¿QUÉ ES LA COMUNICACIÓN CELULAR?

Cada célula responde a su entorno físico y energético, a través de su membrana pues el núcleo y los genes son únicamente necesarios para la reproducción.

Las células se regulan individualmente en función de lo que perciben del entorno y su existencia está regida por esa respuesta frente al medio, tanto en los seres unicelulares como en los multicelulares.

Las células son organismos inteligentes, capaces de sobrevivir por sí solas y sin ayuda, como lo demuestran los científicos, cuando separan células individuales de cualquier tejido y las hacen crecer solas en otros medios de cultivo.

A primera vista la complejidad del funcionamiento de un sistema tan sofisticado nos pudiera hacer pensar en la fragilidad e inestabilidad de su mantenimiento, pero hay que recordar que estos sistemas de comunicación están en marcha desde hace millones de años, surgieron en los seres unicelulares y mantienen un proceso de adaptación continuo.

En el ser humano persisten todos los sistemas de comunicación, desde los más primitivos a los más sofisticados como resultado de un proceso evolutivo que recrea funciones y procesos organizativos sobre los ya existentes, superponiendo sistemas nuevos que engloban a los anteriores en un prodigio de integración perfecta. Sigue...

Continuar leyendo
0 Comentarios

REFLEXIONES PRÁCTICAS

Si el volumen de la masa encefálica no ha variado, la verticalidad de la frente tampoco ha sufrido cambios importantes y en general tenemos las mismas capacidades que los individuos del Paleolítico, ¿por qué no hemos desarrollado nuestras potencialidades hasta hace relativamente pocos años? La respuesta sería la misma para explicar la coexistencia temporal de las tribus primitivas todavía presentes en las orillas del rio amazonas, con los grandes investigadores y técnicos que actualmente están desarrollando los avances espaciales.  

La razón es que todas las innovaciones y descubrimientos se llevan a cabo solamente en ambientes propicios. Las experiencias, las tecnologías y las culturas en general necesitan asentarse, acumularse, enriquecerse y potenciarse para que puedan dar sus frutos, pero si la cadena del proceso se rompe, quedan truncadas las posibilidades del avance científico.

 Esta reflexión también sería válida para explicar los retrocesos del saber humano tras las destrucciones de las culturas egipcias, griegas, romanas, árabes y los más recientes desastres llevados a cabo por los “fundamentalismos” imperantes en los últimos 1.000 años de nuestra era.

Los seres humanos formamos parte de una especie eminentemente social, que necesita para su desarrollo la colaboración directa o indirecta de los demás. Sin un ambiente adecuado no es posible la creatividad ni el desarrollo de la inteligencia.

¿Qué influencia hubiese tenido el gran Albert Einstein, si hubiese nacido en el Paleolítico Inferior o en un suburbio nepalí.? Así mismo estamos desaprovechando cantidad de cerebros del tercer mundo por no facilitarles el acceso a una formación y desarrollo modernos.

Ninguna de las mentes privilegiadas, humanistas, genios, inventores, músicos, artistas, científicos, etc., que han marcado nuestro progreso, hubieran podido salir del anonimato si sus circunstancias socioculturales no les hubieran sido propicias.

Analizando nuestra historia en los últimos tres mil años podemos descubrir vaivenes con extraordinarios avances y dramáticos retrocesos, tanto en el entorno humanístico como en el científico, cuando las sinrazones del poder y del fundamentalismo han dominado los ambientes socioculturales.  

La ciencia no se debe basar en dogmatismos ni en verdades absolutas, únicamente debe utilizar el “método científico” como herramienta para tratar de probar las hipótesis de trabajo, que se le planteen. Hoy podemos optar por las soluciones mejores y obtener la Salud (Ver) o bienestar  físico, mental y social, al que la humanidad sigue aspirando.

Continuar leyendo
0 Comentarios

INTERACCIÓN CON EL ENTORNO

Analizando la evolución de los homínidos se llega a la conclusión de que la especie humana a la que pertenecemos, es la única especie del género Homo, que ha sobrevivido frente a la adversidad medioambiental, merced a sus múltiples capacidades de adaptación.

Hemos heredado de los ancestros el ser “omnívoros”, que frente a ser exclusivamente herbívoros o carnívoros tiene una ventaja importante para la supervivencia al poder diversificar los recursos alimentarios y asimilar las proteínas, tanto de fuentes vegetales (hojas, brotes, algas, bayas, frutos, etc.) como de fuentes animales (insectos, moluscos, huevos, aves, peces, reptiles, carroña, etc.)

 En los primates se ha producido una reducción del sistema digestivo en beneficio del aumento del cerebro para el desarrollo de las funciones mentales y sociales.

A lo largo de los años el ser humano ha logrado mejorar su interacción (Ver) con el medio ambiente, defendiéndose de las condiciones climatológicas extremas, mitigando sus efectos y reconduciendo parcialmente su potencial hasta ponerlo al servicio de su propio desarrollo.

