Unos hábitos saludables podrían ralentizar las señales de envejecimiento celular

MARTES, 29 de julio de 2014 (HealthDay News) -- El ejercicio, una dieta
saludable y un buen sueño pueden proteger al cuerpo de los efectos negativos del
estrés y ralentizar el proceso de envejecimiento a nivel celular, informan unos
investigadores.

Un estudio con cientos de mujeres mayores halló que los eventos estresantes se
vinculan con un mayor encogimiento de los telómeros, las tapas protectoras en
los extremos de los cromosomas que afectan a la rapidez con que envejecen las
células.
"Hallamos que en un periodo de un año, mientras más factores estresantes
presentaba una mujer, más probable era que sus telómeros se encogieran", comentó
el autor del estudio, Eli Puterman, profesor asistente de psiquiatría en la
Facultad de Medicina de la Universidad de California, en San Francisco.
Pero las mujeres que mantenían un estilo de vida activo, comían y dormían bien
parecieron protegidas de los efectos del estrés, y sus telómeros no mostraron un
encogimiento adicional significativo, apuntaron los investigadores.
El Dr. Michael Speicher, profesor y catedrático del Instituto de Genética Humana
en la Universidad Médica de Graz, en Austria, dijo que el estudio "aborda una
cuestión biológica realmente importante: el motivo de que un estilo de vida
saludable de verdad es útil, sobre todo si uno está expuesto a factores
estresantes".
"El mensaje esperanzador es que si uno realiza estas conductas saludables, puede
reducir algunos de los efectos que el estrés tiene sobre el cuerpo", planteó.
Los telómeros son como las puntas de plástico en los extremos de los cordones de
los zapatos, que evitan que se deshagan.
Están compuestos de ADN y proteína, y protegen los extremos de los cromosomas
para evitar que se deshagan. A medida que los telómeros se acortan y su
integridad estructural se debilita, las células envejecen y mueren con mayor
rapidez.
Ese tipo de envejecimiento celular se ha asociado con enfermedades relacionadas
con la edad, como las enfermedades cardiovasculares, la enfermedad de Alzheimer
y el cáncer. Una teoría mantiene que las personas mayores son más propensas a
contraer cáncer porque sus telómeros encogidos han hecho que sus cromosomas sean
inestables y que tiendan a funcionar mal, comentó Speicher, que no participó en
el estudio.
Los telómeros se hacen más cortos de forma natural con la edad, pero las
conductas malsanas como fumar, una dieta mala y la falta de sueño pueden hacer
que se acorten antes, advirtió Puterman. El estrés emocional crónico también se
ha vinculado con unos telómeros más cortos.
Para ver si un estilo de vida saludable podía combatir los efectos del estrés,
los investigadores dieron seguimiento a 239 mujeres postmenopáusicas que no
fumaron durante un año. Los hallazgos aparecen en la edición del 29 de julio de
la revista Molecular Psychiatry.
Las mujeres proveyeron muestras de sangre al inicio y al final del año para
medir los telómeros. Se sometieron a revisiones periódicas de su actividad
física, dieta y sueño.
Al final, las mujeres también reportaron los eventos estresantes que habían
ocurrido en ese año. Los investigadores se enfocaron en los eventos vitales
realmente estresantes, como convertirse en cuidadora de un pariente enfermo,
perder una casa o un trabajo, o que algún ser querido muriese, apuntó Puterman.
Los investigadores hallaron que esos eventos estresantes importantes provocaban
un mayor declive significativo en la longitud de los telómeros en las mujeres
que realizaban conductas saludables sin demasiada constancia.
Pero los mismos niveles de estrés no provocaban un mayor acortamiento de los
telómeros en las mujeres que permanecían activas, comían una dieta saludable y
dormían bien.
El estudio muestra la importancia de mantener un estilo de vida saludable en los
periodos difíciles de la vida, comentaron Puterman y Speicher.
"Si estamos en situaciones estresantes, la actividad física, el sueño y la
nutrición de verdad son realmente importantes para mantener nuestros cuerpos en
forma y permanecer sanos", aseguró Speicher. "Con este estudio ahora lo vemos a
nivel genético".
El estudio también amplía nuestra comprensión sobre cómo una vida sana afecta al
proceso de envejecimiento, aseguró Puterman.
"El mismo tipo de persona que come bien y sigue haciendo ejercicio es el mismo
tipo de persona que no envejece mucho", planteó. "A medida que ahondamos cada
vez más en la célula, obtenemos más información sobre por qué y qué sucede a
nivel genético".
Pero el estudio en realidad no prueba una relación causal entre los hábitos
saludables y unos telómeros más largos. El próximo paso serán ensayos aleatorios
para ver si se puede usar el ejercicio para ralentizar el envejecimiento celular
en las personas que se enfrentan a un estrés vital continuo, como los cuidadores
de los pacientes de Alzheimer.
"Observaremos si podemos cambiar el proceso de envejecimiento dentro de las
células, además de los niveles de depresión y de estrés y ese tipo de cosas",
dijo Puterman.
Aunque el estudio se limitó a mujeres, ambos expertos dijeron que tiene sentido
que los hallazgos apliquen a los hombres.
Speicher fue más allá. "Hay varios estudios que afirman que en promedio los
hombres tienen unos telómeros más cortos que las mujeres", comentó. "Se podría
suponer que los efectos sobre los hombres serían incluso mayores que sobre las
mujeres, pero eso es solo una teoría".

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Eli Puterman, Ph.D., assistant professor, psychiatry, University of
California, San Francisco School of Medicine; Michael Speicher, M.D., professor
and chairman, Institute of Human Genetics, Medical University of Graz, Austria;
July 29, 2014, Molecular Psychiatry
HealthDay