La ingesta de más bebidas azucaradas, incluso jugo de fruta, se vinculó a diabetes de tipo 2

Miriam E. Tucker

15 de octubre de 2019 Personas que aumentan su consumo de bebidas azucaradas, independientemente de que contengan azúcar añadido o natural en forma de jugo de fruta, afrontan un riesgo moderadamente más alto de diabetes de tipo 2, mientras que remplazar una de estas bebidas por día con agua, café o té reduce el riesgo.[1]

Esta última investigación, que se suma a la base de evidencia sobre el tema, también mostró que consumir más bebidas endulzadas artificialmente, o bebidas dietéticas en vez de azucaradas, no pareció reducir el riesgo de diabetes.

Al rastrear datos de 22 a 26 años de casi 200.000 participantes en tres estudios prospectivos de cohortes, la investigación representa un primer análisis sobre el hecho de que los cambios a largo plazo en el consumo de refrescos, refrescos de dieta, jugos de fruta y otras bebidas se vinculen a riesgo de diabetes de tipo 2, indican los investigadores, dirigidos por Jean-Philippe Drouin-Chartier, Ph. D., del Departamento de Nutrición, en la Harvard T.H. Chan School of Public Health, en Boston, Estados Unidos.

Los resultados fueron publicados el 3 de octubre en la versión digital de Diabetes Care.

"La concordancia de nuestras observaciones con estudios previos subraya más la importancia de limitar el consumo de bebidas azucaradas y remplazar estas con alternativas sanas", afirman Drouin-Chartier y sus colaboradores.

La relación entre el consumo de jugo 100% de fruta y un aumento en el riesgo de diabetes es notable, pues estas bebidas se consideran alternativas sanas a los refrescos azucarados.

"Nuestro estudio, junto con otros previos, indica que la relación entre el consumo de jugo 100% de fruta y el riesgo de diabetes comparte más similitudes que con la asociación entre el consumo de bebidas azucaradas y diabetes, en contraste con la asociación inversa entre el consumo de fruta entera y diabetes", afirman los autores.

Cambios en la ingesta de diferentes bebidas y riesgo subsiguiente de diabetes
La investigación incluyó datos combinados de 76.531 mujeres del Nurses' Health Study (1986 - 2012), 81.597 mujeres del Nurses' Health Study II (1991 - 2013), y 34.224 hombres del Health Professionals' Follow-up Study (1986 - 2012). Todos los participantes llenaron cuestionarios de frecuencia de alimentos cada 4 años, lo que incluyó consumo de bebidas en raciones de 235 ml/día.

En más de 2’783.210 años-persona de seguimiento hubo 11.906 nuevos casos de diabetes de tipo 2 en las tres poblaciones de estudio.

Después del ajuste respecto a numerosos factores como edad inicial, raza, antecedente familiar de diabetes, estado menopáusico, uso de hormonas, grado de actividad física, índice de masa corporal y consumo inicial de bebidas, los individuos que disminuyeron su consumo total de bebidas azucaradas, incluso el jugo 100% de fruta en más de 0,50 raciones/día, tuvieron un riesgo similar de diabetes en los cuatro años subsiguientes, lo mismo que aquellos cuya ingesta no se modificó.En cambio, el incremento en la ingesta total de bebidas azucaradas en más de 0,50 raciones/día se asoció a un aumento de 16% en el riesgo de diabetes de tipo 2, en comparación con quienes mantuvieron el consumo estable.

Los aumentos de media ración de solo bebidas azucaradas dieron lugar a un aumento de 9% en el riesgo, mientras que el incremento del consumo de jugo de fruta elevó 15% el riesgo. Los dos hallazgos fueron estadísticamente significativos.

La disminución del consumo de bebidas artificialmente endulzadas no modificó el riesgo de diabetes, en comparación con la ingesta estable, mientras que un incremento del consumo de bebidas endulzadas artificialmente en más de 0,50 raciones/día conllevó un aumento significativo de 18% en el riesgo en los cuatro años subsiguientes.

Sin embargo, este último aumento puede deberse a causalidad inversa (el hecho de que las personas que saben que tienen más riesgo pudieran optar por bebidas de dieta en vez de las azucaradas) y sesgo de vigilancia (los individuos con alto riesgo tienen más probabilidades de ser evaluados en cuanto a diabetes y, por tanto, diagnosticarse con más rapidez).

En análisis de sensibilidad los resultados no se modificaron después del ajuste adicional con respecto a cambios concomitantes en la ingesta de calorías o el peso corporal.

Remplazar bebidas azucaradas con té, café, agua o leche descremada
El cambio de peso explicó 27,9% de la tendencia entre cambios en el consumo total de bebidas azucaradas y riesgo de diabetes, afirman los autores.

Con base en los datos, estimaron que remplazar una ración diaria de una bebida azucarada con una ración diaria de una bebida artificialmente endulzada no se asoció a un riesgo de diabetes en los cuatro años subsiguientes.

Sin embargo, remplazar una bebida azucarada con agua, café, té o leche descremada (0% a 2% de grasa) se asoció a una reducción de 2% a 10% en el riesgo de diabetes.

"Los resultados del estudio son congruentes con las recomendaciones actuales para remplazar las bebidas azucaradas con bebidas no calóricas carentes de edulcorantes artificiales", señala el autor principal, Dr. Frank Hu, Ph. D., profesor Fredrick J. Stare de nutrición y epidemiología, también de la Harvard T.H. Chan School of Public Health.

"Aunque los jugos de fruta contienen algunos nutrientes, su consumo debería ser moderado", indicó en una declaración de su institución.