Enfermedades que producen ceguera se pueden curar trasplantando células desde la cavidad bucal

Una serie de enfermedades que producen ceguera se pueden curar trasplantando células desde la cavidad bucal. Nuevos hallazgos dan accesibilidad al tratamiento en lugares donde el trastorno afecta con más frecuencia: los países en vías de desarrollo.

 

Investigadores de la Universidad de Oslo han hecho descubrimientos que pueden tener importantes consecuencias para el tratamiento de la ceguera causada por la deficiencia de célula precursora del limbo.

El trastorno es curable mediante el trasplante de células precursoras que se cultivan de tejido obtenido de diferentes partes del cuerpo. En los últimos años, el interés se ha enfocado cada vez más en el empleo de células de la boca para preparar nuevo tejido. Esto permite el tratamiento de pacientes que padecen deficiencia de célula precursora del limbo en las dos córneas mediante células de su propio cuerpo.

De esta manera, se evita a los pacientes utilizar fármacos inmunodepresores potentes que pueden desencadenar efectos secundarios graves. La principal atención de los investigadores se enfoca ahora en optimizar las condiciones de almacenamiento y transporte del tejido cultivado, a fin de lograr que el tratamiento sea accesible en los lugares con las máximas necesidades.

"Hoy en día se están cultivando células de la cavidad bucal para el tratamiento de los ciegos en algunos centros especializados del mundo. Al investigar las condiciones más óptimas para almacenar y transportar el tejido cultivado, podremos lograr que este tratamiento esté disponible en todo el mundo y no sólo cerca de los centros de cultivo", explica Rakibul Islam, un aspirante a doctorado en la Facultad de Odontología. Recientemente publicó hallazgos esenciales para exportar el método de tratamiento más allá de las cercanías inmediatas de los laboratorios.

Investigación de mejores condiciones de almacenamiento

Hasta ahora, no se ha descrito ningún procedimiento para almacenar las células que se extraen de la mucosa bucal a fin de mantenerlas y transportarlas de una manera sencilla. En este proyecto de doctorado, una colaboración con la Escuela Médica de Harvard, entre otras, Islam ha definido el intervalo de temperatura que mejor protege la viabilidad de las células precursoras cultivadas antes de ser trasplantadas en el ojo lesionado. Se podría tal vez imaginar que 37 grados Celsius es la temperatura de almacenamiento óptimo para la calidad de las células. Sin embargo, más bien es a temperaturas de entre 12 y 16 grados que las células precursoras mantienen en mejores condiciones sus características más esenciales, dice Islam. También descubrió que la ubicación de donde se extraen las células en la cavidad bucal es importante para la calidad de las células precursoras que se van a cultivar.

Los resultados de Islam son importantes para la oportunidad de transferir este método de tratamiento. Al almacenar el tejido cultivado en un pequeño recipiente sellado durante una semana, se mejora significativamente la flexibilidad del tratamiento. Se facilita planificar la operación y esto permite asegurar la calidad a través de pruebas microbiológicas por anticipado al trasplante, explica.

Perspectivas promisorias

Hasta ahora, casi 250 personas que padecen deficiencia de células precursoras del limbo han recibido tratamiento el cual consiste en trasplante de células precursoras cultivadas de las células de la propia boca del paciente. Aproximadamente tres de cada cuatro de éstos han sido satisfactorios, según Tor Paaske Utheim, oftalmólogo e investigador de la Facultad de Odontología y el Hospital de la Universidad de Oslo. El tratamiento puede proporcionar una mejor visión y a la vez reducir el dolor. Varios pacientes que padecen deficiencia de célula precursora del limbo tienen dolores intensos, explica. Por primera vez, Utheim está supervisando a 18 aspirantes a PhD y estudiantes del grupo de investigación, entre ellos Islam. El último descubrimiento del grupo de investigación es una contribución importante al desarrollo de este método de tratamiento.

"Hemos revelado cuáles ubicaciones en la cavidad oral son más adecuadas para almacenarse y transportar el tejido desde los centros de cultivo centralizados altamente especializados hasta las clínicas de todo el mundo. Nuestros hallazgos contribuyen a simplificar y volver más eficientes los procedimientos clínicos, lo que conduce a un tratamiento mucho más accesible que lo que es posible hoy en día", dice Islam.

Hacia una accesibilidad general

Antes este año, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aprobó el método que consiste en cultivar células precursoras de la córnea en un laboratorio en la Unión Europea. Esto lo convierte en el primer tratamiento con células precursoras en ser aprobado por la EMA. En una entrevista recién publicada en Nature Biotechnology, Utheim señaló que la aprobación es otro paso más hacia la implementación de la tecnología de células precursoras en una zona geográfica más extensa.

Antecedentes

La deficiencia de célula precursora del limbo puede ocurrir después de la radiación ultravioleta enérgica y prolongada, la quemadura cáustica por el empleo de sustancias químicas, las infecciones poderosas como el tracoma y como partes de diversas enfermedades, entre ellas, algunas que son hereditarias. No se sabe cuántas personas sufren lesión ocular en todo el mundo, pero en India se estima que hay alrededor de 1,5 millones de personas.

Desde finales de la década de 1990 ha existido una curación contra la deficiencia de la célula precursora del limbo mediante el empleo de células precursoras cultivadas, pero este tratamiento dependía de que el paciente todavía tuviese un ojo sano disponible del cual obtener células. Como alternativa, se podía cosechar células de un familiar o de una persona fallecida, pero esta variante presuponía el empleo de fármacos inmunosupresores potentes que podían causar efectos secundarios potentes. En consecuencia, hace diez años hubo un avance en este campo, cuando los investigadores japoneses demostraron que las células de la mucosa oral podían remplazar a las células del ojo sano del paciente.

Fuente: Science Daily