Es hora de plantar cara a la diabetes, una epidemia en expansión

Andrew Boulton. 
13/12/2021 La diabetes está aumentando a un ritmo alarmante. En la actualidad, afecta a 537 millones de personas en todo el mundo (uno de cada 10 adultos), lo que supone un incremento del 16% (74 millones) en los últimos dos años. Además, crece la lista de países donde uno de cada cinco de la población adulta (o más) vive con diabetes.

Son las nuevas cifras reveladas en la 10ª edición del Atlas de la Diabetes de la Federación Internacional de Diabetes (FID). El Atlas prevé que 783 millones de adultos vivirán con diabetes en 2045. Supone un aumento estimado del 46% mientras que el crecimiento previsto de la población hasta entonces es del 20%. Una progresión de la prevalencia mundial tan pronunciada deja patente que no podemos ignorar la creciente pandemia de diabetes.

Los niveles de diabetes se disparan sin control
Este año se cumplen 100 años del descubrimiento de la insulina. Nunca ha habido un momento más apropiado para reflexionar sobre el impacto de la diabetes y poner de relieve la urgente necesidad de mejorar el acceso a la asistencia para los millones de personas afectadas. Me hubiera gustado poder informar de que hemos sido testigos de una acción decisiva para hacer frente a los crecientes niveles de diabetes; desafortunadamente, nuestras últimas cifras no me lo permiten y debo afirmar que estamos perdiendo el control de la diabetes.

La diabetes representa un importante reto mundial para la salud y el bienestar de las personas, las familias y las sociedades. Casi la mitad de los adultos que viven actualmente con diabetes no están diagnosticados. Cuando la diabetes no se detecta o no se aborda adecuadamente, las personas que padecen esta enfermedad corren un mayor riesgo de sufrir complicaciones graves y potencialmente mortales, como ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia renal, ceguera o la amputación de miembros inferiores. Estas complicaciones reducen significativamente la calidad de vida y provocan un aumento de los costes sanitarios. La diabetes se encuentra actualmente entre las diez principales causas de mortalidad mundial, y se calcula que será responsable de 6,7 millones de muertes en 2021 (la muerte de una persona cada cinco segundos).

La covid-19 ha supuesto una carga adicional para las personas que viven con diabetes, haciéndolas más susceptibles de sufrir las peores complicaciones. Aún desconocemos el impacto de los confinamientos y de las medidas recomendadas para las personas más vulnerables, y el riesgo potencial para la salud pública de la diabetes inducida por la covid-19. Crece la preocupación de que la pandemia pueda haber provocado un nuevo aumento de la prevalencia de la diabetes y de las complicaciones que se manifestarán en los próximos años.

Mejorar el acceso a la atención médica
Globalmente, el 88% de los adultos con diabetes sin diagnosticar se encuentran en países de ingresos medios y bajos. Sin embargo, incluso en los países de ingresos altos, casi un tercio (29%) de las personas con diabetes no han sido diagnosticadas. Las bajas tasas de diagnóstico clínico suelen ser el resultado de un acceso insuficiente a la asistencia sanitaria y de una menor capacidad de los sistemas sanitarios existentes.

Por otra parte, cien años después del descubrimiento de la insulina, se calcula que una de cada dos personas con diabetes que necesitan insulina no pueden acceder a ella o no pueden pagarla. Otros aspectos esenciales relacionados con la atención a los diabéticos, como los medicamentos orales, aparatos y materiales para el auto-seguimiento, educación, apoyo psicológico, acceso a alimentos saludables y a un lugar donde hacer ejercicio, tampoco están al alcance de muchas personas que viven con diabetes o que corren el riesgo de padecerla.

No se está haciendo lo suficiente para prevenir la diabetes y sus complicaciones ni para proporcionar la mejor atención posible a las personas afectadas. ¿Qué hace falta para cambiar de rumbo?
Afortunadamente, existen muchas medidas para reducir el impacto de la diabetes. Los datos indican que a menudo se puede prevenir la diabetes de tipo 2. Por otro lado, el diagnóstico precoz y el acceso a la atención adecuada para todos los tipos de diabetes pueden evitar o retrasar las complicaciones en las personas que padecen la enfermedad.

Debemos garantizar un acceso asequible a todos los elementos esenciales que forman parte de la atención a la diabetes para todos aquellos que los necesitan; esto incluye garantizar un diagnóstico rápido y un tratamiento adecuado, además de un mayor esfuerzo para prevenir la diabetes de tipo 2.

Creo que hay algunos rayos de esperanza. El centenario de la insulina ha supuesto que la diabetes reciba mayor atención. A principios del 2021, la Organización Mundial de la Salud lanzó el Pacto Mundial por la Diabetes, y los Estados miembros de Naciones Unidas adoptaron una resolución que pide una acción mundial coordinada y urgente para hacer frente a la diabetes.

Se trata de pasos importantes para hacer frente al continuo y rápido aumento de la prevalencia de la diabetes, sobre todo en los países que no tienen un plan nacional contra la enfermedad o que no disponen de una cobertura básica de asistencia sanitaria. Pero se necesitan más medidas. No podemos retrasar el momento en que los medicamentos, las tecnologías, el apoyo y la atención a la diabetes estén disponibles para todos aquellos que lo necesitan. Si no es ahora, ¿cuándo entonces?

Principales conclusiones de la 10ª Edición del Atlas de la Diabetes de la FID:
• Uno de cada diez adultos (537 millones) en todo el mundo vive actualmente con diabetes.

• Se prevé que la cifra total aumente a 643 millones (11,3%) en 2030 y a 783 millones (12,2%) en 2045.

• Uno de cada once adultos (61 millones) en Europa vive con diabetes.

• Se calcula que el 44,7% de los adultos con diabetes (240 millones de personas) está sin diagnosticar (unos 22 millones de personas en Europa)

• Más del 81% de los diabéticos (4 de 5) viven en países con renta media o baja.

• Se estima que globalmente la diabetes causará un gasto sanitario de 966.000 millones de dólares en 2021. Esto representa un aumento del 316% en 15 años. En Europa el coste asciende a 189.000 millones de dólares, un 20% de la cifra global.

• Excluyendo los riesgos de mortalidad asociados a la pandemia de covid-19, se estima que aproximadamente 6,7 millones de adultos habrán fallecido como consecuencia de la diabetes, o de sus complicaciones, en 2021. Esta cifra supone el 12,2% de las muertes mundiales por todas las causas. Europa representa el 2% (111.000) del total de muertes relacionadas con la diabetes.

• 541 millones de adultos, es decir, el 10,6% de los adultos del planeta, padecen intolerancia a la glucosa (ATG), lo que les sitúa en un alto riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2. Más de una de cada diez personas (55 millones) afectadas por la ATG vive en Europa.

• Con un total de 295.000 menores, Europa cuenta con el mayor número de niños y adolescentes que padecen diabetes de tipo 1