing Your Life, mencionó que los resultados no son sorprendentes en la medida en que la atención plena, incluida la espiritualidad, el trabajo de respiración y la meditación, son intervenciones "probadas con el tiempo y basadas en la evidencia".

"Me alienta el hecho de que ahora se están realizando estudios como este y hay más evidencia que respalda estas intervenciones basadas en la atención plena, para que puedan comenzar a convertirse en tratamientos estándar del cuidado".

Anotó que la atención plena puede producir "mejoras sostenibles a largo plazo" y que el ejercicio diario de 45 minutos en el hogar que se incluyó en este estudio "no implica un gran compromiso de tiempo cuando se habla de los beneficios que potencialmente se pueden obtener al incorporar ese tiempo".

Debido a que la mayoría de los participantes del estudio eran mujeres y "los hombres también están ansiosos", el Dr. Brown dijo que le gustaría que el estudio se replicara "con un grupo más diverso de participantes".