Tener niños en casa afecta el sueño de las mujeres, pero no el de los hombres

Pauline Anderson

24 de abril de 2017 Reunir información sobre los factores que contribuyen a tener un sueño insuficiente podría ayudar a enfocar las intervenciones para lograr un sueño óptimo, lo que a su vez implicaría una mejora de la salud general, expresó la investigadora, la Dra. Kelly Sullivan, PhD, del Departamento de Epidemiología y Ciencias de la Salud Ambiental, del Jiann-Ping Hsu College of Public Health, Georgia Southern University, en Estados Unidos.

 

"Nuestro empuje para realizar cada vez más actividades, y la influencia de la tecnología, han logrado que estemos privados de sueño crónicamente", señaló la Dra. Sullivan.
"Deseaba enfocarme en los factores que se asocian con la falta de sueño suficiente para investigar, mejorar y ofrecer soluciones".
Los hallazgos fueron publicados el 26 de febrero y serán presentados en el Congreso de la American Academy of Neurology (AAN) 2017.
Los investigadores utilizaron datos del 2012 Behavioral Risk Factor Surveillance System, una encuesta telefónica anual a nivel nacional realizada por Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de Estados Unidos.
La encuesta, que la Dra. Sullivan describió como "el mayor sistema de encuestas de salud continuamente conducido en el mundo", cuestiona a los individuos acerca de comportamientos relacionados con la salud: por ejemplo, el cribado para cáncer de mama o de próstata, o el manejo de la diabetes.

En la encuesta se incluyen preguntas sobre el sueño, entre ellas, la cantidad de horas de sueño recibido por día. Los investigadores clasificaron como óptimo, según la definición de la National Sleep Foundation, el recibir 7 a 9 horas por día, y sueño insuficiente, tener menos de 6 horas por día.
Además, los participantes en la encuesta proporcionaron información sobre el número de días en el mes pasado que sintieron que no habían descansado.
La encuesta mostró datos sobre índice de masa corporal de los participantes, edad, raza, educación, estado civil, ejercicio, número de hijos en el hogar, situación laboral, ingresos, y ronquidos. Los investigadores ajustaron los resultados a estos predictores y los estratificaron por género.
El estudio incluyó información sobre 2897 hombres y 2908 mujeres.
En el estudio, 23% de los hombres reportó tener menos de 7 horas de sueño por día, y 77% informó 7 o más horas de sueño al día. Entre las mujeres, 21% reportó dormir menos de 7 horas, y 79%, tener 7 o más horas de sueño.
En los hombres, el sueño más prolongado se asoció con la educación superior (p = 0,0002), y los ronquidos (p = 0,02). Entre las mujeres, tener hijos se asoció inversamente con la duración del sueño (p = 0,002), en tanto que el hecho de estar desempleada (p = 0,009), así como tener el mayor ingreso del hogar (p = 0,03), se asociaron con mayor duración del sueño.
Participantes más jóvenes
El análisis también observó la cantidad de sueño diario entre los participantes más jóvenes. En hombres menores de 45 años, 30% reportó dormir menos de 7 horas, y 70% reportó 7 o más horas, mientras que, en las mujeres de esta categoría de edad, 25% reportó dormir menos de 7 horas, y 75% 7 o más horas.En las mujeres más jóvenes, 48% de las que tenían niños informó haber tenido una cantidad de sueño óptima, en comparación con 62% de las personas sin hijos.
Al observar los factores asociados con el sueño entre los participantes más jóvenes, los investigadores encontraron que los hombres con un nivel educativo menor al bachillerato eran más propensos a reportar sueño insuficiente, en comparación con los graduados universitarios (odds ratio [OR]: 10,00; IC 95%: 1,87-53,42). Además, los ronquidos se asociaron inversamente con el sueño insuficiente (OR: 0,31; IC 95%: 0,11-0,87).
"El hallazgo sobre los ronquidos contradice lo que ha sido ampliamente establecido sobre estos como un factor de riesgo para el sueño de pobre calidad", expresó la Dra. Sullivan. Sin embargo, debido a las limitaciones de los datos sobre el ronquido (fue autonotificado y relativamente pocos hombres informaron esta variable), señaló que probablemente no sea tan significativo.
En las mujeres jóvenes, la única variable asociada con el sueño insuficiente era tener hijos. Cada hijo aumentó las probabilidades en aproximadamente 50% (OR: 1,46; IC 95%: 1,14-1,87).
La Dra. Sullivan también indicó que no esperaba que la presencia de hijos en el hogar fuera el único factor asociado con el sueño insuficiente en las mujeres más jóvenes, o que no hubiera "absolutamente ninguna asociación para los hombres".
La investigadora también indicó: "Realmente me sorprendí porque estaba pensando en la línea de que algunas cuestiones típicas, como el empleo, los ingresos, o el ejercicio, serían el factor principal" en las mujeres jóvenes.
No está claro qué es exactamente lo que está causando la disparidad. "Por increíble que parezcan el conjunto de datos y la encuesta, no tenemos idea de la dinámica familiar, lo cual es una limitación importante al intentar indagar el significado o las razones detrás de los hallazgos", señaló la Dra. Sullivan.
La investigación muestra que el cerebro de una mujer es diferente al de un hombre, al igual que sus ciclos de sueño. Además, existen diferencias biológicas a considerar en las mujeres, como los cambios hormonales en el embarazo, la menopausia, y durante todo el ciclo menstrual, y la demanda de la lactancia materna.
La Dra. Sullivan señaló que otros estudios han demostrado que las mujeres necesitan dormir más que los hombres para sentir que han descansado adecuadamente.
En este estudio, tener hijos en el hogar se asoció con sensación de no sentirse descansada entre las mujeres más jóvenes (p = 0,001). Las que tenían niños reportaron no sentirse descansadas 14 días en un mes, en comparación con 11 días para aquellas sin niños. Una vez más, esto no fue así para los hombres más jóvenes (p = 0,10).
La Dra. Sullivan enfatizó que las relaciones que los encuestados tenían con los niños en el hogar no estaban claras. Pueden no estar relacionados biológicamente, o podrían ser hermanos mayores de niños en el hogar.
El sueño es una prioridad

