El riesgo de osteoporosis aumenta con los niveles de contaminación atmosférica

Jeff Evans

24 de junio de 2022 COPENHAGUE, DNK. La exposición crónica a niveles elevados de contaminación atmosférica por partículas de 2,5 micrómetros (PM2,5) o más, y de 10 micrómetros (PM10) o más, conlleva una probabilidad significativamente mayor de padecer osteoporosis, según una investigación presentada en el Congreso Anual European Alliance of Associations for Rheumatology (EULAR) de 2022.[1]

Los resultados del estudio longitudinal de siete años, realizado en toda Italia entre 2013 y 2019, coinciden con otros estudios publicados recientemente por el mismo equipo de investigadores italianos, dirigido por el Dr. Giovanni Adami, de la unidad de reumatología de la Universidad de Verona, en Italia. Además del presente estudio presentado en EULAR 2022, el Dr. Adami y sus colaboradores han informado sobre un mayor riesgo de brotes tanto de artritis reumatoide como de psoriasis tras periodos de elevada contaminación, así como un riesgo general elevado de enfermedades autoinmunitarias con concentraciones superiores a PM2,5 y PM10.[2,3,4]

Se cree que en la patogenia de la osteoporosis intervienen tanto factores genéticos como ambientales, como el tabaquismo, que a su vez es contaminación atmosférica ambiental, dijo el Dr. Adami. La justificación biológica de por qué la contaminación atmosférica podría contribuir al riesgo de osteoporosis procede de estudios que demuestran que la exposición a la contaminación atmosférica en interiores por la combustión de biomasa aumenta los niveles séricos de RANKL (ligando de receptor activador para el factor nuclear kappa 1), pero reduce la osteoprotegerina sérica, (lo que indica un mayor riesgo de resorción ósea) y que metales tóxicos como plomo, cadmio, mercurio y aluminio se acumulan en el esqueleto y afectan negativamente a la salud ósea.[5,6]

En su estudio, el Dr. Adami y sus colaboradores descubrieron que, en general, la exposición media durante el periodo 2013-2019 en toda Italia fue de 16,0 µg/m3 para las PM2,5 y de 25,0 µg/m3 para las PM10.

"Puedo decir que 25,0 µg/m3 para las PM10 es una exposición muy alta. No es muy bueno para la salud", aseguró el Dr. Adami.

Datos de más de 59.000 mujeres italianas
El Dr. Adami y sus colaboradores utilizaron las características clínicas y los datos densitométricos de la herramienta de reembolso por cribado de riesgo de fractura osteoporótica y de osteoporosis de Italia, conocida como DeFRAcalc79, que ha acumulado variables de más de 59.000 mujeres de todo el país. Utilizaron las concentraciones medias de PM a largo plazo en toda Italia durante 2013-2019 que se obtuvieron de las 617 estaciones de calidad del aire del Instituto Italiano de Protección e Investigación Ambiental en 110 provincias italianas. Los investigadores vincularon a los individuos con un valor de exposición a las PM determinado a partir de la concentración media de las estaciones urbanas, rurales y cercanas al tráfico en la provincia de residencia de cada persona.
En 59.950 mujeres de toda Italia con alto riesgo de fractura, los investigadores hallaron 64,5% con densidad mineral ósea definida como osteoporótica. Con concentraciones de PM10 de 30 µg/m3 o superiores, había una probabilidad significativamente mayor de osteoporosis tanto en el cuello del fémur (odds ratio [OR]: 1,15) como en la columna lumbar (OR: 1,17).

La probabilidad de padecer osteoporosis fue ligeramente mayor con concentraciones de PM2,5 iguales o superiores a 25 µg/m3 en el cuello femoral (OR: 1,22) y en la columna lumbar (OR: 1,18). Estas comparaciones se ajustaron en función de edad, índice de masa corporal (IMC), presentación de fracturas por fragilidad prevalentes, antecedentes familiares de osteoporosis, menopausia, uso de glucocorticoides, comorbilidades y residencia en el norte, centro o sur de Italia.

Ambos umbrales de PM10 >30 µg/m3 y PM2,5 >25 µg/m3 "son considerados seguros... por la Organización Mundial de la Salud", señaló el Dr. Adami.

"Si se vive en un lugar donde la exposición crónica es inferior a 30 µg/m3, probablemente se tenga un riesgo ligeramente menor de padecer osteoporosis en comparación con quienes viven en una zona altamente industrializada y contaminada", explicó.

"El hueso cortical –cuello del fémur– parecía ser más susceptible, en comparación con el hueso trabecular, de la columna lumbar. No tenemos ni idea de por qué es así, pero podríamos conjeturar que de alguna manera la inflamación crónica como la que se observa en la artritis reumatoide podría ser la causa del deterioro del hueso cortical y no del trabecular", indicó el Dr. Adami.

Un miembro del público, el Dr. Kenneth Poole, Ph. D., profesor titular y consultor honorario en Enfermedades Metabólicas Óseas y Reumatología de la Cambridge University, en Cambridge, Reino Unido, preguntó si era posible tener en cuenta la posibilidad de confusión causada por las zonas con densidad habitacional en lugares donde las partículas serían más altas y donde los residentes pueden ser menos activos y utilizar las escaleras con menos frecuencia.

El Dr. Adami señaló que la confusión es una posibilidad, pero dijo que Italia es única en el sentido de que su zona más contaminada, el valle del río Po, es también su zona más rica y, en general, tiene situaciones de vida menos abarrotadas con una población más sana, lo que podría haber atenuado, en lugar de reforzar, los resultados.

¿Tiene la contaminación atmosférica un efecto inmunológico?
En entrevistas con Medscape Noticias Médicas, los comoderadores de la sesión, Dr. Filipe Araújo y Dra. Irene Bultink, Ph. D., dijeron que el aumento de la evidencia del impacto de la contaminación del aire en el riesgo y la gravedad de varias enfermedades indica que la contaminación atmosférica podría tener un efecto inmunológico.

"Creo que es muy importante señalar esto. También creo que es muy difícil descartar los factores de confusión, porque cuando se vive en una ciudad con viviendas atestadas es posible que no se camine o se traslade en bicicleta, sino que se vaya en automóvil o en metro, y el estilo de vida es diferente", dijo la Dra. Bultink, del Centro Médico de la Universidad de Ámsterdam, en Países Bajos.

"Destaca que estas enfermedades [que se asocian a la contaminación atmosférica], aunque son diferentes en su fisiopatología, apuntan hacia la naturaleza sistémica de las enfermedades reumáticas, incluida la osteoporosis", señaló el Dr. Araújo, del Hospital Cuf Cascais, en Cascais, y del Hospital Ortopédico de Sant'Ana, en Parede, ambos en Portugal.