Un millón de casos de cáncer se han quedado sin diagnosticar en Europa por culpa de la pandemia

Laura G. Ibañes
04/02/2022 Europa ultima una iniciativa para armonizar cribados, compartir datos, reducir inequidades y fomentar compras conjuntas de fármacos contra el cáncer a precios asumibles.

No tendrá carácter vinculante, ni para la Comisión Europea ni para los Estados miembros, pero es la primera vez que Europa decide dar un paso en firme para tratar de armonizar la lucha contra el cáncer; la primera vez que, más allá de la covid, Europa se esfuerza en elaborar una estrategia común en materia de salud.

Tras varios meses de trabajo de la llamada Comisión BECA (por su siglas en inglés) por la que han desfilado centenares de estudios, profesionales sanitarios y asociaciones de pacientes, el Parlamento Europeo tiene ya casi lista la versión definitiva de su Informe para el fortalecimiento de la lucha contra el cáncer en Europa.

Se trata de un documento sobre el que se espera que haya consenso entre todas las fuerzas políticas en la votación definitiva del próximo 15 de febrero y en el que se insta a la Comisión Europea y a los Estados miembros a revisar (o cumplir realmente) más de una veintena de normas, desde las directivas de ensayos clínicos a las normas sobre el tabaco, la exposición al radón o la contaminación del aire. Pero también a desarrollar nuevas normas que garanticen el derecho al olvido e igualdad de trato de los supervivientes del cáncer en cuestiones como el acceso a seguros de salud y vida.

Pero, sobre todo, el documento traza por primera vez las líneas maestras de lo que debería ser una estrategia común y coordinada de lucha contra el cáncer, instando a la Comisión Europea y a los países miembros a que, entre otras medidas, compartan sus datos para facilitar la investigación en cáncer, armonicen las políticas de cribados, participen en compras conjuntas de medicamentos de alto coste, aúnen esfuerzos para investigar y tratar cánceres infantiles y cánceres raros, endurezcan sus legislaciones contra el tabaco y la contaminación del aire y fortalezcan los derechos y la protección social de los supervivientes del cáncer, entre otras muchas medidas.

“Hasta la pandemia la salud no estaba en el top de las políticas europeas”, reconoce en un encuentro con periodistas la eurodiputada de Vox Margarita de la Pisa. Y este informe para una lucha conjunta contra el cáncer “supone un auténtico cambio de paradigma”, añade la exministra y eurodiputada popular Dolors Montserrat, coincidiendo con el eurodiputado socialista Nicolás González en que el informe saldrá adelante en la votación probablemente con el consenso de todos “porque estamos de acuerdo en más del 90%”.

Y es que la urgencia de actuar contra el cáncer no parece poder seguir esperando a sutilezas o controversias entre partidos. Según relata el propio informe del Parlamento Europeo, el cáncer es la segunda causa de muerte en Europa en adultos, tras las enfermedades cardiovasculares, y la primera en niños mayores de un año y aunque Europa aglutina sólo al 10% de la población mundial registra un 25% de todos los casos de cánceres del mundo.

Frenar esas cifras se antoja urgente, más aún teniendo en cuenta que el 40% de esos casos de cáncer se pueden prevenir según el informe.

Sin embargo, la pandemia habría agravado profundamente esta situación, al impedirse la realización de pruebas diagnósticas y la detección temprana de cánceres por cribados ante el colapso de los sistemas sanitarios por la covid.

Concretamente, el informe pone por primera vez cifras concretas al impacto de la pandemia sobre otras enfermedades: se estima que se han dejado sin realizar más de 100 millones de pruebas de detección del cáncer en Europa durante la pandemia y que un millón de casos de cáncer se han quedado sin diagnosticar, dice sin paliativos el informe europeo

A esas cifras se añade que uno de cada cinco pacientes diagnosticados de cáncer se habría quedado como consecuencia de la pandemia sin recibir a tiempo el tratamiento quirúrgico o de quimioterapia que precisaba.

La crudeza de los sucedido durante la pandemia ha agravado las inequidades de acceso a diagnósticos tempranos y tratamientos que ya existían entre países. Según el informe del Parlamento Europeo las diferencias en las tasas de supervivencia en cáncer entre países miembros de la UE superan el 25% y las desigualdades en el acceso a tratamientos entre países pueden llegar a ser de hasta tres años, especialmente en tratamientos costosos para cánceres raros, que representan ya casi uno de cada cuatro casos de cáncer que se producen (incluidos todos los pediátricos).

El grueso de estas grandes diferencias entre países se da con los países del Este pero la dificultad de acceso a tratamientos o a investigación sobre cánceres raros la sufren también especialmente países pequeños como Malta.

En el caso de España las cifras no son malas y están incluso por debajo en incidencia y mortalidad de la media de la UE, pero el impacto real de la pandemia por el retraso en los diagnósticos no se verá realmente hasta dentro de unos años.