Los resultados del estudio destacan la importancia de "priorizar el sueño", expresó la Dra. Sullivan. Las técnicas tradicionales de higiene del sueño (es decir, no tener aparatos electrónicos en el dormitorio, no tomar cafeína antes de acostarse) pueden ser de utilidad, así como el manejo del estrés.
Los resultados del estudio tampoco fueron sorprendentes para el especialista en medicina del sueño, Dr. Donn Dexter, subdirector médico de la región del noroeste de Wisconsin, Mayo Clinic Health System, Eau Claire, profesor asistente de neurología en Mayo Clinic College of Medicine, y miembro de la American Academy of Neurology (AAN).
Al solicitar su comentario sobre la investigación, el Dr. Dexter señaló que debido a que la información provenía de una encuesta telefónica, es probable que no se recolecten suficientes datos para "apoyar cualquier teoría fuerte" de por qué las mujeres jóvenes con niños en el hogar tienen sueño insuficiente.
Hizo alusión sobre su propia experiencia al tener tres hijos pequeños en casa. "A pesar de que traté de ser un padre responsable, creo que la mayoría de las tareas de crianza de los hijos, principalmente levantarse por la noche para atender a un niño que estaba enfermo, o llorando, o en dentición, recayó en mi esposa". Consideró que cuando se trataba de tareas relacionadas con los niños, la separación de tareas entre él y su esposa probablemente estaba "cerca de 70% a 30%".
Asimismo, el Dr. Dexter destacó que no ha realizado una "investigación exhaustiva" sobre el tema, pero tiene la impresión de que aun cuando los géneros ya son más equitativos en muchos aspectos, "las tareas domésticas y las tareas en casa siguen siendo desproporcionadas para las mujeres".
Cuestionó si en realidad se han obtenido grandes progresos en este ámbito. "Sería interesante ver hacia atrás, digamos, a los años treinta o sesenta, y compararlo con lo que hacemos ahora. Me pregunto si habría algún cambio".
Al comentar los hallazgos del ronquido entre los hombres, el Dr. Dexter consideró que "no se pueden relacionar la calidad y la cantidad de sueño".
"La gente que ronca puede dormir más horas, pero es posible que no esté recibiendo un buen sueño, por lo que debemos ser cautelosos con el uso del tiempo como un marcador de calidad", concluyó el especialista.