El estrógeno no hace que las mujeres sean más inteligentes

LUNES, 25 de noviembre de 2013 (HealthDay News) -- Los niveles bajos de la
hormona estrógeno no tienen la culpa de los cambios en el estado de ánimo ni de
la mala memoria tras la menopausia, sugiere un nuevo estudio.

Según el hallazgo, los investigadores creen que no hay motivo para usar la
terapia de reemplazo hormonal para fomentar el bienestar mental después de que
los periodos menstruales cesen.
"Estos hallazgos del estudio proveen evidencia adicional de que la decisión de
una mujer sobre el uso de la terapia hormonal a principios de la menopausia se
debe realizar con independencia de las consideraciones sobre las capacidades de
pensamiento", aseguró el investigador líder, el Dr. Victor Henderson, profesor
de neurología y ciencias neurológicas de la Universidad de Stanford, en
California.
Sin embargo, aunque el estrógeno no se vinculó con ningún beneficio mental, el
estudio halló que otra hormona (la progesterona) podría afectar la capacidad de
pensamiento en las mujeres más jóvenes.
Pero este hallazgo podría ser aleatorio, y amerita más investigación, según el
informe publicado en la edición en línea del 25 de noviembre de la revista
Proceedings of the National Academy of Sciences.
Las hormonas sexuales estrógeno y progesterona por lo general declinan cuando la
mujer tiene entre 30 y 49 años, al final resultando en la menopausia y en un
final de la fertilidad. La edad promedio de la menopausia es de unos 50 años
Los beneficios y los daños de la terapia de reemplazo hormonal han sido tema de
mucho debate. Estudios anteriores han vinculado el uso de hormonas sintéticas
tras la menopausia con un mayor riesgo de enfermedad cardiaca, accidente
cerebrovascular, coágulos sanguíneos y cáncer de mama.
La Dra. Jennifer Wu, obstetra y ginecóloga del Hospital Lenox Hill, en la ciudad
de Nueva York, señaló que después de la menopausia "muchas mujeres creen que la
falta de estrógeno conducirá al declive mental, y sencillamente no es así".
Los médicos usualmente no inician la terapia de reemplazo hormonal como la
primera línea de tratamiento de los síntomas postmenopáusicos debido a los
riesgos asociados, señaló.
"Intentar mantener las capacidades mentales no es motivo para asumir todos los
riesgos de la terapia de reemplazo hormonal", enfatizó. Y hay otros medicamentos
disponibles para tratar los sofocos, unos episodios de calor corporal intenso
relacionados con la menopausia.
Algunos científicos han planteado la teoría de que el efecto del estrógeno sobre
el pensamiento podría depender de qué tan pronto tras la menopausia se
aumentaban los niveles de la hormona. Esto llevó a los investigadores de este
estudio a dividir a las participantes en dos grupos: las mujeres dentro de un
periodo de seis años de la menopausia, y aquellas que estaban a más de diez años
de la menopausia.
Henderson apuntó que la duración del periodo de declive en el estrógeno no
pareció plantear ninguna diferencia. "Hallamos que la relación entre los niveles
de estrógeno en sangre y las habilidades de memoria o planificación es la misma
en las mujeres postmenopáusicas más jóvenes que en las mujeres postmenopáusicas
con más edad", señaló. "En esencia, no hay una asociación con el estrógeno a
ninguna edad".
Aunque estos hallazgos no descartan del todo al estrógeno como relevante con el
pensamiento y la memoria, dado que no hay una forma directa de medir el
estrógeno en el cerebro, sugieren que aumentar los niveles de estrógeno, incluso
en las mujeres postmenopáusicas más jóvenes, podría no afectar las habilidades
mentales de una forma u otra, apuntó.
El Dr. Marc Gordon, jefe de neurología del Hospital Zucker Hillside en Glen
Oaks, Nueva York, se mostró de acuerdo en que este hallazgo "no respalda la
hipótesis de que las mujeres postmenopáusicas más jóvenes responderían más a los
efectos beneficiosos del estrógeno sobre sus capacidades mentales".
También apuntó que la correlación entre unos niveles más altos de progesterona y
unas mejores habilidades de memoria y pensamiento en las mujeres más jóvenes
debe ser replicada. "Aún no está claro cuál podría ser el efecto de esta hormona
sexual sobre el cerebro", añadió.
El estudio utilizó datos de más de 600 mujeres postmenopáusicas entre los 41 y
los 84 años de edad. Ninguna utilizaba terapia de reemplazo hormonal.
Los investigadores realizaron una serie de pruebas para medir las habilidades de
memoria y de pensamiento de las mujeres. También las evaluaron por depresión, y
midieron los niveles de las hormonas estradiol, estrona, progesterona y
testosterona.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Victor Henderson, M.D., professor, health research and policy and
neurology and neurological science, Stanford University, Stanford, Calif.; Marc
Gordon, M.D., chief, neurology, Zucker Hillside Hospital, Glen Oaks, N.Y.;
Jennifer Wu, M.D., obstetrician/gynecologist, Lenox Hill Hospital, New York
City; Nov. 25, 2013, Proceedings of the National Academy of Sciences, online
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