La alteración del ritmo circadiano se vincula a enfermedades mentales

Megan Brooks

29 de mayo de 2018  La alteración de los ritmos circadianos diarios normales puede afectar la salud mental y el bienestar de las personas, muestran resultados de un estudio observacional a gran escala.[1]

 

Los investigadores encontraron que las alteraciones en el reloj interno del organismo, caracterizadas por un aumento de la actividad durante los periodos de reposo o inactividad durante el día, se relacionaban con una mayor susceptibilidad a la depresión, el trastorno bipolar y otros problemas.

"Nuestros hallazgos indican una relación entre la alteración de los ritmos circadianos diarios y los trastornos afectivos y el bienestar", dijo en una declaración Laura Lyall, Ph. D., del Institute of Health and Wellbeing de la University of Glasgow, en Glasgow, Escocia.

El estudio fue publicado el 15 mayo en la versión electrónica de The Lancet Psychiatry.

Depresión y trastorno bipolar
Investigación previa ha demostrado relaciones entre el trastorno circadiano y una salud mental deficiente, pero estos estudios típicamente se han basado en el autoinforme de patrones de actividad y de sueño, han tenido tamaños de muestra pequeños o han realizado el ajuste para pocos factores de confusión potenciales, señaló Lyall en un podcast de la revista científica.

Para abordar estos problemas metodológicos, los investigadores analizaron datos de reposo y actividad basados en acelerometría objetiva de 91.105 participantes (mediana de edad al inicio 62 años) de la base de datos de UK Biobank.

Todos los participantes portaron acelerómetros durante 7 días entre 2013 y 2015. Los investigadores utilizaron los datos para obtener una amplitud relativa circadiana, una medida del grado en el cual se altera la ritmicidad circadiana de los ciclos de reposo y actividad.

Después analizaron relaciones transversales entre la amplitud relativa baja (que refleja mayor actividad durante periodos de reposo o inactividad diurna) y el riesgo de trastornos afectivos de por vida. También se analizó el bienestar y la función cognitiva.

Los investigadores informan que la reducción de un quintil en la amplitud relativa se relacionaba con más riesgo de trastorno depresivo mayor, trastorno bipolar, y también más inestabilidad del estado de ánimo, mayor neuroticismo, más sentimientos de soledad, menos felicidad, menos satisfacción con la salud y tiempos de reacción más lentos (una medida bruta de la función cognitiva).

Trastorno depresivo mayor OR: 1,06; IC 95%: 1,04 - 1,08 p < 0,0001
Trastorno bipolar OR: 1,11; IC 95%: 1,03 - 1,20 p = 0,007
Inestabilidad afectiva OR: 1,02; IC 95%: 1,01 - 1,04 p = 0,004
Neuroticismo IRR: 1,01; IC 95%: 1,01 - 1,02 p < 0,0001
Felicidad OR: 0,91; IC 95%: 0,90 - 0,93 p < 0,0001
Satisfacción con la salud OR: 0,90; IC 95%: 0,89 - 0,91 p < 0,0001
Soledad OR: 1,09; IC 95%: 1,07 - 1,11) p < 0,0001
Tiempo de reacción CRL: 1,75; IC 95%: 1,05 - 2,45) p < 0,0001
OR: Odds ratio; IC 95%: Intervalo de confianza del 95%; IRR: I ncidence rate ratio; CRL: Coeficiente de regresión lineal
"Estas interrelaciones fueron independientes de una amplia gama de posibles factores de confusión", dijo Lyall, entre ellos, edad, género, estilo de vida, educación y posición socioeconómica.No está clara la direccionalidad
Los investigadores observaron que este estudio proporciona la primera evidencia directa de relaciones entre la alteración circadiana medida de manera objetiva y el neuroticismo y la inestabilidad afectiva, que por lo general se han vinculado con un aumento en el riesgo de trastornos afectivos. Sin embargo, las magnitudes de efecto para la inestabilidad afectiva y el neuroticismo fueron pequeñas, de manera que no está clara la relevancia clínica de estas interrelaciones, puntualizaron.

Los investigadores también reconocieron que este estudio transversal no puede esclarecer una relación de causalidad.

"Podría ser que haya un vínculo causal directo en el que la alteración circadiana produzca alteraciones del bienestar subjetivo y aumente el riesgo de trastorno afectivo. O podría ser lo opuesto, es decir, que esta alteración circadiana sea una consecuencia del trastorno afectivo y sus factores de riesgo asociados", dijo Lyall.

Pese a estas limitaciones, los investigadores dicen que la amplitud relativa derivada de la acelerometría es "relativamente económica y fácil de medir, y podría ser útil para identificar a las personas con más riesgo de trastorno depresivo mayor o trastorno bipolar, o subgrupos de pacientes que podrían beneficiarse de tratamientos dirigidos a mejorar la ritmicidad circadiana".

En un comentario vinculado, Aiden Doherty, Ph. D., de la University of Oxford, en Oxford Reino Unido, señala que, aunque el UK Biobank es "uno de los recursos médicos más importantes a nivel mundial, la población del estudio (mediana de edad al inicio de 62 años, IQR: 54 - 68 años) no es ideal para analizar las causas de la salud mental, puesto que 75% de los trastornos comienzan antes de los 24 años".[2]

El sistema circadiano, puntualiza, "experimenta cambios durante el desarrollo en la adolescencia, la cual también es una época común para el inicio de los trastornos afectivos. Es posible que el UK Biobank proporcione el modelo y el ímpetu para un recurso de una escala similar en adolescentes y adultos más jóvenes que ayude a transformar nuestra comprensión de las causas y las consecuencias, la prevención y el tratamiento de los trastornos de la salud mental", dice Doherty.

El estudio fue financiado por el Lister Institute for Preventive Medicine. Lyall y Doherty han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.