Aumentan los casos de escabiosis en España, un análisis desde 1990

Amapola Nava

18 de noviembre de 2021 La escabiosis (sarna) una infección de la piel altamente contagiosa producida por el ácaro Sarcoptes scabiei parece estar en aumento en España. Varios médicos han reportado un aumento de casos de esta ectoparasitosis, sobre todo en los últimos años y algunos consideran que podría estar relacionado con el confinamiento domiciliario debido a la pandemia de COVID-19.[1,2]

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la escabiosis afecta a 200 millones de personas en el mundo.[3] Esta enfermedad está altamente relacionada con condiciones de hacinamiento y otros factores socioeconómicos, como pobreza o falta de acceso a un sistema de salud. En España y en otros países desarrollados, los brotes de escabiosis son un problema en residencias para adultos mayores y personas con discapacidad, escuelas, instalaciones militares y prisiones. Esto vuelve vulnerables también a los trabajadores de dichas instituciones.

La escabiosis es una enfermedad que causa un estigma importante. Además, por lo inespecífico de sus síntomas (afectaciones de la epidermis que incluyen prurito generalizado e intenso que empeora por las noches) su diagnóstico es difícil y, por tanto, lo es también el control oportuno de los brotes. Esto aunado a que ivermectina oral, el tratamiento pertinente para brotes graves, no se comercializa en España.

Conocer la epidemiología de la escabiosis es un paso importante para su control, pero el reporte de la enfermedad no es mandatario en España. Aún así, por primera vez a nivel nacional, un grupo de investigadores analizó y describió la población afectada, los entornos de transmisión y la evolución de la escabiosis en España desde 1997 hasta 2019. Sus resultados fueron publicados en la revista PLoS ONE y ayudan a entender el contexto epidemiológico en España y en otros países desarrollados, con el objetivo de destinar esfuerzos para su control.[1]

La escabiosis antes de la pandemia, en aumento desde 2014
Los investigadores recabaron información para todos los años existentes, de cuatro bases de datos gubernamentales que reportaban datos de brotes, atención primaria, altas hospitalarias y enfermedades profesionales. Lo que encontraron fue que la escabiosis es un creciente problema de salud en España.

Observaron que las poblaciones de riesgo son los mayores de 65 años, los niños de edades entre 0 y 14 años y los adultos jóvenes entre 15 y 24 años, con una incidencia general de 3 altas hospitalarias por escabiosis por millón de habitantes, al año. En cuanto al sexo, parece no haber un grupo más vulnerable, excepto cuando se analizan las enfermedades profesionales. En este caso las mujeres presentan mayor incidencia de escabiosis, tal vez debido a su mayor presencia como trabajadoras de la salud y cuidadoras.

Al analizar el comportamiento de la enfermedad a lo largo del tiempo encontraron que la incidencia se mantuvo decreciendo desde 1990 hasta 2013, pero a partir de 2014 y hasta 2019, en España, los casos crecieron 23%.

Aumento en los casos de escabiosis como consecuencia de la crisis de 2008
Explicar el aumento en los casos a partir de 2014 no es fácil, sin embargo, la crisis económica de 2008 pudo haber jugado un papel importante, tanto por los recortes presupuestales en el sistema de salud como por la precarización de las condiciones de vida de los ciudadanos, señalaron los investigadores. Por otro lado, la escabiosis no parece estar circunscrita a ciertas regiones del país."Nos sorprendió no encontrar un patrón común geográfico en las cuatro bases. También es llamativo el número de casos por transmisión comunitaria y el elevado número de casos en algunos brotes, lo que apunta a que el control y seguimiento pueden ser complejos en instituciones cerradas", comentó a Medscape en español la Dra. Zaida Herrador, investigadora del Instituto de Salud Carlos III y autora del artículo publicado en PLoS ONE.

Entre 2001 y 2019 se produjeron 330 brotes en los hogares de España, con un total de 1.326 infectados, en segundo lugar, en número de brotes se encuentran las residencias para adultos mayores con 145 brotes y un total de 2.029 infectados. En total, los brotes afectaron a 5.125 personas. A partir de esta información y de los casos reportados en atención primaria se observó que un número importante de casos se produce en el hogar, pero es difícil establecer si se asocia a brotes o es aislado.

