Aumenta el uso de la hormona del crecimiento entre los adolescentes de EE. UU.

Mary Elizabeth Dallas

MIÉRCOLES, 23 de julio de 2014 (HealthDay News) -- Un creciente número de
adolescentes de EE. UU. están usando la hormona del crecimiento humano (HCH)
sintética para mejorar su musculatura y su capacidad atlética, halla un estudio
reciente.

El porcentaje de adolescentes que admiten utilizar la HCH aumentó hasta el 11
por ciento en 2013, una cifra que es más del doble de la cifra de 5 por ciento
en 2012, reveló la nueva encuesta de Partnership for Drug-Free Kids.
La preocupante tendencia resalta la necesidad de una regulación y una
supervisión más estrictas de las sustancias para mejorar el rendimiento y otros
productos de "aptitud física", planteó el grupo.
"Estos nuevos datos apuntan a una tendencia preocupante entre los adolescentes
de hoy día", comentó Steve Pasierb, presidente de Partnership, en un comunicado
de prensa del grupo. "Los jóvenes buscan y usan sustancias para mejorar el
rendimiento como la HCH sintética y complementos que supuestamente contienen HCH
con la esperanza de mejorar el rendimiento atlético o la apariencia corporal,
sin saber en realidad qué sustancias están poniendo en sus cuerpos.
Otra experta se mostró de acuerdo en que los nuevos datos son preocupantes.
"El marcado aumento en el uso reportado entre los adolescentes de sustancias
para mejorar el rendimiento, como los esteroides o las hormonas del crecimiento
sintéticas en los últimos años exige una masiva campaña de salud pública para
educarlos sobre los riesgos potenciales catastróficos, e incluso letales, de
usar mal esos productos", enfatizó la Dra. Patricia Vuguin, endocrinóloga
pediátrica del Centro Médico Pediátrico Cohen en New Hyde Park, Nueva York.
El cuerpo produce la hormona del crecimiento de forma natural, y hace mucho que
los expertos saben que la hormona es esencial para el crecimiento y la
producción celular en los jóvenes. También ayuda a regular la composición
corporal, el músculo y el crecimiento óseo.
Una forma sintética de esta hormona, conocida como HCH (y como hGH en inglés),
ha estado disponible desde 1985, anotó la Partnership. El Congreso aprobó
ciertos usos de la HCH sintética, por ejemplo para la enfermedad de deterioro
muscular asociada con el VIH/SIDA, la deficiencia en adultos debido a tumores
pituitarios poco comunes y el tratamiento a largo plazo de la estatura baja en
los niños.
Pero todos los demás usos de la HCH para otras afecciones médicas están
estrictamente prohibidos.
Las personas que esperan mejorar sus capacidades atléticas o su apariencia han
abusado de la hormona del crecimiento sintética en el pasado. Para rastrear el
uso de HCH y otras sustancias para mejorar el rendimiento, los investigadores
encuestaron a más de 3,700 estudiantes de secundaria. También encuestaron a 750
padres durante entrevistas en casa.
Aunque el sexo no afectó significativamente el uso de la HCH sintética, el
estudio halló que la raza y la etnia sí desempeñaban un rol. Los jóvenes negros
e hispanos reportaron usar la HCH sintética con unas tasas más altas que los
adolescentes blancos. Los investigadores hallaron que el 15 por ciento de los
adolescentes negros y el 13 por ciento de los hispanos dijeron que habían usado
la sustancia al menos una vez, frente al 9 por ciento de los adolescentes
blancos.
También hubo un vínculo firme entre el uso de la HCH y de esteroides, mostró el
estudio. El uso de esteroides entre los adolescentes también aumentó, del 5 por
ciento en 2009 al 7 por ciento en 2013.
Usar HCH sintética y otras sustancias y productos para mejorar el rendimiento
plantea graves riesgos de salud, advirtieron los autores del estudio. Hay un
mercado esencialmente no regulado, anotaron, para una variedad de productos que
prometen mejorar la masa muscular, el rendimiento atlético y la apariencia
física.
"No son productos que garanticen seguridad y eficacia", dijo Pasierb. "Los
medicamentos recetados y de venta libre deben pasar por una evaluación rigurosa
para probar que son seguros antes de venderse al público, pero los complementos
aparecen en las tiendas sin regulación de parte de la Administración de
Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU., y en realidad debe probarse que son
inseguros antes de poder sacarlos de circulación", anotó Pasierb.
Dijo que eso "crea una percepción falsa de seguridad, haciendo que los
adolescentes impresionables arriesguen su salud con productos potencialmente
