Dieta con baja carga glucémica mejora la hemoglobina glucosilada y otros factores de riesgo en diabetes

Nancy A. Melville

17 de agosto de 2021 Una dieta rica en vegetales y baja en carbohidratos, conocida como la dieta de bajo índice glucémico, conlleva beneficios clínicamente importantes más allá de los que proporcionan los fármacos existentes a personas con diabetes de tipo 2 y de tipo 1, en comparación con una dieta de índice glucémico más alto, muestran los hallazgos de un nuevo metanálisis.[1]

"Aunque los efectos son pequeños, lo cual no es sorprendente en estudios clínicos sobre nutrición, fueron mejoras clínicamente significativas y nuestra certeza de sus efectos fue de moderada a alta", comentó a Medscape Noticias Médicas la primera autora, Laura Chiavaroli, Ph. D., del Departamento de Ciencias Nutricionales de la Facultad de Medicina de Temerty en la University of Toronto, en Ontario, Canadá.

El índice glucémico clasifica los alimentos en función de la rapidez con la que afectan los niveles de glucosa sanguínea.

Las frutas, las verduras y los cereales integrales tienen un índice glucémico bajo. También ayudan a regular los niveles de azúcar en la sangre. Tales alimentos se vinculan con una disminución del riesgo de cardiopatía en personas con diabetes.

Pero las guías sobre esto, como las de la European Association for the Study of Diabetes, reflejan investigación publicada hace más de 15 años, antes de que se publicaran varios estudios clave.

Chiavaroli y sus colaboradores identificaron 27 estudios aleatorizados controlados, de los cuales el más reciente fue publicado en mayo de 2021 que incluyeron un total de 1.617 participantes adultos con diabetes de tipo 1 o 2. En los pacientes de estos estudios, la diabetes fue controlada moderadamente con fármacos antihiperglucemiantes o insulina. En todos los estudios incluidos se analizaron los efectos de una dieta de índice glucémico bajo o una dieta de baja carga glucémica para las personas con diabetes durante un periodo de 3 o más semanas. La mayoría de los pacientes en los estudios tenía sobrepeso u obesidad y en gran parte era de edad media.

El metanálisis, que incluyó nuevos datos, fue publicado en BMJ. El estudio "amplía el número de desenlaces cardiometabólicos intermedios relevantes y evalúa la certeza de la evidencia utilizando el sistema GRADE (valoración, desarrollo y evaluación de la fortaleza de las recomendaciones)", señalaron Chiavaroli y sus colaboradores.

"Los datos disponibles proporcionan un buen indicio del posible beneficio en esta población y respaldan las recomendaciones existentes para la implementación de los patrones alimentarios con bajo índice glucémico en el control de la diabetes", resaltaron.
Mejoras en hemoglobina glucosilada, glucosa en ayunas, colesterol y triglicéridos
En general, en comparación con personas que consumían dietas con calificaciones de índice glucémico/carga glucémica más altas, en las que consumían dietas de carga glucémica más baja el control de la glucemia mejoró significativamente según se reflejó en el nivel de hemoglobina glucosilada, que fue el criterio principal de valoración del estudio (diferencia media: -0,31%; p < 0,001).

Esto "cumpliría el umbral de una reducción ≥ 0,3% en la hemoglobina glucosilada que propone la Agencia Europea de Medicamentos como clínicamente relevante para la reducción del riesgo de complicaciones diabéticas", señalaron los autores.

Los que consumían dietas hipoglucemiantes también mostraron mejoras en los criterios secundarios de valoración, tales como el nivel de glucosa en ayunas, que se redujo 0,36 mmol/l (-6,5 mg/dl), una reducción de 6% en el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (-0,17 mmol/l) y una disminución de los niveles de triglicéridos (-0,09 mmol/l).

También tuvieron una mayor reducción marginal del peso corporal de -0,66 kg. El índice de masa corporal fue más bajo (-0,38) y se redujo la inflamación (proteína C reactiva: -0,41 mg/l; p < 0,05 para todos).

No se observaron diferencias significativas de los grupos en nivel de insulina en la sangre, colesterol de lipoproteínas de alta densidad, perímetro de la cintura o presión arterial.

Tres de los estudios demostraron que los participantes desarrollaron una preferencia por la dieta de bajo índice glucémico. "En los últimos años ha aumentado el interés por las dietas de alimentos integrales a base de vegetales y hay más opciones, por ejemplo, para los productos derivados de legumbres", comentó Chiavaroli.

Este metanálisis debería respaldar la recomendación de la dieta baja en carga glucémica, sobre todo para personas con diabetes, reiteró.

¿Mostrarán efecto sobre los desenlaces los estudios aleatorizados más grandes?
Sin embargo, los autores señalaron que para determinar si estas pequeñas mejoras en los factores de riesgo cardiometabólico intermedios que se observan con las dietas con índice glucémico bajo se traducen en reducciones en enfermedades cardiovasculares, nefropatía y retinopatía de personas con diabetes, se necesitan estudios aleatorizados más grandes.

Uno de tales estudios, el estudio Low Glycemic Index Diet for Type 2 Diabetics incluye 169 pacientes en alto riesgo con diabetes de tipo 2 y ateroesclerosis asintomática. Los investigadores están evaluando el efecto de una dieta con índice glucémico bajo en la progresión de la ateroesclerosis, evaluada mediante resonancia magnética vascular durante 3 años.

"Esperamos los resultados", concluyeron.