"Esto es importante de cara al control, ya que si se asocian a un brote sabemos que se ha implementado una serie de medidas para controlarlos, pero si no se asocian, no sabemos si el manejo, por ejemplo, de contactos, se ha implementado según los protocolos. Hay casos que escapan a la vigilancia, lo que es lógico, dado que no es una enfermedad de declaración obligatoria y que sólo se declaran los brotes", explicó la especialista.

El confinamiento domiciliario debido a la pandemia de COVID-19 ha disparado los casos
"La incidencia se ha disparado tanto desde que ha comenzado la pandemia que he visto más casos ahora que en toda mi vida profesional de 20 años", comentó el Dr. Miquel Casals, responsable de la Unidad de Dermatología Pediátrica del Hospital Parc Taulí de Sabadell, para el medio digital elMón.[4]
De hecho, en un editorial publicado en Journal of the European Academy of Dermatology and Venereology, un grupo de médicos del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa reportó 64 casos de escabiosis durante los meses de marzo, abril y mayo de 2020 y señalan que en los cinco años previos solo observaron un promedio de 18,6 casos durante los mismos meses.[2]

Además, más de 80% de los pacientes diagnosticados en 2019 tenía algún familiar o habitante en el hogar diagnosticado con escabiosis o con alta sospecha de presentarla. Por el contrario, durante el mismo periodo de los cinco años anteriores a la pandemia, solo 20% de los pacientes diagnosticados con escabiosis tenía antecedentes de familiares o cohabitantes afectados.

"Pasar más tiempo en casa y, por tanto, con los familiares, aumenta el riesgo de la transmisión del parásito a través del contacto directo o mediante fomites, un aumento que ya había sido observado durante los meses de invierno", explicaron la Dra. Isabel Martínez Pallás y sus colaboradores.

Por otro lado, los pacientes de 2019 reportaron una duración mayor de los síntomas, que podría deberse a un retraso en la búsqueda de tratamiento médico, por temor a salir de casa durante la pandemia de COVID-19. Esta demora para atender al caso índice podría haber ocasionado un aumento en la transmisión intrafamiliar.

Resistencia al tratamiento
Los 64 pacientes con escabiosis tratados en 2019 en el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa recibieron el tratamiento de primera línea en España: crema de permetrina tópica a 5%. Pero el número de ciclos de permetrina tópica aplicada en los pacientes durante el confinamiento fue significativamente mayor al de los cinco años previos. Aunado a esto, 60,93% de los casos de 2019 requirió además ivermectina oral, mientras que en los cinco años previos esto sólo le sucedió a 4,3% de los pacientes.

El fallo de la permetrina ya se ha observado en distintos brotes institucionales de escabiosis, en estos casos, ivermectina oral debe ser considerada como el tratamiento de primera opción para el control, explicó la Dra. Martínez.

"Aunque algunos estudios apuntan a una disminución de la eficacia de permetrina tópica, otros la mantienen todavía como tratamiento de primera línea. La aparente pérdida de la eficacia sería atribuible a un uso incorrecto", señaló el Dr. Casals, en un artículo para la revista Piel.[5]

El especialista concluyó que los dermatólogos deberán estar alertas ante la aparición de nuevos brotes y tendrán que apoyar para formar a los médicos de atención primaria en el reconocimiento de la enfermedad, el uso de nuevas herramientas de detección del ácaro (dermatoscopia, teledermatología o incluso la detección por reacción en cadena de la polimerasa) y la importancia de apegarse a las guías de tratamiento internacionales, para evitar los fallos terapéuticos y el posible desarrollo de resistencias.

¿Cuál es el panorama para España?
En cuanto a si la escabiosis es una enfermedad que seguirá al alza en España, la Dra. Herrador comentó que es difícil predecirlo, pues no se cuenta con suficiente información para evaluar tendencias. Aunque puede hipotetizar que dado el envejecimiento actual de la población española, la población de riesgo seguirá aumentando.

"Por otra parte, el tema de la resistencia a permetrina preocupa y en el futuro habría que monitorizarlo de alguna manera. Además de buscar mejoras no solo en el manejo de los casos, sino también en el de los contactos, en la vigilancia, más formación del personal asistencial y seguir estudiando las fuentes para tener una idea más precisa de su situación epidemiológica", concluyó la experta.