Obesidad infanto-juvenil en España: pediatras de atención primaria instan a redoblar esfuerzos ante cifras que consideran "alarmantes"

Carla Nieto Martínez

27 de abril de 2023 Respecto a la situación actual del sobrepeso y la obesidad entre la población infanto-juvenil española, "las cifras son alarmantes", señalaron especialistas que analizaron las causas del problema, advirtiendo sus consecuencias y debatiendo los principales desafíos que esta realidad plantea a los profesionales de la pediatría de atención primaria.

En el 19º Congreso de Actualización en Pediatría 2023 de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), se destacó que el exceso de peso, que engloba el sobrepeso y la obesidad, se considera la enfermedad crónica no transmisible más frecuente en la infancia y en la adolescencia. En el caso concreto de España, se estima que actualmente afecta actualmente a 40,6% de este grupo de población y las previsiones de futuro no son nada halagüeñas.

Sobre esta situación "de base", la pandemia jugó un papel determinante, explicó la Dra. María José García Mérida, pediatra de los grupos de Gastroenterología y Nutrición y de Educación para la Salud de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria: "Las fases de confinamiento más estrictas, con la necesidad de medidas de distanciamiento y el uso obligatorio de mascarillas en muchos ámbitos, incluso al aire libre, contribuyeron a la disminución prácticamente total de actividad física en este grupo de población, con un mayor tiempo en casa dedicado generalmente al ocio sedentario y al mayor consumo de alimentos poco saludables, ricos en grasas y en azúcares".

En cuanto a que esta tendencia se haya estabilizado una vez pasada la pandemia y las previsiones a corto y mediano plazos, la Dra. Marta Castell, pediatra del Centro de Salud Campanar-Valencia y miembro del Grupo de Gastroenterología y Nutrición de la AEPap y del Comité de Lactancia Materna y Nutrición de la Asociación Española de Pediatría (AEP), comentó a Medscape en español: "El exceso de peso en la población de jóvenes y adolescentes sigue al alza, con previsiones a nivel global de aumento progresivo de las cifras y afectando especialmente a nuestro país. Previamente a la pandemia, en los datos del estudio español Aladino 2019 se observó una estabilización de la obesidad y el sobrepeso en comparación con los datos obtenidos en 2015".

Malas perspectivas pos-pandemia
"Sin embargo, los datos preliminares que se conocen de la población infantil correspondientes a 2023 muestran de nuevo un empeoramiento de las cifras de sobrepeso y obesidad en la población española y también a nivel global, según datos de la Organización Mundial de la salud (OMS) respecto a 2019. Además se ha observado que los países en vías de desarrollo muestran una tendencia al alza, con un aumento de las cifras de sobrepeso y obesidad, que coexisten con los datos del incremento de la desnutrición en la población infantil".

La Dra. Castell señaló que estamos ante una verdadera pandemia del siglo XXI, lo que hace necesario un abordaje multidisciplinario e institucional para mejorar estos datos y conseguir una disminución del exceso de peso en la infancia y la adolescencia en los próximos años y décadas y poder revertir esta tendencia.Los pediatras que debatieron sobre este tema durante el congreso hicieron especial hincapié en los problemas de salud a corto plazo en la infancia y a largo plazo en la vida adulta asociados al exceso de peso. "Los niños y las niñas con obesidad tienen un mayor riesgo de desarrollar obesidad. Por tanto, sin una intervención adecuada en este grupo de población, en los próximos años veremos cada vez más y de manera más precoz, complicaciones derivadas de la obesidad que antes solo aparecían en adultos, sobre todo hipertensión, resistencia periférica a la insulina (previa al desarrollo de la diabetes de tipo 2) y alteraciones del colesterol", destacó la Dra. Castell.

Los expertos coincidieron que en este contexto los servicios sanitarios y principalmente las consultas de pediatría de atención primaria tienen una posición clave y desarrollan un trabajo fundamental en este tema.

"El pediatra de atención primaria en España es el primer punto de contacto con el sistema sanitario para la detección precoz y el manejo del sobrepeso y de la obesidad infanto-juvenil. Habitualmente es en los exámenes de salud del niño sano donde se detecta y se inicia el abordaje, si bien cualquier consulta por otro motivo en la que se identifique un exceso de peso puede ser el punto de inicio", apuntó la Dra. Castell.

"La mayoría de los casos de sobrepeso y obesidad infanto-juvenil será manejada y controlada por los pediatras de atención primaria, derivando a las unidades de nutrición pediátrica en casos seleccionados, como la obesidad grave, que se asocian a complicaciones metabólicas (hipertensión, alteraciones del colesterol y triglicéridos o diabetes) y en los que puede estar indicada la utilización de fármacos o incluso la cirugía bariátrica", agregó.

Colaboración con nutricionistas pediátricos
En cuanto a las estrategias que se llevan a cabo en estas consultas para la prevención y la detección del exceso de peso en niños y adolescentes, la Dra. Castell señaló que se recomienda la realización de una adecuada entrevista y detección de factores de riesgo cardiovascular (progenitores con antecedentes de hipertensión arterial, diabetes o dislipidemia, entre otros), así como una exploración física del paciente.

