Cambios en la calidad de la dieta reducen hasta 30% el riesgo de muertes: estudio en 80 países

Matías A. Loewy

7 de julio de 2023 Cambios en la calidad de la dieta, con mayor énfasis en la diversificación que en las restricciones de alimentos, se asocian con una reducción de hasta 30% en el riesgo de muerte por cualquier causa y casi 20% en la de aparición de enfermedades cardiovasculares.

Según el que se considera el estudio más representativo en el mundo de la relación entre la nutrición y distintos desenlaces de salud realizado sobre 245.000 personas de 80 países de altos, medios y bajos ingresos, incluyendo Brasil, Argentina, Chile, Colombia y Perú en Latinoamérica.

El consumo de una dieta compuesta por mayores cantidades de frutas, verduras, frutos secos, legumbres y una cantidad moderada de pescado y productos lácteos enteros se asocia con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular y mortalidad en todas las regiones del mundo, pero sobre todo en países de menores ingresos donde el consumo de estos alimentos naturales es bajo", aseguraron en el European Heart Journal los autores de este nuevo "producto" del estudio Prospective Urban Rural Epidemiology (PURE), en marcha desde 2002.[1]

La investigación también concluyó que la inclusión en la dieta de carnes rojas no procesadas y granos enteros tiene poco impacto en los resultados, por lo cual, en su justa medida, ambos son opcionales y compatibles con una dieta saludable.

"Los alimentos bajos en grasas han ocupado un lugar central entre el público, la industria alimentaria y los legisladores, con etiquetas nutricionales enfocadas en reducir las grasas y las grasas saturadas. Pero nuestros hallazgos sugieren que la prioridad debe ser aumentar alimentos protectores como las nueces (que a menudo se evitan porque son demasiado densos en energía), el pescado y los productos lácteos, en lugar de restringir los productos lácteos enteros a cantidades muy bajas", sostuvo en un comunicado el primer autor, Andrew Mente, Ph.D., investigador del Population Health Research Institute (PHRI), un instituto conjunto de Hamilton Health Sciences y la McMaster University, en Hamilton, Canadá, que fundó y dirige el Dr. Salim Yusuf.

En un comentario acompañante, el Dr. Dariush Mozaffarian, cardiólogo y doctor en salud pública, profesor distinguido de la Friedman School of Nutrition Science & Policy de Tufts University, en Boston, Estados Unidos, consideró que este tipo de investigaciones "nos recuerdan el continuo y devastador aumento de las enfermedades crónicas relacionadas con la dieta en todo el mundo y el poder que tienen los alimentos protectores para ayudar a abordar esas cargas".[2]
Nueva puntuación de la dieta
El nuevo estudio examinó las relaciones entre una nueva puntuación de la dieta, en una escala de 0 (peor) a 6 (mejor), y los resultados de salud en una población mundial. Para ello, los autores seleccionaron 6 grupos de alimentos que se han vinculado con la longevidad y sus respectivas cantidades: 2 a 3 raciones de fruta al día, 2 a 3 raciones de verduras al día, 3 a 4 raciones de legumbres a la semana, 7 raciones de frutos secos a la semana, 2 a 3 raciones de pescado a la semana y 14 raciones de productos lácteos (principalmente enteros, pero sin incluir mantequilla o crema batida) por semana. Se asignó una puntuación de 1 (saludable) a la ingesta por encima de la mediana en el grupo y una puntuación de 0 (no saludable) a la ingesta igual o inferior a la mediana.Para explorar la validez de esa herramienta, los investigadores tomaron 147.642 personas de la población general en 21 países de la cohorte de PURE y probaron la asociación de la puntuación con la mortalidad, el infarto de miocardio, el ictus y las enfermedades cardiovasculares totales (incluidas las mortales y los infartos de miocardio, los ictus y la insuficiencia cardiaca que no condujeron a la muerte). Los análisis se ajustaron por factores que podrían ser confusores, como la edad, el sexo, la relación cintura-cadera, el nivel educativo, los ingresos, la ubicación urbana o rural, la actividad física, el tabaquismo, la diabetes, el uso de estatinas o fármacos para la presión arterial alta y la ingesta calórica total.

La puntuación media de la dieta "PURE" fue de 2,95, con los valores más altos en países de altos ingresos (casi 4) y los más bajos, en los de menos ingresos (poco más de 2). Respecto de las regiones, las puntuaciones de la dieta y las medianas de ingesta más altas se encontraron en Norteamérica y Europa, en Medio Oriente y en Sudamérica, aunque con diferencias intrarregionales de los distintos países. En cambio, los valores e ingestas más bajos se registraron en el sur de Asia, el sudeste asiático, África y China.

Durante una mediana de seguimiento de 9,3 años, hubo 15.707 muertes y 40.764 eventos cardiovasculares. En comparación con la dieta menos saludable (puntuación de 1 o menos), la dieta más saludable (puntuación de 5 o más) se vinculó con 30% menos de riesgo de muerte, 18% menos de probabilidad de enfermedad cardiovascular, 14% menos de riesgo de infarto de miocardio y 19% menos de riesgo de ictus. La consistencia de las asociaciones entre la puntuación de la dieta saludable y los resultados se confirmaron en 5 estudios independientes (3 prospectivos y 2 casos-controles) que incluyeron un total de 96.955 pacientes con enfermedad cardiovascular en 70 países. Los 6 componentes de la alimentación contribuyeron por lo general al efecto protector.

