OTROS EFECTOS POR DÉFICIT DE GLUCOSA

Si persiste la falta de glucosa en sangre, se incrementa el hambre y el organismo sigue autodestruyéndose para conseguir glucosa y poder alimentar los órganos más vitales.

En consecuencia se va deteriorando también el sistema inmunitario, reduciéndose las defensas de tal forma que puede ser invadido con mayor facilidad por microorganismos oportunistas capaces de provocar infecciones y llegar hasta la muerte por déficit o por agotamiento de las células defensoras.

Así el organismo puede sobrevivir temporalmente, alimentando prioritariamente a los órganos vitales, aun a costa de la destrucción de otros elementos menos importantes en pro de la supervivencia del individuo. De hecho en la naturaleza impera la ley de la demanda y del servicio al más fuerte, de forma que el órgano que no reclama no recibe, el que no llora no mama, el que no se mueve se atrofia y viceversa. 

En nuestro medio afortunadamente no se dan las hambrunas totales aunque si parciales o intermitentes, como ayunos descontrolados, dietas de inanición, situaciones de anorexia nerviosa, etc., que pueden provocar auténticos problemas de  salud más relacionados con desordenes y desequilibrios en la aportación de los macronutrientes que por carencias absolutas de los mismos. Sigue...

HABLEMOS DE LOS CORTICOIDES
LA REGULACIÓN DE LA GLUCEMIA

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