Ante una persona con estrés el mejor tratamiento contra su hipertensión es conseguir que se tranquilice, se relaje y duerma suficientemente. Las cifras tensionales en los obesos, con un abdomen prominente, varían cuando les tomamos la tensión arterial de pie, sentados y, o tumbados. Es como si el sistema cardiovascular tuviera que modificar su presión de funcionamiento para superar la presión ejercida por el volumen de las estructuras vecinas, aprisionadas entre la musculatura abdominal y el diafragma.
Es muy frecuente tener que esperar algún tiempo para que los pacientes se tranquilicen física y psíquicamente, antes de tomar la tensión, pues con frecuencia se dan autenticas hipertensiones de bata blanca por reacciones de un estrés insuperable delante de los sanitarios.
La disponibilidad de aparatos para la toma de tensión en casa solventan este serio problema diagnostico, que convertía en hipertensos crónicos, (candidatos a tratamientos de por vida), a personas sanas con cierta hipersensibilidad psicológica frente a los médicos y enfermeras.
Las situaciones conflictivas por estrés nos pueden provocar reacciones de tipo hormonal con la consiguiente producción de las hormonas adrenalina e hidrocortisona. La primera provoca un aumento de la frecuencia cardiaca, como preparándonos para realizar un esfuerzo especial y la segunda nos pone en situación de emergencia, anulando los procesos metabólicos normales, que se venían desarrollando y supeditándolos a las reacciones típicas de la supervivencia.
Ante esta reacción hormonal, las cifras de tensión arterial se incrementan, tanto por el aumento de la actividad cardiaca como por la vasoconstricción de las arterias y la retención hídrica concomitante. Sigue...

