El estrés laboral puede aumentar el riesgo de enfermedad arterial periférica

Linda Carroll

19 de mayo de 2020 Personas con trabajos muy exigentes pero con escaso control tienen más probabilidades de ser hospitalizadas por enfermedad arterial periférica que quienes tienen menos estrés laboral, revela un nuevo estudio.[1]

En un análisis combinado de datos sobre casi 140.000 adultos de 11 estudios previos, investigadores encontraron que durante 1'718.132 años-personas en riesgo (media de seguimiento 12,8 años) 667 individuos tenían un registro hospitalario de enfermedad arterial periférica, o 3,88 por 10.000 años-persona. El estrés laboral se asoció a un incremento de 1,41 tantos en el riesgo promedio de hospitalización con enfermedad arterial periférica, de acuerdo con los resultados publicados en Journal of the American Heart Association.

"Observamos que personas afectadas por estrés relacionado con el trabajo tenían 1,4 tantos más probabilidades que aquellas sin estrés laboral de tener un registro hospitalario de enfermedad arterial periférica", dijo la autora principal del estudio, Katriina Heikkila, investigadora sénior del Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia.

"Esta asociación tuvo una magnitud similar que la asociación del estrés laboral con cardiopatía e ictus, lo que indica que el estrés laboral es un factor de riesgo para enfermedad arterial periférica tan importante como lo es para estos otros trastornos cardiovasculares".

Los nuevos hallazgos son muy importante en vista de la prevalencia de la enfermedad, dijo Keikkila, quien realizó la investigación mientras se encontraba en la London School of Hygiene & Tropical Medicine, en Londres, Reino Unido.

"A nivel mundial, la enfermedad arterial periférica afecta a más de 200 millones de personas, entre ellas, más de 8,5 millones en Estados Unidos", dijo Heikkila en un mensaje de correo electrónico. "Pese a la considerable carga de enfermedad arterial periférica, son escasos los datos sobre factores de riesgo específicos y sobre posibles dianas para la prevención primaria de esta enfermedad".

Para analizar el efecto del estrés laboral sobre el riesgo de enfermedad arterial periférica, Heikkila y sus colaboradores combinaron datos de 11 estudios prospectivos de cohortes, que incluyeron información sobre estrés en el trabajo y enfermedad arterial periférica tratada en el hospital. En estos 11 estudios se incluyeron 139.000 hombres y mujeres de Finlandia, Suecia, Dinamarca y Reino Unido. La edad promedio fluctuó de 39 a 49. Ninguno de los participantes tenía antecedente de enfermedad arterial periférica cuando comenzaron los estudios.

Para los ensayos se había recopilado una gran cantidad de información de salud y demográfica, que incluyó edad, género, índice de masa corporal, antecedente de tabaquismo, consumo de alcohol, nivel de actividad física, antecedente de diabetes, posición socioeconómica y antecedente de hospitalización. A esto se añadió la información sobre estrés laboral, que provino del cuestionario psicosocial de Copenhague.

Los resultados del nuevo estudio son congruentes con investigación previa que muestra que las personas con enfermedad arterial periférica tienen más probabilidades de tener una posición socioeconómica más baja y menores niveles de educación, dijo la Dra. Mary McDermott, profesora Jeremiah Stamier de la Northwestern University Feinberg School of Medicine, en Chicago, Estados Unidos.

"Estas dos características se relacionan con el estrés laboral", dijo la Dra. McDermott por correo electrónico. "El estudio no demuestra que el estrés laboral produzca enfermedad arterial periférica. Sin embargo, es muy interesante e importante".

Los hallazgos son congruentes con otra investigación que mostró una vinculación entre trabajos exigentes que permitían a los trabajadores escaso control y presentación de infartos de miocardio, enfermedad cardiovascular y otros desenlaces cardiovasculares, dijo el Dr. Alan Rozanski, profesor de medicina de la Icahn School of Medicine at Mount Sinai y cardiólogo en Mount Sinai Morningside en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.

No obstante, dice el Dr. Rozanski, no todos los trabajos que se caracterizan por grandes exigencias y escaso control son estresantes. "Eso describe muchos trabajos en el ámbito militar donde hay una alta moral", añadió. "Lo que podría faltar en esta investigación es cuán significativo es el trabajo".

Aunque es posible que los trabajos estresantes y su carga psíquica puedan conducir a hábitos de salud deficientes, como dietas insatisfactorias o escasa actividad física, también es posible que el estrés pudiera dar lugar a inflamación, lo cual, a su vez, podría aumentar el riesgo de aterosclerosis, dijo el Dr. Rozanski.