Los trastornos del sueño en la enfermedad de Parkinson: "es de vital importancia su detección y tratamiento en la consulta"

29/12/2023 La calidad del sueño es fundamental para mantener la calidad de vida de los pacientes con enfermedad de Parkinson. La situación subóptima del paciente y los síntomas no motores nocturnos también pueden causar un deterioro de la calidad del sueño, por eso es tan necesario que los pacientes detallen en consulta cuál es el problema, abordarlo e intentar mejorarlo.

La enfermedad de Parkinson, que es neurodegenerativa y crónica, afecta a unas 160.000 personas en España. Su investigación y tratamiento se encuentra en un momento de continuo avance. Aunque aún no se ha dado con una cura definitiva, sí se han logrado importantes progresos en la comprensión de sus causas y mecanismos subyacentes.

"Estamos intentando controlar todos los síntomas que provoca la enfermedad de Parkinson para mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes", destaca Jessica González Ardura, neuróloga en el Hospital de Cabueñes (Gijón). Explica qué se está investigando y qué provoca exactamente la enfermedad. Confirma que "se está avanzando mucho en el campo de la genética y en nuevos tratamientos, pero aún estamos lejos de curar la enfermedad", declara. En este sentido, se están llevando a cabo numerosos estudios clínicos y de investigación para explorar nuevas terapias y enfoques, como la terapia génica o las células madre, que podrían tener el potencial de ralentizar o detener la progresión de la enfermedad. "La población es cada vez más longeva y, por tanto, el número de pacientes va en aumento", recuerda González Ardura. El envejecimiento se considera uno de los principales factores de riesgo. Es decir, su frecuencia aumenta con la edad. En ese sentido, la enfermedad de Parkinson afecta al 1% de las personas mayores de 65 años y hasta al 5% de las mayores de 85 años. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todas las personas mayores la tendrán y que, por el otro lado, también hay casos de personas más jóvenes que pueden ser diagnosticadas de esta enfermedad.

Otros factores de riesgo potenciales para la enfermedad de Parkinson son la predisposición genética, la exposición a ciertos productos químicos o toxinas y ciertos factores ambientales y de estilo de vida. Eso sí, la investigación sobre sus factores de riesgo todavía está en curso y se requieren más estudios para comprender completamente su etiología.

Síntomas motores y no motores

La enfermedad de Parkinson se manifiesta con una gran cantidad de síntomas motores y no motores. Respecto a los síntomas motores, "actualmente, los controlamos de forma adecuada durante muchos años", subraya González Ardura. En cuanto a la relevancia de los síntomas no motores, comenta que, para controlar la enfermedad, "los síntomas no motores han ido creciendo en importancia en los últimos años". Han adquirido relevancia porque alteran mucho la calidad de vida. Informa de que, en las consultas de trastornos del movimiento, siempre preguntan a los pacientes sobre estos síntomas. En ocasiones, avisa, "los pacientes no los ponen en relación con esta enfermedad". Por ello es trascendental reconocerlos e intentar tratarlos.