La pandemia aumenta los índices de obesidad

17-05-2021 La disminución del ejercicio físico, así como los malos hábitos alimentarios derivados del confinamiento domiciliario han provocado un incremento de la obesidad.

En el marco del Día Europeo contra la Obesidad, celebrado el pasado 15 de mayo, la Dra. Aurora García Tejedor, Doctora en Ciencias de la Alimentación y directora del Máster Universitario en Nutrición y Salud de la Universidad Internacional de Valencia, ha alertado sobre los altos índices de obesidad en España, enfermedad considerada, según la experta, como "la epidemia más importante del siglo XXI".

García Tejedor ha analizado las consecuencias que el confinamiento domiciliario ha tenido en la población, a la vez que recomienda soluciones al problema en relación con un estilo de vida equilibrado con buena alimentación y una rutina de ejercicio habitual. "La pandemia ha agravado el número de personas que padecen sobrepeso y obesidad, un aspecto que era previsible ya que, durante los confinamientos, se redujo de forma considerable la realización de actividad física y se aumentó el consumo de alimentos superfluos, así como el picoteo entre horas. De hecho, los datos de consumo indicaron que, durante el confinamiento, se produjo un aumento considerable en la venta de productos insanos, como snacks, chocolate y bebidas alcohólicas", explica.

La obesidad repercute en el estado general de salud de la persona en cuestión, ya que es un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas, como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, trastornos musculoesqueléticos, varios tipos de cáncer, depresión y enfermedades respiratorias. Además, afecta negativamente en el caso del covid-19 ya que, en palabras de la doctora: "en los últimos meses se ha demostrado que la obesidad es un factor de mal pronóstico también para el coronavirus, ya que hay una mayor probabilidad de tener complicaciones, necesitar ventilación mecánica, ingresar en la UCI y, por lo tanto, mayor riesgo de muerte".

Las cifras se disparan entre los infantes

Un colectivo sobre el que la doctora ha hecho especial hincapié es el infantil, ya que "si no cambiamos la tendencia actual, demasiados niños van a crecer con obesidad, y con ello mayores probabilidades de padecer a edades más tempranas otras enfermedades como las mencionadas", alerta García. Los datos del Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE) indican que el 34 % de la población española de entre 3 y 24 años tiene sobrepeso u obesidad, una cifra que asciende hasta casi el 40% en el caso de los niños de entre 3 y 8 años. La docente ha recordado la importancia de establecer un buen ejemplo de hábitos saludables en casa, ya que los infantes toman la referencia paternal para aprender sus propias rutinas. "Hay una carencia de educación alimentaria y nutricional en toda la población, pero cabe destacar especialmente la que existe en padres e hijos. A lo que se suma la falta de tiempo para emplear técnicas culinarias más saludables y utilizar menos productos precocinados".

"Por otro lado, en los niños y adolescentes se ha observado un aumento importante en el consumo de comida rápida en los últimos años. Muchas familias, especialmente aquellas con dos padres que trabajan fuera de casa, escogen este tipo de restaurantes para salir a comer o cenar porque suelen ser los preferidos de sus hijos y baratos. El problema es que en estos locales los alimentos que se sirven tienden a contener una gran cantidad de calorías con bajos valores nutricionales", señala la docente de VIU. De igual forma, explica que "el sedentarismo es otra de las principales claves del problema, los niños, cada vez están más horas delante de las pantallas, en lugar de estar en la calle corriendo y jugando".

Establecer rutinas de comidas y ejercicio

García Tejedor recalca la necesidad de establecer una rutina en la que se incluyan horarios fijos de comidas, en torno a 5 al día, para evitar comer entre horas, así como practicar ejercicio físico de manera habitual. A esta pauta añade evitar la ingesta de snacks, comida rápida, refrescos, bebidas azucaradas y alcohol. "Para ello, es imprescindible llenar la nevera y despensa de alimentos saludables, así como hacer la compra con una lista y tras haber realizado una de las comidas principales del día", expone. Otro hábito que recomienda incorporar son las técnicas de cocinado adecuadas como puedes ser hervido, a la plancha o al vapor. Igualmente, aconseja usar siempre una base vegetal en las comidas, evitar añadir azúcares libres y no olvidar que la sal debe de utilizarse en poca cantidad. "Además, si a la hora de comer masticamos despacio nos saciaremos correctamente y evitaremos picar entre horas".

"En los niveles socioeconómicos más bajos hay un mayor riesgo de obesidad, lo que se puede deber a que, en muchas ocasiones, la comida insana es más barata por lo que muchas personas recurren a ella. Este aspecto debería regularse de alguna forma, por ejemplo, imponiendo impuestos más elevados a los alimentos insanos y permitiendo que los alimentos saludables y nutritivos sean asequibles a toda la población", afirma la experta. Pone el ejemplo de Japón dónde se ha incluido la nutrición y la alimentación como una asignatura más del colegio y en el que profesores nutricionistas supervisan la comida de los comedores escolares."Es imprescindible crear hábitos de vida saludables tanto en los padres como en los niños, lo que pasa por una educación alimentaria a toda la población", concluye.