Otra ventaja de la lactancia natural: preparar al tubo digestivo del lactante para los alimentos sólidos

Una exploración detallada de las bacterias intestinales revela que los lactantes que reciben exclusivamente lactación natural están mejor preparados para la transición a los sólidos y potencialmente una vida temprana con menos penurias intestinales.

 

El momento del nacimiento marca el inicio de una relación de por vida entre un lactante y los miles de millones organismos que pronto colonizan su tubo digestivo.

Un estudio publicado en Frontiers in Cellular and Infection Microbiology, investigadores de la Escuela de Medicina de la UNC y del Colegio de Artes y Ciencia de la UNC descubrieron que la dieta de un lactante durante los primeros meses de vida tiene una profunda influencia en la composición, la diversidad y la estabilidad del microbioma intestinal. Estos factores, a su vez, influyen en la capacidad de un lactante para efectuar la transición de la leche a los alimentos sólidos y puede tener efectos en la salud a largo plazo.

«Descubrimos que los lactantes que solo se alimentan con leche materna tienen poblaciones microbianas que parecen estar más listas para la introducción de alimentos sólidos», dijo Andrea Azcarate-Peril, PhD, profesora asistente del Departamento de Biología y Fisiología Celular y la autora principal del estudio. «La transición a los alimentos sólidos es mucho más espectacular para los microbiomas de los lactantes que no han recibido exclusivamente lactación natural. Consideramos que los microbiomas de los lactantes que no tienen lactación materna exclusiva podría contribuir a más molestias gástricas y cólicos».

El descubrimiento se suma a la concientización creciente de que el microbioma intestinal desarrolla un papel importante al ayudarnos a digerir a los alimentos y combatir a los microorganismos patógenos, entre otras funciones.

«Este estudio proporciona todavía más apoyo a la recomendación de la organización mundial de la salud y de otros para la lactación natural exclusivamente para los primeros seis meses de vida», dijo Amanda Thompson, PhD, profesora asociada del departamento de antropología, miembro de la facultad del Centro de Población de Carolina, y la primera autora del estudio. «Podemos ver por los datos que el incluir la fórmula láctea en una dieta de un lactante cambia las bacterias intestinales aun cuando también estén recibiendo lactación natural. La lactación natural exclusiva al parecer realmente facilita la transición a los alimentos sólidos».

Para este estudio el equipo de investigación obtuvo muestras fecales e información sobre dietas y salud de nueve lactantes conforme crecían desde las 2 semanas hasta los 14 meses de edad. Aplicado técnicas de secuenciación genómica a las muestras de heces, los científicos dedujeron los tipos y funciones de las bacterias en los microbiomas intestinales de los lactantes.

El análisis reveló que durante los primeros meses de vida había diferencias claras entre los microbiomas de los lactantes que se amamantaron exclusivamente en comparación con los que se alimentaron con fórmula y leche materna. Este hallazgo es compatible con estudios previos.

Lo que sorprendió a Thompson y a Azcarate-Peril, quien es la directora de Centro Nuclear del Microbioma de la UNC, fueron las diferencias genéticas drásticas en las muestras de heces obtenidas después que los lactantes comenzaron a consumir alimentos sólidos.

Los investigadores descubrieron diferentes cantidades de casi 20 enzimas bacterianas en lactantes exclusivamente amamantados en comparación con lactantes exclusivamente amamantados que recibieron alimento sólido. Esto indicó que algunas nuevas especies bacterianas habían entrado en escena para ayudar a procesar los nuevos tipos de alimentos. En los lactantes alimentados con fórmula y leche materna – y a los que luego se les comenzó a dar alimentos sólidos – las muestras revelaron cerca de 230 enzimas, lo que indica un cambio mucho más espectacular en la composición microbiana.

Los microbiomas de lactantes exclusivamente amamantados por lo general fueron menos diversos y en ellos predominó Bifidobacterium, un tipo de bacteria que se considera útil para la digestión. Los lactantes que recibieron como alimentación una mezcla de leche materna y fórmula láctea tuvieron una producción más baja de Bifidobacterium.

El estudio parece indicar que la composición del microbioma puede afectar la capacidad de un lactante para digerir alimento a corto plazo y potencialmente influir en la salud a largo plazo.

Aunque la investigación del microbioma todavía se halla en sus etapas tempranas, se considera que los microbios intestinales pueden desempeñar un papel en obesidad, alergias y problemas digestivos, como el síndrome de intestino irritable.

«El estudio avanza nuestra comprensión de como el microbioma del intestino se desarrolla en una etapa temprana de la vida, lo cual claramente es un periodo realmente importante para la salud actual y futura de una persona», dijo Thompson.

Los investigadores también compararon los microbiomas de lactantes que acudían a una guardería con aquellos que permanecían en su domicilio. La asistencia a una guardería también se relacionó con poblaciones microbianas más diversas en general, pero los procedimientos de alimentación siguieron siendo el factor más importante que influyó en cómo el microbioma respondía a la introducción de alimentos sólidos.

Referencias:

http://www.med.unc.edu/

Fuente: Medical News Today