No cabe duda de la capacidad de nuestra especie para adaptarse a cualquier zona terrestre, a superar las glaciaciones con todos los cambios e inclemencias climáticas, a sobreponerse a las variaciones y restricciones alimentarias, a vencer las agresiones de los grandes depredadores, a prevalecer frente a todo tipo de intoxicaciones, infecciones, además de sequías, hambrunas, pestes, guerras y cualquier otra suerte de calamidades.

Las condiciones externas del medio que nos rodea han sufrido una profunda modificación, pero nuestra dependencia de él sigue siendo idéntica a la de nuestros antepasados del periodo Paleolítico.

Es decir nuestro bienestar también radica actualmente en la Alimentación (Ver), en el Descanso (Ver), en la Actividad (Ver) física y psíquica que desarrollamos y en la Motivación (Ver) con la que enfrentamos los retos de la vida. Sigue...

Continuar leyendo
0 Comentarios

¿CÓMO CRECE EL CEREBRO HUMANO?

El peso del cerebro humano crece en el seno materno, durante la gestación, superando en los recién nacidos los 200 gramos. A lo largo de los 5 primeros años de vida llega a conseguir desarrollos próximos a los 1.200 gramos, un incremento de la masa cerebral extraordinariamente elevado, que se irá ralentizando en los años de la infancia y de la pubertad, hasta alcanzar a los 20 - 30 años su máximo desarrollo, por encima de los 1.400 gramos. A partir de esa edad se puede producir una leve y lenta disminución en el peso cerebral, que en condiciones normales no debe llegar a ser inferior a los 1.300 gramos al final de la vida. 

 El cerebro no envejece inexorablemente como otras partes de nuestro cuerpo, lo hace parcialmente y en función del uso y de la estimulación a la que le sometamos durante los procesos vitales. Según el entrenamiento al que le expongamos, el cerebro puede recuperar muchas de las funciones primitivas o también perderlas definitivamente en relación a los modelos de vida en que perseveremos.

Es muy esperanzador, a la vez que muy comprometido, saber que el desarrollo de las sinapsis neuronales y por lo tanto de la capacidad mental, esta dependiendo de la estimulación (Ver) que se reciba a lo largo del proceso de aprendizaje, de manera que, si esta falla, se trunca el posible desarrollo de la inteligencia de los individuos.

Las conexiones neuronales o sinapsis se desarrollan biológicamente sobre la marcha para cuando se necesitan y permanecen el tiempo suficiente para que puedan ser reutilizadas, reforzándose de nuevo si se vuelven a activar o, en caso contrario desapareciendo poco a poco sin dejar rastro. Una vez más se constata el hecho de que “lo que no se usa se pierde y lo que no se estimula se atrofia”.

Todo este proceso no hubiera sido factible, si el “homo sapiens” no hubiera vivido en comunidades familiares, capaces de garantizar a todos sus componentes las condiciones de vida y la cobertura de los recursos necesarios para su pleno desarrollo, incluido el respeto y la veneración a los mayores de quienes aprendían las habilidades y las estrategias imprescindibles para la supervivencia. Sigue...

Continuar leyendo
0 Comentarios

EL DESARROLLO NEURONAL

Según los expertos el tamaño del cerebro de nuestros adultos corresponde a la evolución normal del cerebro de nuestros recién nacidos, al igual que ocurre con el de otros simios. El “homo sapiens” aunque ya nace con un cerebro que duplica ampliamente el tamaño de los bebés chimpancés y dispone de unos 100.000 millones de neuronas, sin embargo necesita todavía mucho más tiempo para culminar el desarrollo de las sinapsis o conexiones entre las neuronas de la masa cerebral.  

Este desarrollo encefálico intrauterino está limitado por la viabilidad del niño y de la madre en el proceso del parto e impone la necesidad de ampliar los tiempos destinados a la lactancia y a prolongar la infancia, la niñez y la adolescencia el tiempo suficiente para culminar el desarrollo cerebral pleno que actualmente disfruta nuestra especie. 

El cerebro humano fue incrementándose en el seno materno hasta alcanzar su límite de crecimiento, marcado por las dimensiones del canal del parto. Entonces  se debió producir un cambio cultural y genético importante para poder continuar el desarrollo cerebral fuera del vientre materno.

Así las conexiones neuronales, que ocupan buena parte del volumen craneal, se desarrollan fundamentalmente en los periodos de la lactancia, infancia y niñez, siguiendo un proceso evolutivo constante durante toda la vida del individuo, hasta llegar a los 100 billones de conexiones. Sigue...

Continuar leyendo
0 Comentarios

¡Atención! Este sitio usa cookies y tecnologías similares.

Si no cambia la configuración de su navegador, usted acepta su uso.

Acepto
© 2019 Dyética escuela de salud. Todos los derechos reservados.