Entendemos por estiramiento el alargamiento del músculo, más allá de la medida que tiene en su posición de reposo y se consigue mediante la práctica de ejercicios suaves y mantenidos, dirigidos a preparar los músculos para un mayor esfuerzo y para aumentar la amplitud del movimiento útil de las articulaciones.
Parte importante del entrenamiento corresponde a los estiramientos y cada día se les está prestando más importancia, pues, si estos son bien ejecutados, sirven para preparar el organismo frente al esfuerzo del entrenamiento y lo predisponen, una vez concluido éste, a un descanso y una mejor recuperación muscular.
Con demasiada frecuencia descuidamos los prolegómenos, se inicia el entrenamiento directamente, sin hacer los estiramientos ni calentamientos previos y lo concluimos sin enfriar la musculatura y sin los estiramientos adecuados, situación que provoca sobrecargas, contracturas y lesiones en general, por descuidar estos ejercicios previos.
Los estiramientos son importantes y deben realizarse de forma regular para mantener la flexibilidad y la movilidad, tanto en el ámbito de la salud, como en los entrenamientos deportivos, siendo en general preferible actuar antes del ejercicio para las contracturas musculares y como mantenimiento para evitar la pérdida de movilidad y favorecer la elasticidad.
Los estiramientos no previenen lesiones ni evitan agujetas, al contrario, es posible que éstos las provoquen. Quienes entrenan con velocidades o resistencias altas no deberían realizar estiramientos ni antes ni después del entrenamiento y lo mismo vale para los que sufren algún proceso inflamatorio, rigideces articulares rebeldes o han realizado trabajos muy duros.
Los estiramientos hay que hacerlos pausadamente y de manera progresiva. Hay que estirar para que el músculo se relaje, notando cómo nos tira pero sin llegar a tener sensación de dolor. Los ejercicios deben durar entre 10 y 20 segundos.
No hay que estirar con rebotes ni tirones, queriendo con ello conseguir una mayor flexibilidad, ya que puede dar lugar a lesiones, si se hace muy violentamente.
Hay que procurar que la respiración sea lenta. Se inspira cuando se estira el músculo y se expira mientras lo mantenemos en tensión.
El orden del estiramiento debe ser de la cabeza a los pies, siguiendo un orden. Con ello conseguimos que ninguna de las partes del cuerpo se nos olvide.
Entre los beneficios que los estiramientos nos proporcionan señalamos los siguientes:
-Aumento de la flexibilidad de los músculos, tendones, fascias, ligamentos, cápsulas articulares y de la piel en general.
-Aumento de los márgenes en la movilidad articular.
-Evitación de las lesiones deportivas más comunes.
-Reducción de la tensión en los músculos estirados.
-Mejora de la coordinación entre los músculos agonistas y los antagonistas.
-Prevención del endurecimiento muscular, después de la realización de ejercicios.
-Evitación de las agujetas y calambres posteriores con estiramientos previos al ejercicio.