El reto de abordar la obesidad como enfermedad per se, más allá de sus comorbilidades y de su papel como agente causal

Carla Nieto Martínez

18 de enero de 2023 "La obesidad ejerce un ‘efecto gatillo’ que dispara la aparición de una serie de enfermedades graves, pero es necesario manejarla como una patología en sí misma y no como un mero agente implicado y no podemos seguir tratando a los pacientes con obesidad solo de las patologías asociadas.

No tiene sentido abordar las consecuencias y olvidarnos de su causa", afirmó la Dra. Mar Malagón, presidenta de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), durante su análisis de la situación actual de esta enfermedad en el marco del XVIII Congreso de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), llevado a cabo en Barcelona del 16 al 18 de noviembre de 2022.[1]

En la sesión Epidemiología y situación de la obesidad en España, la Dra. Malagón, también subdirectora del Instituto Maimónedes de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC), expuso las principales novedades y retos a las que se enfrentan los profesionales que tratan esta patología e hizo hincapié en que uno de los problemas que aún siguen vigentes en este sentido es la definición que se da a la obesidad.

"En 2022 la Organización Mundial de la Salud (OMS) modificó la definición vigente hasta entonces y actualmente se refiere a ella como una enfermedad crónica compleja caracterizada por una adiposidad excesiva que puede perjudicar la salud y que en la mayoría de los casos es de origen multifactorial", señaló.

En la misma línea, la Comisión Europea también ha cambiado la definición, que ahora alude a una patología crónica y recidivante que a su vez actúa como puerta de entrada a otras enfermedades no transmisibles, como diabetes, enfermedad cardiovascular y cáncer. Hay que recordar que existen hasta 200 enfermedades asociadas a la obesidad.

Impacto en el contexto europeo
La Dra. Malagón comentó los datos del WHO EUROPEAN REGIONAL OBESITY REPORT 2022, publicado por la Oficina de la OMS en Europa y en el que se ponen de manifiesto las proporciones pandémicas que alcanzan actualmente la preobesidad (sobrepeso) y la obesidad en los adultos de esta zona del planeta. Los datos hablan por sí solos: 59% de los adultos presenta sobrepeso u obesidad y en la práctica totalidad de los países (50 de los 53 miembros) se superan tasas de 50%. Concretamente, en muchos de estos países más de 1 de cada 4 adultos viven con obesidad.

"Asimismo, los datos del Eurostat (Comisión Europea) reflejan que el porcentaje de personas con exceso de peso en Europa está en torno a 53% (España supera esta media, ya que las cifras son de 54%)", apuntó la especialista.Según el informe de la OMS respecto a las tasas globales de exceso de peso, España se sitúa en el noveno puesto por detrás de Turquía, Malta, Israel, Reino Unido, Andorra, Grecia, República Checa y Bulgaria, mientras que si se observan solo las cifras de obesidad per se, ocupa la quinceava posición.

"En todos los países el problema es peor en los hombres que en las mujeres, lo que coincide con las estadísticas más recientes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que concretamente en el caso de España, muestran que 25% de los hombres y 23% de las mujeres viven con obesidad, lo que se corresponde a su vez con 9,7% del gasto total en salud", señaló la Dra. Malagón.

"Asimismo, llama la atención que los niveles más altos de sobrepeso y obesidad se registran en los países de la Europa del Este y curiosamente también en los mediterráneos. Estos datos no invitan precisamente al optimismo y ponen de manifiesto que además de establecer estrategias de prevención es necesario proporcionar atención a las personas que viven con obesidad, aceptando que debe abordarse de manera multidisciplinaria debido a su carácter crónico, recidivante y multifactorial. Si no aceptamos estas premisas, difícilmente podremos detener la extensión y la gravedad de esta epidemia en nuestra sociedad", añadió.

Nivel de ingresos, factores ambientales y otras variables
La Dra. Malagón comentó algunas variables que se tienen en cuenta actualmente en el análisis y abordaje de la obesidad e hizo alusión a diversas investigaciones centradas en el estudio de los años libres de enfermedad en personas delgadas y con sobrepeso y obesidad, que demostraron que estas últimas viven menos años y lo hacen con peor calidad de vida. "En España los datos procedentes de distintas fuentes reflejan claramente que el sobrepeso y la obesidad reducen la expectativa de vida en 2,6 años. Asimismo, los trabajos sobre los casos de enfermedades atribuibles al sobrepeso revelan que estas son principalmente diabetes (78%), enfermedades cardiovasculares (23%), demencia (20%) y cáncer (14%)".

"Otra variable curiosa que reflejan todas estas estadísticas es la clara relación entre el nivel de ingresos y la tasa de obesidad, señalando que a menor nivel de ingresos mayor tasa de obesidad. De igual manera, la obesidad está directamente correlacionada con el nivel de estudios y con la actividad física", destacó.

"Un factor que se ha estudiado y que cada vez tiene más relevancia es la relación entre la obesidad y la temperatura ambiental, lo que tiene que ver con las evidencias de las que se dispone respecto a la grasa termogénica (grasa parda), cuya cantidad en el organismo disminuye con la edad y con el exceso de peso corporal. Estos datos sugieren que habría que tener en cuenta factores como la temperatura al valorar la pandemia de obesidad", señaló la Dra. Malagón.

En cuanto a la estrategia del abordaje de la obesidad por parte del sistema de salud en España, la Dra. Malagón destacó el hecho de que los pacientes con obesidad que desean someterse a una cirugía bariátrica no están contempladas dentro de las listas de espera para procesos quirúrgicos en general. "Estas listas se demoran más de dos años de promedio y de los pacientes elegibles solo 1% a 2% se someten a esta intervención, cifra similar a las del resto de los países europeos".