"Lo más valioso es que ahora tenemos resultados aplicables a nuestra región de un tema tan fundamental para la salud como es una buena alimentación. Y, mirado en el contexto internacional, el consumo de alimentos sanos en nuestra región está relativamente bien, comparado con otras zonas del mundo", comentó a Medscape en español uno de los autores, Dr. Fernando Lanas Zanetti, maestro en epidemiología clínica, Ph.D., profesor de medicina de la Universidad de La Frontera, en Temuco, Chile.

"Sin embargo, dadas las altas tasas de obesidad en la región no podemos darnos por satisfechos y debemos promocionar estos alimentos que, si se consumen en forma moderada, no se asocian a obesidad", añadió.

Para otro de los autores, el Dr. Patricio López-Jaramillo, Ph.D., medico endocrinólogo y rector de la Universidad de Santander (UDES) en Bucaramanga, Colombia: "Necesitamos buscar mejor equidad en términos de la disponibilidad y el acceso a los alimentos. En los países ricos, como Canadá o Suecia, la puntuación llega a 4,8, lo que duplica la variedad de la dieta de los países pobres".

El Dr. López-Jaramillo dijo a Medscape en español que la situación de Colombia, que alcanzó una puntuación "pobre" de 2,4, pone de relieve el impacto sanitario que pueden tener mínimos cambios en los patrones de alimentación."La conclusión fundamental es que, si aumentas la calidad de la dieta, es decir, ingieres uno más de esos 6 grupos de alimentos, disminuyes en 8% la mortalidad por cualquier causa y en 6% las enfermedades cardiovasculares. Es decir, si en los países pobres como Colombia, pasas de 2,4, es decir, comes apenas 2,5 grupos de los 6 grupos de alimentos recomendados, y subes a 3,5, subes apenas un alimento adicional, por ejemplo, mezclando arroz con frijoles o con lentejas, vas a tener esa protección. Y si subes 2, es decir, añades también nueces que son muy frecuentes y fáciles de encontrar, inclusive en forma silvestre, como la nuez del Brasil o la macadamia, subirías a una puntuación de 4,5, con lo que disminuirías el riesgo de muerte en 16% y de eventos cardiovasculares en 12%", sostuvo.

Comparación con otras dietas y alimentos "opcionales"
Los investigadores también comprobaron que la asociación de la puntuación de la dieta "PURE" con enfermedades cardiovasculares y muerte era similar o ligeramente más fuerte de la que se verifica con otras 3 dietas o patrones de alimentación, el índice de alimentación saludable (HEI), la dieta mediterránea y la Dietary Approaches to Stop Hypertension (DASH ), que restringe fuertemente la ingestión de sal. Y mucho más fuerte que con la dieta de salud planetaria, que enfatiza la reducción en la ingestión de carnes y otros productos de origen animal.

En un comunicado, los investigadores señalaron que los nuevos hallazgos sobre una dieta saludable tienen similitudes con otros puntajes de dieta comunes, incluida una dieta mediterránea, que enfatizan el aumento de frutas, verduras, legumbres, nueces y pescado, con algunas diferencias en su enfoque sobre los diferentes tipos de grasas y el consumo de lácteos o carne roja.

"Nuestros hallazgos muestran que un patrón dietético similar, pero que también incluye lácteos —consumidos principalmente como lácteos enteros—, puede tener asociaciones favorables con los resultados de salud en una población global. La dieta mediterránea es similar, excepto que incluye lácteos en general. Algunos otros puntajes de dieta, incluida la mediterránea, también incluyen granos enteros, que en varios estudios de cohorte han mostrado asociaciones favorables con eventos de enfermedad cardiovascular. En nuestro estudio, los granos enteros no contribuyeron a la utilidad del puntaje de la dieta en la predicción del riesgo de enfermedad cardiovascular o muerte. Por lo tanto, incluir una cantidad moderada de granos enteros es opcional para una dieta saludable", explicaron.

Según los investigadores, una ración diaria permisible de granos enteros podría contemplar una rebanada de 40 gramos de pan o entre 75 y 120 gramos de arroz, cebada, trigo sarraceno, sémola, polenta, bulgur o quinoa (cocidos). Con referencia a las carnes rojas no procesadas o aves de corral, los expertos proponen que una ración moderada aceptable podría ser 85 gramos/día.

De todas formas, Mente y sus colaboradores reconocen que la composición de la dieta PURE funciona como punto de referencia y que puede ser modificada para cada región "en función de los tipos específicos de alimentos disponibles y asequibles".

"El estudio PURE puede considerarse, por su extensión geográfica y en el tiempo, uno de los estudios observacionales más importante de la historia de la medicina. Si bien son datos observacionales y no de intervenciones, los nuevos hallazgos tienen implicaciones profundas para las dietas a nivel mundial, porque sugiere que las mayores ganancias para evitar enfermedades cardiovasculares y muertes prematuras a nivel mundial pueden esperarse al aumentar moderadamente la ingesta de alimentos saludables", comentó a Medscape en español otro de los autores, Dr. Rafael Díaz, cardiólogo, cofundador del Instituto Cardiovascular de Rosario y director de Estudios Clínicos Latinoamericanos (ECLA), en Rosario, Argentina.