LUNES, 4 de agosto de 2014 (HealthDay News) -- Si deja que su presión arterial
suba demasiado en la mediana edad, el precio podría ser un deterioro mental en
un momento posterior, según un nuevo estudio.
El estudio de casi 14,000 personas descubrió que la hipertensión en las personas
de 48 a 67 años de edad estuvo vinculada con una pérdida de las capacidades
mentales al final de la vida. A lo largo de 20 años, las personas con
hipertensión en la mediana edad experimentaron una reducción modesta, pero
significativa, del 6.5 por ciento en las puntuaciones de las pruebas del
funcionamiento mental, en comparación con las personas con una presión arterial
normal.
"La hipertensión podría ser un factor de riesgo importante para la demencia, ya
que el deterioro mental es un factor de riesgo conocido", dijo la investigadora
principal, la Dra. Rebecca Gottesman, profesora asociada de neurología y
epidemiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins de
Baltimore.
No obstante, enfatizó que dado que "ahora sabemos cómo tratar la hipertensión",
tenerla bajo control podría también reducir el riesgo de demencia de una
persona.
Para realizar el estudio, el equipo de Gottesman recogió los datos de las
personas que participaron en un estudio importante sobre las enfermedades
cardiacas en los EE. UU. Se dio seguimiento a los participantes durante hasta 23
años y se realizaron pruebas a sus capacidades mentales en tres ocasiones
distintas.
El grupo de Gottesman descubrió que las personas cuya presión arterial estaba
controlada con medicamentos sufrieron un menor deterioro mental que las que no
tenían la hipertensión controlada. El efecto fue mayor para los blancos que para
los negros, indicaron los investigadores.
Los niveles de presión arterial en la mediana edad podrían ser especialmente
importantes para la agudeza mental más adelante en la vida, dijo Gottesman.
"Esta podría ser la razón por la que algunos ensayos clínicos que han estudiado
el papel de los medicamentos para la presión arterial [en personas mayores] no
han conseguido encontrar un beneficio en la reducción del deterioro mental y la
demencia", conjeturó. "Los ensayos quizá simplemente no duren lo suficiente.
Quizá sería de la mayor importancia que se empezara el tratamiento para la
hipertensión cuando las personas están en la mediana edad".
Sin embargo, falta por saber si dar medicamentos para la presión arterial en la
mediana edad puede ayudar a fomentar el pensamiento y la memoria al final de la
vida.
"En nuestro estudio, las personas que tomaban medicamentos para la hipertensión
sufrieron un deterioro mental menor que las personas que no tomaron los
medicamentos", dijo Gottesman. "Pero es posible que esas personas hayan tomado
medicamentos durante años".
Aun así, "nuestros datos sugieren que, en general, tomar medicamentos para la
hipertensión podría tener un efecto protector", dijo Gottesman.
El informe aparece en la edición en línea del 4 de agosto de la revista JAMA
Neurology.
El Dr. Philip Gorelick es el director médico del Centro de Neurociencia
Hauenstein del Colegio de Medicina Humana de la Universidad Estatal de Michigan,
en Grand Rapids.
Cree que el nuevo estudio "aporta algunas evidencias de que a las personas que
estuvieron en observación y tratamiento por hipertensión les fue mejor a largo
plazo desde el punto de vista mental que a las que no siguieron ningún
tratamiento para la hipertensión".
Gorelick, autor de un editorial acompañante de la revista, dijo que hace mucho
que los médicos saben que tratar la hipertensión es clave para reducir las
probabilidades de las personas de sufrir un accidente cerebrovascular y un
ataque cardiaco.
Ahora "otro beneficio, aunque no tan bien documentado, de reducir la presión
arterial podría ser la conservación del funcionamiento mental a medida que
envejecemos", dijo. "Con un estudio adicional, podríamos estar mejor
posicionados para decir a nuestros pacientes si el control de la presión
arterial no solamente previene los accidentes cerebrovasculares y los ataques
cardiacos, sino que además contribuye a conservar la mente".
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Rebecca Gottesman, M.D., Ph.D., associate professor, neurology,
epidemiology, Johns Hopkins University School of Medicine, Baltimore; Philip B.
Gorelick, M.D., M.P.H., medical director, Hauenstein Neuroscience Center,
Michigan State University College of Human Medicine, Grand Rapids; Aug. 4, 2014,
JAMA Neurology, online
HealthDay