La especialista puntualizó que el reto es conseguir que se desarrolle una estrategia nacional para el abordaje integral de la obesidad en España, comentando que actualmente hay varias proposiciones no de ley en este sentido.

Obesidad infantil: cifras que alertan
Durante el congreso se habló reiteradamente del importante problema que suponen las actuales cifras de obesidad infanto-juvenil, en la ponencia Quo vadis? Obesidad infantil, que corrió a cargo de la Dra. Amanda Fernández-Menéndez, especialista en Endocrinología y Nutrición Pediátrica del Hospital Fundación Jiménez Díaz, en Madrid, España.[2]
8
La especialista hizo un repaso a los últimos datos de los que se dispone sobre la incidencia del exceso de peso en este grupo de población correspondientes al estudio ALADINO 2019, según el cual la prevalencia de sobrepeso en la población infantil española de 6 a 9 años es de 23,3% y la de obesidad es de 17,3%, siendo el sobrepeso significativamente más prevalente en las niñas y la tasa de obesidad superior en los niños.[3]

La Dra. Fernández-Menéndez explicó que actualmente se esperan los resultados de la segunda edición del estudio PASOS 2022, que permitirá tanto evaluar la evolución de la obesidad infantil en España como conocer el impacto de la pandemia COVID-19 en los estilos de vida y la salud infantil, "pero las tendencias identificadas hasta el momento no invitan al optimismo y sugieren que tras un periodo de estabilización en las cifras de sobrepeso y obesidad en los niños y adolescentes españoles (datos de 2019), todo apunta hacia una tendencia acelerada de aumento de casos".

En este marco y según datos de la Word Obesity Federation, actualmente España se encuentra entre los países europeos con mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad en la infancia, tanto en la etapa preadolescente (hasta los diez años de edad) como en la adolescencia (12 a 18 años). "Asimismo, los datos reflejan que los países del sur de Europa (el arco mediterráneo) son los que arrojan unas cifras mayores, lo que puede parecer una contradicción, teniendo en cuenta que la cultura gastronómica de estas latitudes se basa en el patrón saludable de la dieta mediterránea", afirmó la especialista.

De 6 a 9 años: un rango de edad clave
El estudio ALADINO 2019 señala que por sexo, el sobrepeso es significativamente más prevalente en las niñas (24,7% frente a 21,9% de los niños) y la obesidad, incluida la grave, es significativamente mayor en los niños (19,4% frente a 15% de las niñas). El análisis de los resultados por grupos de edad y sexo revela que a partir de los 7 años aumentan la prevalencia de la obesidad y el exceso de peso en los varones, situándose en los 9 años la prevalencia de exceso de peso más alta, mientras que en las niñas la prevalencia de exceso de peso y obesidad aumenta a partir de los 8 años.

La especialista hizo hincapié en la importancia de centrar las actuaciones de prevención y manejo del exceso de peso en el rango de edad que va de los 6 a los 9 años y explicó: "Es en este periodo donde se acumula el primer pico de sobrepeso y obesidad en la infancia, seguido del que sucederá en la adolescencia. Por tanto, se trata de un momento clave para intervenir y educar en la prevención de la aparición de este problema, principalmente mediante la incorporación de hábitos de vida saludables".

Asimismo, la Dra. Fernández-Menéndez se refirió a los principales obstáculos o déficits que influyen negativamente en el correcto abordaje de la obesidad infanto-juvenil. "Uno de los principales problemas es la falta de reconocimiento de este problema de salud por parte de los principales cuidadores, debido a la normalización que existe respecto al sobrepeso en la infancia y en la adolescencia". Para ilustrar esta cuestión, la experta aportó datos que indican que un porcentaje importante de progenitores de escolares con sobrepeso (88,6%), obesidad (42,7%) e incluso obesidad grave (19,1%) perciben erróneamente el peso de sus hijos como normal.

La especialista agregó que otro factor limitante es la falta de programas estructurados de actividad y ejercicio físico orientados a la infancia y la adolescencia. "A ello hay que unir el uso abusivo de pantallas, muy normalizado en nuestra sociedad y que se traduce en un aumento del tiempo de sedentarismo. A este respecto, las poblaciones infantil y adolescente en España superan en prácticamente una hora al día la recomendación de la OMS sobre el uso de pantallas entre semana y en más de 2 horas 40 minutos durante el fin de semana".

El reto del proceso de transición
La Dra. Fernández-Menéndez añadió que un problema estructural no resuelto radica en dar la importancia que se merece al proceso de transición, dado que 80% de los niños con enfermedades crónicas (incluida la obesidad) llegará a la etapa adulta con estas patologías. "Por eso es de vital importancia que los pacientes pasen de los sistemas de pediatría a los de medicina de adultos de forma organizada y sistematizada, para así evitar la pérdida de estos pacientes en el traspaso, como ocurre actualmente. Para ello es necesario potenciar la formación de los profesionales implicados, pues para optimizar la atención que reciben los niños y adolescentes con exceso de peso es indispensable el abordaje multidisciplinar en unidades específicas en las que se les ofrezcan herramientas adaptadas para su control y seguimiento".

La Dra. Fernández-Menéndez explicó que este abordaje ha demostrado ser el más efectivo para revertir los casos de sobrepeso y obesidad en estas edades e implica la presencia de varios especialistas, liderados por la figura del endocrinólogo pediatra y contando, en el mejor escenario, con expertos en nutrición, un abordaje psicoemocional y actividad-ejercicio físico, todo ello adaptado a las distintas etapas del desarrollo.