Vinculan el azúcar añadido en la dieta al riesgo de muerte por problemas cardiacos

LUNES, 3 de febrero de 2014 (HealthDay News) -- Hace mucho que los médicos
piensan que el azúcar adicional en la dieta de una persona resulta nociva para
la salud cardiaca porque fomenta afecciones crónicas como la obesidad y la
diabetes.

Pero los azúcares añadidos que los estadounidenses consumen como parte de su
dieta diaria pueden (por sí mismos y aparte de otros problemas de salud)
duplicar y más el riesgo de muerte por enfermedades del corazón, halló un
estudio reciente de los Centros para el Control y la Prevención de las
Enfermedades (CDC) de EE. UU.
La dieta estadounidense promedio contiene suficiente azúcar añadido como para
aumentar el riesgo de muerte relacionado con el corazón en casi un 20 por
ciento, apuntaron los investigadores.
Y el riesgo de muerte por enfermedades cardiacas se multiplica por más de dos en
el diez por ciento de los estadounidenses que reciben una cuarta parte de sus
calorías diarias de azúcar que se ha añadido a la comida, advirtió Quanhe Yang,
investigadora de los CDC y autora líder del estudio.
Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 3 de febrero de la revista
JAMA Internal Medicine.
"Observan que las personas que son consumidoras moderadamente empedernidas de
azúcar añadido tienen un mayor riesgo de morir de enfermedades [cardiacas], y
los usuarios más empedernidos de todos tienen el mayor riesgo de morir de
enfermedades [del corazón]", apuntó Laura Schmidt, quien escribió un editorial
que acompaña al estudio. "Cuando se comienza a ver una reacción en respuesta a
la dosis como la que hallaron, se trata de una evidencia potente de que consumir
azúcar añadido coloca a la gente en riesgo de enfermedades cardiovasculares".
Los fabricantes de comida añaden azúcar a muchos productos distintos para
mejorar el sabor, la apariencia o la textura. Las personas que comen esos
productos variados podrían no estar conscientes de que han aumentado su ingesta
total de azúcar, dado que el azúcar está oculto en los alimentos, señalaron los
investigadores.
Alrededor del 37 por ciento del azúcar añadido en las dietas de los
estadounidenses provienen de bebidas endulzadas con azúcar, apuntaron los
autores. Una lata de doce onzas (355 mililitros) de refresco regular contiene
nueve cucharaditas de azúcar (unas 140 calorías), apuntó Yang, suficiente para
poner a una persona en la categoría de riesgo más alto si bebe refrescos a
diario.
"Podría consumir una dieta de 2,000 calorías, no comer de más ni tener
sobrepeso. Pero si bebo apenas una lata de refresco al día, aumento mi riesgo de
morir de enfermedades [cardiacas] en un tercio", advirtió Schmidt, profesora de
políticas de salud de la Facultad de Medicina de la Universidad de California,
en San Francisco. "Creo que la gente supondría que una lata de refresco al día
no tendría ese tipo de impacto en sus vidas".
Otras fuentes importantes de azúcar añadido incluyen los bizcochos, pasteles,
bebidas de fruta, dulces, helados y otros postres lácteos, apuntaron los
investigadores.
El azúcar añadido puede encontrarse incluso en alimentos que la mayoría de
personas considerarían como salados, por ejemplo los aderezos para ensalada, el
pan y el kétchup, advirtió Schmidt. Otro culpable importante es el yogurt, que
con frecuencia contiene tanto azúcar como el hallado en los dulces.
Las investigaciones anteriores se han enfocado con exclusividad en los efectos
para la salud de las bebidas azucaradas, apuntó Yang. Para el nuevo estudio, el
equipo de investigadores decidió observar cómo la cantidad total de azúcar
añadido en la dieta estadounidense puede afectar el riesgo de muerte relacionada
con el corazón.
Las recomendaciones sobre el consumo de azúcar añadido varían, y no hay un
límite universalmente aceptado respecto a los niveles malsanos.
El Instituto de Medicina recomienda que el azúcar añadido conforme menos del 25
por ciento del total de calorías, la Organización Mundial de la Salud recomienda
menos del 10 por ciento, y la Asociación Americana del Corazón (American Heart
Association) aconseja limitar los azúcares añadidos a menos de cien calorías al
día para las mujeres y 150 para los hombres, según la información de respaldo
incluida en el estudio.
Los investigadores utilizaron datos de una encuesta nacional para revisar el
consumo de azúcar añadida. Hallaron que el azúcar añadido conformaba un promedio
del 14.9 por ciento de las calorías diarias en la dieta estadounidense entre
2005 y 2010, una reducción frente al 15.7 por ciento entre 1988 y 1994 y el 16.8
por ciento entre 1999 y 2004.
Casi tres de cada cuatro adultos consumían el 10 por ciento o más de sus
calorías a partir del azúcar añadido, mientras que alrededor del 10 por ciento
de los adultos consumían una cuarta parte o más de sus calorías a partir del
azúcar añadido en los años más recientes del estudio.
Entonces, los investigadores compararon datos sobre el consumo de azúcar con
datos sobre las muertes por enfermedades cardiacas.
El riesgo de muerte relacionada con el corazón aumentó en un 18 por ciento con
la dieta estadounidense promedio, que recibe alrededor del 15 por ciento de las
calorías diarias a partir del azúcar añadido, en comparación con las dietas que
contienen poco o nada de azúcar añadido, hallaron los autores del estudio.
El riesgo es del 38 por ciento para las personas que reciben entre el 17 y el 21
por ciento de las calorías del azúcar añadido, y más del doble para las personas
que obtienen más del 21 por ciento de su dieta diaria a partir del azúcar
añadido, señaló Yang.
Aunque el estudio halló que comer más alimentos con azúcar añadido se vinculaba
con un mayor riesgo de muerte relacionada con el corazón, no probó causalidad.
La Asociación de Refinadores del Maíz (Corn Refiners Association), que
representa a los fabricantes de una de las formas más populares de azúcar
añadido (la fructosa), dijo que no tenía comentarios sobre el estudio.
Schmidt, autora del comentario, dijo que el azúcar añadido podría aumentar el
riesgo de ataque cardiaco al afectar al sistema hormonal de la persona,
descontrolando su metabolismo.
En comparación, los alimentos que son naturalmente ricos en azúcar (como la
fruta) también contienen mucha fibra y otros nutrientes, lo que reduce el
impacto que el azúcar tiene en el cuerpo, comentó Rachel Johnson, profesora de
nutrición de la Universidad de Vermont y presidenta del Comité de Nutrición de
la Asociación Americana del Corazón.
Para evitar el azúcar añadido, lea las etiquetas con los datos de nutrición y
los ingredientes de forma cuidadosa, aconsejó Johnson. Esté atento a
ingredientes que terminen en -osa, como la fructosa o la sacarosa, así como
también a cualquier tipo de jarabe, recomendó.
"El jarabe de arroz integral suena saludable, pero en realidad es un azúcar",
advirtió Johnson.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Quanhe Yang, Ph.D., researcher, U.S. Centers for Disease Control and
Prevention; Laura Schmidt, Ph.D, M.S.W., M.P.H, professor, health policy, School
of Medicine, University of California, San Francisco; Rachel Johnson, Ph.D,
M.P.H, R.D., professor, nutrition, University of Vermont, and chairwoman,
nutrition committee, American Heart Association; Feb. 3, 2014, JAMA Internal
Medicine, online
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