peligrosos que no han sido evaluados. Y aunque es dudoso que todos los
adolescentes que reportaron haber usado HCH sintética en realidad obtuvieran la
hormona del crecimiento humano sintética, la proliferación de productos
comercialmente disponibles que se mercadean diciendo que contienen la HCH
sintética, o que promueven la producción natural de la HCH dentro del cuerpo, es
impactante".
Los adolescentes también están más conscientes del mercadeo en línea de
esteroides y de HCH sintética que hace dos años, y son menos propensos a creer
que su salud está en un riesgo significativo por usar los fármacos para mejorar
el rendimiento, revelaron los investigadores.
"Dado el marco regulador actual de la industria de los complementos, y la
cantidad de productos que se mercadean y venden en línea, es difícil, si no
imposible, saber exactamente qué contienen esos productos que consumen los
adolescentes", añadió Pasierb.
"La implicación para los padres, los profesionales de la atención médica, los
legisladores y los reguladores es que esta es un área con un interés, una
participación y un peligro potencial aparentemente crecientes para los
adolescentes, que amerita una evaluación seria de las áreas en que los controles
actuales sobre la fabricación y el mercadeo no logran prevenir el uso de esos
productos en los adolescentes", explicó.
Los jóvenes que no consideran que esas sustancias sean arriesgadas son más
propensos a usarlas, advirtieron los autores del estudio.
La nueva encuesta resalta "la necesidad de proteger a los jóvenes de los que los
desean victimizar como objetivos fáciles de mercadeo", comentó en el comunicado
de prensa de la Partnership Travis Tygart, director ejecutivo de la Agencia
Antidopaje de EE. UU.
Aunque el 58 por ciento de los padres dijeron que habían hablado con sus hijos
sobre los esteroides u otras sustancias para mejorar el rendimiento, el estudio
reveló que apenas el 3 por ciento creen que sus hijos adolescentes han usado los
productos en algún momento. Mientras tanto, apenas el 12 por ciento de los
adolescentes reportaron tener una conversación con sus padres sobre fármacos que
incluían la HCH sintética.
"Lo que encuentro cuando hablo con los adolescentes es la presión significativa
que sienten para destacar", comentó en el comunicado de prensa Tyler Hamilton,
un ex ciclista profesional y defensor antidopaje.
"Ya sea en los deportes, en la escuela, en el estatus social o en la apariencia,
los adolescentes sienten que tienen que hacerlo mejor. El estudio provee una
buena oportunidad para que los padres y otras figuras influyentes en sus vidas
se den cuenta de a qué se enfrentan los adolescentes y refuercen un mensaje de
amor y aceptación incondicionales", añadió Hamilton, quien devolvió su medalla
de oro olímpica tras admitir haber usado un medicamento para mejorar el
rendimiento durante toda su carrera.
Vuguin tenía sus propias teorías sobre el aumento en el uso de HCH entre los
adolescentes.
"El uso de esteroides entre los chicos jóvenes, en particular los que levantan
peso, se ha conocido durante años", dijo. "Pero es sorprendente y preocupante
ver que los adolescentes de ambos sexos usan cada vez más las versiones
sintéticas de la hormona del crecimiento humano, ostensiblemente para maximizar
la masa corporal y minimizar la grasa corporal", añadió".
"Aunque es difícil precisar por qué más adolescentes podrían estar usando estas
sustancias, sospecho fuertemente que la creciente 'cultura del selfie' entre los
jóvenes, que usan cada vez más los medios sociales para proyectar su imagen
corporal, influye sobre estas nuevas estadísticas preocupantes", apuntó Vuguin.
Además de rastrear el uso de las sustancias para mejorar el rendimiento, el
estudio halló otras tendencias en el abuso de drogas entre los adolescentes, que
incluían:
Casi la mitad, o el 44 por ciento, de los adolescentes dijeron que habían
usado marihuana al menos una vez en su vida. De esos adolescentes, el 41 por
ciento comenzaron antes de cumplir los 15 años.
Alrededor de uno de cada cuatro adolescentes, o el 23 por ciento, admitieron
haber abusado o usado mal un medicamento recetado al menos una vez.
El porcentaje de adolescentes que habían intentado alguna vez drogarse usando
un medicamento de venta libre para la tos pasó del 12 por ciento en 2012 al 15
por ciento en 2013.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Patricia Vuguin, M.D., pediatric endocrinologist, Cohen Children's
Medical Center, New Hyde Park, N.Y.; Partnership for Drug-Free Kids, news
release, July 23, 2014
HealthDay