Alertan que la vacuna contra el COVID-19 podría ser menos efectiva

29 de Agosto de 2020 Alertan que la vacuna contra el COVID-19 podría ser menos efectiva en personas con obesidadLa respuesta a la inmunización puede verse afectada en este grupo de la población, tal como se ha constatado que sucede con otras vacunas tales como la antigripal, la de la hepatitis B y la antirrábica

La buena alimentación para prevenir la obesidad comienza desde chico (Shutterstock) Mientras el mundo aguarda con gran expectativa una vacuna contra nuevo coronavirus que provoca la enfermedad COVID-19, especialistas de distintos países han expresado su preocupación ante la posibilidad de que ésta no cumpla su objetivo en uno de los grupos de riesgo que más la necesita: las personas que sufren obesidad.

Desde el comienzo de la pandemia de Sars-CoV-2, diversos estudios han demostrado que la población que presenta un índice de masa corporal elevado tiene un riesgo incrementado de enfermar y morir a causa de la enfermedad por coronavirus.

Ahora, a medida que avanzan los ensayos con distintos candidatos vacunales, preocupa que la potencial vacuna contra el COVID-19 no proteja a este grupo de riesgo pues la evidencia científica indica que la efectividad de vacunas previas -como la de la influenza, la hepatitis B, el tétanos y la rabia- está disminuida en personas con obesidad.

El sobrepeso y obesidad son un problema en muchos aspectos de la vida (Shutterstock)
En una reciente entrevista, el doctor Matthew B. Laurens, investigador principal de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland, uno de los centros estadounidenses donde están más avanzados los ensayos de la vacuna contra el coronavirus de Moderna Therapeutics, admitió: “Sabemos de otras vacunas que han sido probadas en poblaciones de personas con obesidad que estos individuos no responden tan bien a estas vacunas”.

“Mientras estamos desarrollando una vacuna para el COVID-19, reconocemos que podría no funcionar en todas las poblaciones, incluyendo a aquellas que sufren obesidad. Por lo tanto, esa es una gran preocupación”, añadió el investigador.

Si bien aún se están investigando los mecanismos biológicos exactos por los que las personas con obesidad pueden no responder de la manera esperada a la vacunación, los especialistas indican que la inflamación crónica parece interferir con la respuesta inmune a las vacunas, lo cual pone en una situación de mayor vulnerabilidad a quienes padece obesidad frente a enfermedades prevenibles incluso tras la inmunización.

La comidad rápida o llamada chatarra trae muchos problemas al organismo (Shutterstock.com)
Según explicó la doctora Mónica Katz, presidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), la inquietud sobre la eficacia de la potencial vacuna contra el COVID-19 en la población con obesidad surge a partir de dos conocimientos: “El primero es que en otros casos las vacunas no funcionan de la misma manera en personas con obesidad que en aquellas con peso normal”, detalló.

“El segundo conocimiento es el compromiso inmunológico que presenta quien padece obesidad, es decir, quien tiene un índice de masa corporal de más de 30”, añadió Katz, para luego precisar el mecanismo subyacente: “El exceso de órgano adiposo -inflamado y fibrosado-, que se presenta en quienes padecen obesidad, contribuye a la existencia de adipocitos muy grandes, que de alguna manera son interpretados como un cuerpo extraño, como si fueran un virus o una bacteria, por lo que el organismo de la persona con obesidad los combate. Esta situación hace que, cuando de verdad aparece un virus o una bacteria, es decir un patógeno externo, el organismo tiene comprometido ya su sistema de defensa en una especie de estado inflamatorio crónico”.

En otras palabras, el poco efecto que podría tener la potencial vacuna contra el coronavirus en las personas con obesidad tiene que ver con el compromiso inmunológico que ya tienen de base por su inflamación crónica -de leve a moderada-.