¿QUÉ SON LAS HORMONAS?

La palabra “hormona” se deriva del verbo griego “hormao” que significa estimular, ordenar una acción, provocar o excitar. En biología se usa para designar a los mensajeros químicos encargados de  comunicar una orden para la acción.

Las hormonas son unos compuestos biológicos fabricados por los seres vivos que sirven para la comunicación de las células entre si y entre los distintos órganos del cuerpo. Hay hormonas de distinto tamaño, de composición bioquímica variable, de diferente vida media y se distinguen por las funciones que desarrollan en las comunicaciones e interacciones con el sistema.

Todo lo que se mueve en nuestro cuerpo obedece a los estímulos de las hormonas y de su estabilidad y equilibrio dinámico se deriva nuestro bienestar físico y mental.

A las hormonas más primitivas las llamamos “autocrinas”. Estas no precisan viajar lejos para encontrar su objetivo puesto que lo tienen al lado. Su misión es comunicarse con el exterior de la célula o con las células vecinas.

 A las hormonas que se desplazan por conductos específicos cortos, sin necesidad de utilizar el flujo sanguíneo las llamamos “paracrinas” y finalmente a las que fluyen por la sangre, llevando información de un órgano a otro las llamaremos “endocrinas”.

Todas las hormonas son controladas en último término por el hipotálamo, situado en lo más profundo del cerebro. Este es el centro director de todas las operaciones. A él le llegan las informaciones vitales básicas a través del sistema nervioso central y en función de las necesidades detectadas, comunica directamente con la hipófisis y le manda que estimule con mayor o menor intensidad a las glándulas productoras de las hormonas periféricas. 

Por retroalimentación y mediante el mismo sistema nervioso central, el hipotálamo sigue recabando información y en consecuencia aumenta o disminuye la estimulación de la hipófisis para que esta a su vez actúe sobre las glándulas.

En resumen podríamos decir que tenemos un centro rector que es el hipotálamo, que recibe continuamente información precisa de las necesidades del sistema, que según los requerimientos detectados, da las órdenes de acción a la hipófisis y ésta responde enviando mensajes a las glándulas del cuerpo (suprarrenales, tiroides, testículos y ovarios), para que produzcan las hormonas, que el sistema necesita para su correcto desarrollo.