"Asimismo, un pilar fundamental para el manejo de la obesidad y el sobrepeso es el referente a las recomendaciones nutricionales, basadas, por ejemplo, en el plato saludable de Harvard o en el aumento del consumo diario de frutas y verduras y la reducción del consumo de azúcares simples y de grasas de origen animal. En este punto, en un futuro la colaboración de pediatras y nutricionistas pediátricos en atención primaria podría contribuir a mejorar la alimentación saludable en niños y adolescentes con obesidad", explicó la especialista.

La Dra. Castell incidió que para el correcto manejo de estos problemas son necesarias las visitas periódicas y el seguimiento a largo plazo: "Habitualmente se realizan visitas cada 1 a 2 meses y durante 12 meses o incluso un periodo más prolongado. En este sentido, es fundamental dedicar el tiempo adecuado en la consulta donde pediatras y enfermeras valorarán cómo evoluciona el paciente, revisar la actividad física, las pautas de alimentación y detectar otros problemas asociados, tanto físicos como psicológicos (alteración de la conducta alimentaria, baja autoestima, ansiedad, depresión, etcétera, que pueden estar asociados), así como problemas en la escuela o en el entorno sociofamiliar".

Uno de los principales problemas implicados en las cifras de obesidad infanto-juvenil en España es la poca concientización que existe entre los padres sobre la magnitud de este problema, manifestó la Dra. Castell:

"Es necesaria una mayor toma de conciencia sobre este problema entre los progenitores, ya que el abordaje tardío condiciona un retraso diagnóstico y el manejo de la enfermedad, lo que favorece la aparición de más complicaciones. No hay que olvidar que España está a la cabeza de los países europeos con mayor prevalencia de exceso de peso en la infancia, según los resultados de la iniciativa COSI y el estudio PASOS, de la Fundación Gasol, habiéndose duplicado la incidencia de la obesidad en los últimos 20 años".Percepción errónea por parte de los padres
"Asimismo, la obesidad abdominal ha aumentado 30% en los últimos diez años y se ha incrementado sobre todo la obesidad y el sobrepeso en las niñas y adolescentes (22% en 2019 frente a 16% en 2011: datos del estudio PASOS) y como refleja el estudio Aladino 2019, hasta 88% de los progenitores cuyos hijos tienen sobrepeso considera que el peso de estos es adecuado. En los niños con obesidad grave, 67% de los progenitores refiere que sus hijos solo tienen un ligero sobrepeso. Por tanto, es obvio que no hay una conciencia adecuada sobre este problema entre los progenitores y tampoco entre los cuidadores de los niños y adolescentes con sobrepeso", continuó la experta.

La Dra. Castell puntualizó: "Cada vez es más frecuente ver a niños y adolescentes con exceso de peso en las consultas de pediatría de atención primaria, por tanto, estamos ‘normalizando’ esta situación y en consecuencia, retrasando el diagnóstico y el abordaje. Por este motivo las consultas de atención primaria y los programas de salud son clave, pero también se debe tomar conciencia del problema desde los medios de comunicación y las instituciones".

"En este momento existen muchas iniciativas de salud pública para intentar mejorar la tendencia al alza de estas cifras en España, pero aún queda mucho trabajo por hacer para conseguir los objetivos establecidos al respecto por la OMS para 2030", añadió la médica.

En cuanto a los desafíos que actualmente enfrentan los pediatras de atención primaria en el abordaje de la obesidad infanto-juvenil, la Dra. Castell señaló al abordaje precoz como uno de los principales retos. "Incluso desde los primeros meses de la infancia, en los que resulta fundamental apoyar a las madres que desean la lactancia materna, ya que contribuye de manera positiva a la prevención de la obesidad infantil. También es clave el seguimiento en los primeros años de vida, con la introducción de la alimentación complementaria y sobre todo, la instauración de hábitos saludables correctos, como evitar los alimentos ultraprocesados, fomentar el consumo de frutas y verduras, aumentar el tiempo de ejercicio físico y limitar el uso de pantallas en los primeros años de vida".

"Sin embargo, el verdadero reto está en los adolescentes, ya que integran un grupo de población que acude en menor grado a las consultas de pediatría y en este contexto, la motivación para el control del peso, el aumento del ejercicio físico o la reducción del tiempo de pantallas es más difícil de conseguir", destacó.

La especialista puntualizó que es necesario replantear el manejo de los pacientes en las consultas, sobre todo en este grupo de edad y continuar con programas de intervención y hacer un seguimiento multidisciplinario, así como implicar a las escuelas y también a los medios de comunicación y a las redes sociales para conseguir mejores resultados.

"En este sentido se ha visto que en la adolescencia y en niños mayores parecen lograrse buenos resultados con la combinación del uso de las nuevas tecnologías, la intervención nutricional y el seguimiento en las consultas", concluyó.