El rol de la dopamina

La dopamina –un neurotransmisor que está presente en diversas áreas del cerebro- es la que anticipa que vendrá una recompensa, según describen los científicos.En un experimento desarrollado en Canadá, estudiaron a una rata macho cómo se comportaba cuando le presentaban a una compañera hembra. El receptor sexual de su compañera generó un alto nivel de dopamina y fue exactamente igual al que tendría si le suministraran alguna droga.

Disfrutar ese rush de placer de una droga es sólo una parte de la adicción. Para los adictos hay un lado oscuro también como el yin y el yang.

Los síntomas de la 'retirada' de ese placer son diferentes según cada sustancia.

Por ejemplo, la disminución de una droga opiácea causa síntomas de enfermedad como si fuera un resfrío. En general, los consumidores de drogas tienen como una especie de resfrío, sudores, nariz húmeda, diarrea y en general se sienten doloridos. Un alcohólico, por ejemplo, se sentirá inquieto y ansioso. Sin embargo subyace a todos los adictos esa sensación de 'retirada' que es como una marcha atrás de todo el placer que puede llegar acompañado por un fuerte deseo de volver a consumir.

La adicción remodela circuitos neuronales para asignar valor supremo a la cocaína o a la heroína a expensas de otros intereses como la salud, el trabajo, la familia o la vida misma
La adicción remodela circuitos neuronales para asignar valor supremo a la cocaína o a la heroína a expensas de otros intereses como la salud, el trabajo, la familia o la vida misma
Y así empieza. Tratando de evitar esos sentimientos desagradables de la retirada y así, satisfacer el deseo de un nuevo consumo.

Nuevos tratamientos para frenar adicciones

En la última edición de la revista National Geographic, se detaca la utilización de ondas electromagnéticas para tratar la adicción a las drogas.

Luigi Gallimberti, un psiquiatra y toxicólogo que ha tratado la adicción durante 30 años, dirige una clínica en Padua donde probó una nueva técnica, llamada estimulación magnética transcraneal (TMS). Frustrado por los tratamientos tradicionales, el experto buscó avances en la ciencia de la adicción. "Los medicamentos pueden ayudar a las personas a dejar de beber, fumar o usar heroína, pero la recaída es común y no hay un remedio médico efectivo para la adicción a estimulantes como la cocaína. Es muy, muy difícil tratar a estos pacientes", indicó.

Gallimberti estaba fascinado cuando leyó un artículo periodístico sobre experimentos en la Universidad de California, en San Francisco, donde habían medido la actividad eléctrica en las neuronas de las ratas que buscaban cocaína y descubrieron que una región del cerebro involucrada en la conducta inhibidora era anormalmente silenciosa.

Utilizando la optogenética, que combina la fibra óptica y la ingeniería genética para manipular los cerebros de los animales con una velocidad y una precisión inimaginables, los investigadores activaron estas células apáticas en las ratas, lo que provocó la desaparición del interés en la cocaína. Los investigadores sugirieron que estimular la región del cerebro humano responsable de inhibir el comportamiento, en la corteza prefrontal, podría frenar la insaciable necesidad de un adicto de consumir.

El camino difícil del adicto para superar la droga
El camino difícil del adicto para superar la droga
Gallimberti pensó que el tratamiento basado en TMS podría ofrecer una manera práctica de hacerlo. "Nuestros cerebros funcionan con impulsos eléctricos que se cierran entre las neuronas con cada pensamiento y movimiento. La estimulación cerebral, que se ha utilizado durante años para tratar la depresión y las migrañas, son la llave de esos circuitos. El dispositivo no es más que un cable enrollado dentro de una varita. Cuando la corriente eléctrica pasa a través de él, la varita crea un pulso magnético que altera la actividad eléctrica en el cerebro", precisó.

El psiquiatra italiano pensó que los pulsos repetidos podrían activar las vías nerviosas dañadas por los fármacos, como un reinicio en un ordenador congelado. Él y su compañero, el psicólogo neurocognitivo Alberto Terraneo, se asociaron con los científicos estadounidenses para probar la técnica. Ellos reclutaron a un grupo de adictos a la cocaína: Dieciséis sufrieron un mes de estimulación cerebral, mientras que 13 recibieron atención estándar, incluyendo medicamentos para la ansiedad y la depresión. Al final del ensayo, 11 personas que participaron de la estimulación, y tan sólo tres en el otro grupo, estaban libres de drogas.

La nueva técnica que utiliza magnetos y actúa en el cerebro
La nueva técnica que utiliza magnetos y actúa en el cerebro
Salvador Guinjoan destacó que la técnica TMS se viene utilizando en los últimos años en humanos con resultados cada vez más satisfactorios, aunque son preeliminares y todavía no gozan de una evidencia para ser aplicados en forma regular.

"La respuesta de neuromodulación es efectiva en un principio. Y la optogenética, que se está experimentando en animales, podría servir para saber más sobre las actividades neuronales en la corteza prefrontal", concluyó el especialista.

Los investigadores internacionales publicaron sus hallazgos en el número de enero de 2016 de la revista European Neuropsychopharmacology, lo que provocó una ráfaga de publicidad, que atrajo a cientos de usuarios de cocaína a la clínica. Pero advierten que se necesitarán grandes ensayos controlados con placebo para demostrar que el tratamiento funciona y los beneficios duran. El equipo planea realizar más estudios, y los investigadores de todo el mundo están probando la estimulación cerebral para ayudar a las personas a dejar de fumar, beber, jugar, comer compulsivamente y usar los opioides.

Drogas en ascenso

El último informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, hasta 246 millones de personas de entre 15 y 64 años consumieron estupefacientes ilegales, lo que supone una de cada 20 personas de edad adulta. Uno de cada diez consumidores tiene serios problemas de drogodependencia, la mitad de ellos por sustancias inyectables.